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MI HERMANA MAYOR

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HOLA!!!!!

BUENOS ES MI PRIMER RELATOS ESPERO QUE LES GUSTE,ES UN RELATO DE COMO ME ACOSTÉ CON MI HERMANA MAYOR.
EN ESE ENTONCES YO TENIA 16 Y ELLA 24, ELLA ES MUY BONITA PIEL CANELA, ESTATURA PROMEDIO GRANDES SENOS Y UN CULITO MUY RICO.

TODO EMPEZÓ UNA NOCHE QUE LLEGUE TARDE A CASA ERA COMO LA MEDIA NOCHE, POR LO QUE ENTRE DESPACIO Y MUY SILENCIOSO PARA NO DESPERTAR A NADIE, AL ENTRAR VAYA SORPRESA LA QUE ME LLEVE
MI HERMANA SE MASTURBABA EN LA SALA ME QUEDE OBSERVANDO SIN HACER RUIDO MI HERMANA ESTABA EN EL SOFA TOTALMENTE DESNUDA CON UNA MANO JUGABA CON CU CLÍTORIS, QUE POR CIERTO ESTABA TOTAL MENTE PELADITA Y ESO ME EXCITO AUN MAS.
CON SU OTRA MANO JUGABA CON SUS TETICAS Y EN MEDIO DE ESAS DELICIOSA ESCENA ME LLEVE UNA SORPRESA MAYOR AL VER QUE MI HERMANA TOMO UN PEPINO Y SE DISPONÍA A INTRODUCIRLO EN SU RAJITA QUE ESPECTÁCULO TAN DELICIOSO,CUANDO EMPEZÓ EL METE Y SACA CON EL PEPINO ME EXCITE AUN MAS QUISE ACERCARME UN POCO MAS PERO EN ESE MOMENTO LAS LLEVES SE ME CAYERON AL PISO, MI HERMANA DIO UN SALTO NOS MIRAMOS, LUEGO TOMO SU ROPA Y CORRIÓ
CON EL PEPINO EN LA MANO A SU HABITACIÓN ALA MAÑANA SIGUIENTE BAJE A DESAYUNAR Y MI HERMANA YA ESTABA EN LA MESA ME DIRIJI A LA NEVERA Y DIJE EN VOZ ALTA CREO QUE ME COMERÉ ESTE PEPINO Y MIRE A MI HERMANA LA CUAL ESTABA SONROJADA.
EL TEMA NO SE TOCO MAS MI HERMANA NUNCA DIJO NADA NI YO TAMPOCO.

EL FIN DE SEMANA SIGUIENTE LLEGUE UN POCO PASADO DE COPAS Y MEDIA HORA DESPUÉS LLEGO MI HERMANA LA CUAL LLEGABA MOLESTA POR Q HABÍA DISCUTIDO CON SU NOVIO NOS ENCONTRAMOS EN LA COCINA Y EMPEZAMOS A CHARLAR DE DIFERENTES COSAS YO DESTAPE DOS CERVEZAS Y ELLA ME DIJO QUE FUÉRAMOS A SU CUARTO A CHARLAR UN RATO NO BEBIMOS LA CERVEZA ELLA SE RECOSTÓ EN SU CAMA Y YO AL LADO SUYO AL CAVO DE MEDIA HORA SE PUSO SU PIJAMA QUE POR CIERTO ERA MUY PROVOCATIVA Y YO HICE LO MISMO VOLVÍ A SU HABITACIÓN EN PANTALONERA Y CAMISETA EN ESO ELLA ME DIJO QUE ESTABA MAREADA PERO QUE ME RECOSTARA JUNTO A ELLA MIENTRAS SE DORMÍA, ASÍ LO HICE ME RECOSTÉ A SU LADO DÁNDOLE LA ESPALDA EN ESO SENTÍ SUS RISCAS Y GRANDES TETAS EN MI ESPALDA ESO HIZO QUE ME RECORRIERA UN ESCALOFRIÓ POR MI ESPALDA Y LAS ESCENAS DE LA NOCHE ANTERIOR VOLVIERON ME GIRE QUEDANDO FRENTE A ELLA Y SIN DECIR PALABRA AVENATE SU BLUSA Y DE INMEDIATO EMPECE A BESAR SUS TETAS DELICIOSA ELLA QUEDO PARALIZADA PERO DESPUÉS DE UN MINUTO EMPEZÓ A JADEAR Y A TOMAR MI CABEZA Y EMPUJARLA HACIA ELLA YO JUGABA CON SUS PEZONES LOS MORDÍA SUAVEMENTE LOS CHUPABA Y MASAJEABA QUE DELICIA NO LO PODÍA CREER ESTABA A PUNTO DE TENER SEXO CON MI HERMANA MAYOR, BAJE LENTAMENTE POR SU VIENTRE HASTA LLEGAR A SU RAJITA BAJE SUS SHORT Y LUEGO SU TANGUITA PRIMERO EMPECE A JUGAR CON SUS LABIOS CON MI LENGUA RECORRÍA TODOS SUS LABIA POR EL TIEMPO SUFICIENTE PARA NOTAR Q MI HERMANA YA SE ENCONTRABA A MIL Y SUS DELICIOSOS FLUIDOS YA ESCURRÍAN POR ENTE SUS NALGAS LUEGO DE NOTARLO DIRIJI MI LEGUA DIRECTO A SUS CLÍTORIS Y EMPECE A JUGAR CON EL MIENTRAS MIS DEDOS JUGABAN CON SUS LABIOS PRIMERO LO HICE SUAVEMENTE Y FUI AUMENTANDO MI HERMANA JEMIA DE PLACER Y ME PEDÍA QUE INTRODUJERA MI LEGUA EN SU RAJA,ASI LO HICE PARA SENTIR SU DELICIOSO NÉCTAR QUE GRAN PLACER QUE SABOR TAN DELICIOSOS, MI HERMANA AL SENTIR MI LEGUA DENTRO DE SU COSITA
ME ACOTO EN LA CAMA Y ELLA SE PUSO SOBRE MI CARA PARA QUE LE SIGUIERA DANDO LEGUA EN SU COÑO Y ENSEGUIDA EMPEZÓ A MOVERSE
FRENÉTICAMENTE Y A DECIR COSA MUY CALIENTES, DECÍA (ME TIENES MUY ARRECHA HERMANO QUE RICO ME DAS LEGUA MAMAME LA CONCHA QUIERO QUE ME HAGAS VENIR POR QUE TE TENGO UN REGALO) EN ESO ACELERO LOS MOVIMIENTOS Y TUBO UN RICO Y DELICIOSO ORGASMO TODO EN MI BOCA.
DESPUÉS DE TANTOS AÑOS NUNCA E VISTO LLEGAR A UNA MUJER DE ESA FORMA.
LUEGO ME MIRO Y SACO EL PEPINO CON EL CUAL SE ESTABA MASTURBANDO AQUELLA NOCHE, ME PIDIÓ QUE ME SENTARA Y COMENZÓ A MASTURBARSE CON EL, YO ESTABA A REVENTAR Y TAMBIÉN COMENCÉ A MASTURBARME FRENTE A ELLA, ESO HIZO QUE ELLA SE EXCITARA AUN MAS Y COMENZARA DE NUEVO A DECIR COSA :( QUE ARRECHA ESTOY, YA QUIERO ESA VERGA EN MI CHOCHA, ME GUSTA QUE ME CLAVEN, QUIERES CLAVARME A LO QUE YO RESPONDÍA SI SI Y ELLA RESPODIO PERO PRIMERO DÉJAME DARTE ESTE RICOS ESPECTÁCULO Y ACELERO SUS MOVIMIENTOS CON EL PEPINO Y ROMPIÓ EN UN NUEVO ORGASMO.
LUEGO DE ESO HICIMOS UN RICO 69 Y ME LO CHUPO TAN RICO QUE NO TARDE MUCHO EN LLEGAR EN SU BOCA.
NO TARDE MUCHO EN REPONERME YA QUE MI HERMANA NUEVAMENTE SE MASTURBABA EN FRENTE MIO ES ME EXCITA MUCHO.
ELLA AL VER QUE YO YA ESTABA DE NUEVO CON MI VERGA MUY PARADA ME MONTO Y EMPEZÓ A INTRODUCIR MI VERGA EN SU CHOCHA HÚMEDA Y MUY CALIENTE QUE DELICIA CUANDO YA ESTABA TODA DENTRO DE ELLA COMENZÓ CON UNOS MOVIMIENTOS DELICIOSO PARA LLEGAR NUEVAMENTE AL ORGASMO.
PERO ESO NO FUE TODO ELLA CONTINUO CON SUS MOVIMIENTOS Y ME DIJO ALGUNA VES HAS PROBADO UN CULITO A LO QUE YO RESPONDÍ NO Y ELLE ME DIJO PUES PREPÁRATE POR QUE VAS A VER LA GLORIA
ENSEGUIDA SE LEVANTO Y SE PUSO EN CUATRO YO ME QUEDE INMÓVIL MIRÁNDOLA Y ELLA ME DIJO QUE ESPERAS CLÁVAME EL CULO A LO QUE YO OBEDECÍ DE INMEDIATO PRIMERO EMPECE MIS MOVIMIENTOS SUAVEMENTE Y FUI ACELERANDO Y ELLA TAMBIÉN LO HACIA LUEGO DE UNA MINUTOS ME DIJO LLEGUEMOS JUNTOS ACELERO AUN MAS PARA MI SORPRESA Y MAYOR EXCITACIÓN TOMO EL PEPINO Y LO INTRODUJO EN SU CONCHA ESO ME VOLVIÓ LOCO Y JUNTOS ROMPIMOS EN UNO DE LOS MAS RICOS ROGAMOS Q HAYA EXPERIMENTADO.

ESPERO LES HAYA GUSTADO ES MI PRIMER RELATO Y TRATE DE RECORDAR AL MÁXIMO CADA DETALLE.

SI QUIEREN CHARLAR O INTERCAMBIAR MAS EXPERIENCIAS MI CORREO ES CRAZYCOW.38@HOTMAIL.COM

Colaborador: CARLOS


Follando con mi prima l

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ya hacia un par de meses que cada 10 o 15 dias venia cogiendo con mi prima preferida,la habia desvirgado pero nunca me habia permitido cogerla por el ano , demas esta decir que tenia un culo de aquellos que te hacen parar la verga de solo mirarlo.Pero ese dia tenia la idea fija asi que prepare un poquito de vaselina y fui a buscarla para ir a la escuela como lo hacia todos los dias con la diferencia que el dia de sexo faltabamos y la llevaba a la habitacion de un residencial de un gallego amigo con el que tenia mucha confianza ya que los dos heramos menores a punto de cumplir los 18 años.Una vez en la habitacion comence a besarla y quitarle el uniforme mientras le llevaba su mano a mi verga para que la acariciara por sobre el pantalon.Una vez que le quite su ropa y mientras ella me retiraba la mia saque la verga, que era un palo de 20 cms.de largo y 5 de diametro y empezo a pajearme mientras le chupaba sus senos que tenian unos pezones rosaditos y endurecidos por la calentura.Al llegar a la altura de donde asomaba la pija que ella ya conocia se la metio en la boca y me pego una chupada genial mientras yo trataba de darle la vuelta para lamer su conchita y hacer un 69,cosa que logre y comence a soborear los liquidos que emanaban de su bulba hasta que introduje mi lengua en su cueva y lami con frenesi su clitoris hasta que llego al orgasmo apretando las piernas sobre mi cabeza que me aturdio sigui chupando mi verga hasta que le acabe sobre su cara inundandola con un torrente de leche que parte trago y parte derrame sobre sus tetas.Tras esto la acoste de espaldas y abri sus piernas para jugar con la cabeza de mi verga en su entrada vaginal hasta que ella en un movimiento hacia arriba hizo que le entrara , yo empuje hasta que la comio toda y comence a entrar y salir hasta que ,con la verga toda adentro de su cueva bombeaba con velocidad y fuerza haciendo chocar mis testiculos contra su entrepierna hasta que entre un rosario de gemidos me rodeo por la cintura con sus piernas y acabo de una forma interminable,se agitaba y sacudia hasta que en un momento se la volvi a sacar chorreando sus jugos para acabarle entre las tetas , despues de esto ella lamio y limpio mi verga que pedia otra.Ella se coloco en cuatro patas y le introduje la pija por su vagina pero esta vez mas despacio y llevando mi mano hasta su culito comence a tratar de introducir un dedo.Mi prima gemia y gozaba como el primer dia , con la verga en su concha y un dedo en el ano hasta que logre lubricar su entrada anal con un poco de vaselina , crei que se retiraria pero la estaba pasando bien con su concha llena de carne y gozaba hasta que se la saque y apoye la cabeza en su ano.Me dijo que no pero era un no poco convincente por lo que despues de jugar en su entrada empuje la verga y su cabeza comenzo a entrar.Me dijo despacio que me duele guacho….yo seguia tratando de meter mas pija y ella gritaba sacamela,por favor sacala,hice caso y retire un poco de pija para inmediatamente volver a empujar.Ya con media pija adentro comence a bombear despacio y cada bombeada la metia un poco mas adentro.Mi prima gemia y gritaba, que era la ultima vez que cojeria conmigo,que no la lastimara,que era un hijo de puta,hasta que la tuvo toda adentro y acomodada , la vaselina ayudo mucho y nos dedicamos a coger , mi prima ya no gritaba,solo gemia y se metia los dedos en la concha hasta que se empezo a mover mas rapido y con un fuerte gemido llego al orgasmo haciendo que le acabara en su culo que deje bien lleno de leche.Le salia leche de su ano y de su vagina ,despues de esto descansamos unos minutos para luego meternos bajo la ducha donde le meti la pija en la boca para luego chuparle bien su conchita que bien ganado se lo tenia.Con mi prima cogimos durante un año y medio y hasta hicimos un trio con una compañera de ella a la que tambien le penetre por el ano…..pero se los cuento en la proxima….espero que les guste

Colaborador: zeredu

me vengue de mi prima

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Yo era bastante timido y corto en el tema de mujeres,A pesar de tener casi 18 años todavia no habia debutado y mi pene no era tan chico que digamos :erecto era una vara de 22 cs. de largo y 5 cms. de diametro que en mas de una ocasion habia hecho tantear a unas amigas pero no pasaba mas de ahi.Mi prima se canso de presentarme amigas pero era inutil.Al rato de estar conmigo se ivan y entonces la muy guacha empezo a tratarme de marica , que no me gustaban las mujeres y otras boludeces,hasta que un dia nos encontramos en una fiesta familiar en la finca de mis abuelos y decidi vengarme.Era una hermosa mujercita de 17 años y un cuerpo que haria envidiar a mas de una modelo , todo bien formado y estructurado.
Ese dia vestia con una minifalda bastante ajustada y una blusa escotada que dejaban asomar un bello par de tetas que yo no dejaba de mirar.La saque a bailar y despues de algunos temas me dijo : deja de mirarme las tetas que te vas a calentar al pedo , a vos no te gustan las minas.
Sin mas decir la atraje hacia mi y le hice sentir la verga que ya se me habia parado y le dije vamos afuera que hay mucho humo y necesito aire.
Ella creyendo que en realidad yo era gay y que no le pasaria nada , tomandome de la mano nos dirijimos al jardin ,que era muy grande ya que el terreno era casi de media manzana.Caminamos un trecho entre los arboles y al llegar a una parte oscura la aprete contra un enorme pino y sin decir nada la bese y le meti la lengua en su boca saque mi verga y se la puse en la mano y le dije con voz energica :pajeame…en un principio se resistio diciendo que eramos primos,y que si nos veian estariamos en problemas y que no correspondia pero al ver mi firmeza comenzo a pajearme hasta que estuve a punto de eyacular ,le baje la cabeza y de prepo se la meti en la boca para que la chupara hasta que acabe descargando un chorro de leche en su boca que le obligue a tragar y el resto del semen lo recibio en sus manos.Me insulto , me amenazo con contarselo a los padres y yo le respondi : para que no sigas diciendo que soy puto ,ella no digo mas nada y me beso y me pidio que la perdonara .
Le respondi sujetandola sobre el tronco del arbol y de inmediato levante su pollera y corriendo la bombacha le fui metiendo la verga ignorando los ruegos y suplicas de que no lo hiciera , hasta que se la meti toda y comence a bombear hasta que , entre medio de insultos,amenazas y gemidos de placer la hice acabar…segui bombeando y llego a un segundo orgasmo y aprovechando la oscuridad del lugar y que estaba bastante lubricada mi verga, la di vuelta,la hice agachar y se la puse en el culo.
Como habia empezado a gritar y llorar le tape la boca y arremeti con mas fuerza contra su cueva anal hasta que los mismos se convirtieron en gemidos de placer.Estaba gozando con mas de la mitad de mi verga adentro.Ya no hizo falta que le tapara la boca.Movia su trasero en forma circular como si se la quisiera acomodar hasta que le entro toda.Bombeabamos los dos al unisono , asi llegue a descargarle un torrente de leche y ella a un tercer orgasmo.Saque mi pañuelo .le seque la leche que le salia de su culo,me limpie la verga y volvimos a la fiesta.No se despego de mi un instante.Bailamos el resto de la noche.Al despedirnos me dijo al oido :la semana que viene quiero otra venganza y se fue.A los tres dias me llamo por telefono y quedamos en encontrarnos al dia siguiente para seguir con mi venganza….en la proxima les contare como fue…

Colaborador: zeredu

Follandome a mi tia

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hola me llamo jose y les voy a contar una historia real.Un dia fui a visitar a mi tia a su casa en ese momento no estaba nadie en su casa a si que empeaamos a platicar de varios temas hasta qhe tocamos el tema de sexualidad y haci empesamos a platicar por media hora de sexo en tonces fue al sanitario y yo ya estava bien caliente por que mitia de unos 30 años con un culo enorme y bueno esta bien buena no siempre habia fantaseado en cojermela en ese momento fui a espuiar a mi tia al sanitario me calente mas al verle su vagina bien rasuradita y con una tangita cuado vi que hiba a salir del sanitario corri hacia donde estava mos en su sala en tonces ella se percato que tenia una ereccion y disimuladamente memira el bulto no es de presumir pero mis 23 cemtimetros de verga y baatante gruesa se me notava falcilmente entonces ella subio a su habitacion y me llamo para ayudarla cuando suvi estava en pinada todo su enorme culo frente ami en esemomento estaba muy caliente haci que mele repege a su culo y ella sintio mi miembro y no dijo nada a si que valiendome me ariesge y empese a tocarla su pucha y sus nalgas ella empeso a dar unos leves pujidos de placer en tonces ella se oltio y me bajo el pantalon y me saco mi verga se sorprendio al vermela y me dijo, que bien desarrollado estas yo penosanente no le conteste me empeso a besar la punta de mi verga y luego se la empeso a introducir toda a si mela mamo un buen rato si que la levante y la acoste en su cama y le vaje su pantlon despues su tanga y me calente mas al tenerle su pucha en frente de mi se laempese acomer ella pujia de laser despues de 15 minutos de comerle su puchita le quite su blusa no traia sosten a si que se las empese a mamar le agarre sus pies yvlos puse sobre mis hombros ella me dijo que se la metiera lento por que nunca habia tenido u miembro de tamaño haci que le introduje la cabeza y ella dio un pequeño grito despues le meti toda de una embestida donde ella grito muy fuerte y se laempese a sacr y a meter tubo dos orgasmos y yo ya casi me benia despues de unos 25 minutos de la misma posicion me vine dentro de ella yo le dije que queria metersela por el culo ella primero no acepto hasta que la convenci le meti un dedo para poder hagrandarle su ano que no habia sido usado despues me dijo que me la mamaba para que entrara facilnente en tonces le phse la cabeza de mi verga y se la fui mentiendo pero le dolia mucho a s que recordo que teni lubricante en su buro y lo saco y medijo que le rosiara en su ano y yo en mi verga hice lo que me pidio y se lo fui metiendo poco apoco hasta que entro la mitad pero estaba muy aprwtado su ano hasi que me decidi a metersela de una embestida alo que ella se retorcio del dolor y hsi estube metuendosela y sacandosela mediante 15 minutos me vine en su ano toda mi leche se la deje en su ano ella se metio el dedo y lo saco con unpoco de mi leche y se lo trago nos dormimos y cada que la visito o cuando se da la oportunidad me la buelbo a cojer.Espero que les alla gustado.

Colaborador: jose

MI TIA MARILU 2

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Ella estaba palida del susto y nunca penso que me despertaria de lo borracho que creia que estaba ,asi que la tenia sujeta de la mano y la jale hacia a mi pero ella rogaba que la dejase ir .
-! Por favor,dejame despues hablamos de esto ¡
Pero yo no dejaria pasar esta oportunidad ,siempre me gusto mi tia y en especial su culo,solo que jamas imagine que se diera y ahora era el momento.

!! Vamos tia ,no es justo ademas tu empezastes y no puedes irte ahora asi no mas ¡¡

Ella ya estaba en la cama bien sujeta por mi, asi que comence a quitarle la bata que llevaba puesta y no tenia sosten solo estaba con su calzon pequeño ! QUE MARAVILLA ¡ eran sus tetas de buen tamaño con esos pezones grandes marrones que comence a chuparlos , se resistia asi que me eche encima de ella mientras seguia besando y chupando sus tetas .

!! Noo noo sigas para que tu tio se puede despertar noo, noo por favor ¡¡

Yo sabia que mi tio tenia el sueño pesado ,ella varias veces lo dijo en conversaciones en mi casa con mi madre asi que no me preocupa para nada eso.

- Por eso tia no hagamos ruido,solo es un rato no seas mala solo quiero devolverte el “favor ” nada mas .

Mis palabras la calmaron algo ,penso que solo le haria sexo oral igual que ella a mi y se iria , y se quedo quieta .Mis manos acariciaban todo su cuerpo subian desde sus piernas hastas sus tetas que estaban bien ricas .
Ella solo cerro los ojos dejandose llevar por el momento ,asi que rapidamente me ocupe de su vagina le quite el calzon que lo tire lo mas lejos que pude ,estaba como poseido por la excitacion ,abri sus labios vaginales buscando su boton del placer ( clitoris ) y con la punta de la lengua le di sus primeras caricias ella se extremecio al sentirlo .

- !! Ahh , ahhh ,ahh ,ahh¡¡ (eran los primeros signos que lo estaba disfrutando)

Ella comenzo a colaborar y abrio mas las piernas y me acaricio de los cabellos ,yo le comia a besos y chupaba su sexo a mi tia que se retorcia de placer de sentir mi lengua como subir y bajar por todos lados .

- !! Ahhh ,ahhh Manuel que ricooo ahhh,ahhh ¡¡¡

No saque mi boca de su chucha hasta que senti como llegaba a tener varios orgasmos y yo seguia chupandole hasta que al final solto un grito y se vino en mi boca .

- !! Ayyyy ¡¡¡ No pareeees Ayyyyy¡¡¡

Se quedo muy quieta en cama cosa que aproveche para besarla ,en ese momento dejo de ser mi tia para ser mi mujer ,ella acepto mis beso y nuestras lenguas se juntaron y nuestros cuerpos tambien.
Me subi encima de ella y meti mi pinga que reclamaba ya participar del momento en su chucha ,ella trato de decirme algo pero tape sus palabras con beso apasionado que fue correspondido ,su vagina estaba supercaliente y tambien de seguro queria su pedazo de carne.
Comence con el mete y saca y se oia en el cuarto solo el sonido que hacian nuetros sexos humedos al encontrarse .

- !! choc, choc, choc, choc ¡¡¡

Ella me vio a los ojos mientras yo seguia penetrandola y me dijo ” dijistes que solo seria lo mismo que yo te hice mentiroso ” pero sus palabras no sonaban a reclamo sino a un comentario, me sonrei y de nuevo bese sus labios .

Levante sus caderas y luego sus piernas y las puse sobre mis hombros ahi mejoro la penetracion mas ,mis embestidas eran mas rapidas y duras en su chucha mis huevos golpean sus nalgas cada vez que entraba y salia mi pinga .

- !! Ahhhh ,ahhhh ,eres un salvaje pero me gusta no pares sigueeee ahhhhhh, ahhhh mas, mas, mas ¡¡¡¡¡

Cuando senti que ya estaba por venirme pare y la puse en cuatro patas ( perrito ) la pose que mas me gusta y ademas con ese culazo que tiene mi tia era ! LO JUSTO ¡. Que nalgas para grandes y carnosas y ahora eran mias les di unas cuantas nalgadas hasta que se pusieron rojas y meti mi pinga en su chucha mojada y caliente y cabalgue en ella.

-¿ Te gusta tia, asi como te cacho?

- !! Siii me gusta mucho Manuelito que ricooo tiras¡¡¡

La tenia bien sujeta de sus anchas caderas y sus nalgas saltaban cada vez que le daba mis embestidas en su chucha calientita y rica ,ya no pude mas y eso que quise que dure lo mas posible ese momento pero tan rico que termine eyaculando una gran cantidad de semen dentro de ella.

- !!! Agggg carajo que ricooo agggg ¡¡¡¡ (exclame al llegar al orgasmo)

Ella tambien llego segundos despues a experimentar lo mismo y tiro el culo para atras mas fuerte .

- !!! Ayyy ayyy mi amorcito que ricooo ¡¡¡

Nos abrazamos como dos enamorados y besamos cansados y sudados de hacer el amor .
Desde ese momento todo cambio entre los dos ahora la visito cuando mi tio no esta en casa .Lo malo es que no quiere que tenga enamorada es muy celosa mi tia Marilu .

Colaborador: manolo 02

La prima

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Hola soy luis y tengo 17 años.

Mi relato es… Todo empiesa,un dia en el que estava con un pimo jugando en la calle, al cansarnos se le ocurre a mi primo y me dice ven acompañame a la casa y veras como mi prima te acaricia tu pene… y le dije ok vamos.
Al llegar le ablamos a mi prima, mi primo le comenta que yo queria sentir como acariciaba el pene y ella muy modesta dijo que si. Bueno me pidio que me bajara el siper y me sacara mi pene lo puso en su mano y me dijo “si que lo tienes grande” y no es por nada pero lo tengo de 15cm de largo y 5cm de diametro lo empezo a sobar lento y luego cada ves mas rapido hasta que lleguea un orgasmo, luego me pregunta te gusto y yo le dije que si, le abla a mi primo y le hace lo mismo, hasta q mi primo le quita la mano le baja los pontalones y una tanguita roja y le pone su pene en su vagina y luego yo le llego y le empiezo a lamer su hermoso culito de mi prima hasta que despues le empiezo a meter lentamente mi pene e isimos un trio fantastico al acavar le dimos las gracias a mi prima por aserlo tan fantastico y ella nos regalo un beso a cada uno.

Si te gusto comentalo mi prima y yo te lo agradeseremos :D

Colaborador: Luis franco

Alex y Boby

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-Así que Alex, ¿Has descubierto que problema tenía tu hijo?- Preguntó Marta a su amiga.

Alex era una mujer exuberante y altiva. Orgullosa de su belleza y sedienta de placer. Temprana en su despertar sexual, con un pasado incestuoso siempre ha estado en una búsqueda continua de ese placer.

-Si Marta, estuvimos en el médico- Dijo al otro lado del teléfono mientras se atusaba el pelo y se miraba la camiseta ajustada y escotada que llevaba. Le encantaba vestir de esa manera, realzando su belleza, de la cual era muy consciente -Llevé a Boby al doctor Martinez, el amigo de mi marido con el que tenemos confianza y bueno…no te lo vas a creer, pero su pene es como tres veces el tamaño normal para un chico de su edad- Le explicó Alex a su amiga por teléfono.

-¿Has dicho 3 veces el tamaño?…!dios mio!- Respondió asombrada Marta al otro lado del teléfono.

-Ah-ah, por eso el pobre ha estado tan avergonzado últimamente. Pero ya estamos haciendo algunos ejercicios para sacarle de esa vergüenza. Ya sabes, fortalecer su confianza en si mismo y algunas técnicas físicas- Y mientras pensaba en lo que decía sus dedos corazón y anular se deslizaron suavemente por su escote.

-¿Técnicas físicas? Como que?- Preguntó Marta con su mente calenturienta puesta en pensamientos nada convencionales.

-Cosas como una correcta postura y conseguirle ropa interior adecuada- Sus ojos se cerraron y su cabeza navegó por pensamientos oscuros. Mientras en la otra punta del vecindario Marta aún al teléfono acariciaba su corta, rubia y lisa melena pensando que ella habría hecho sus propios ejercicios de re-afirmación de autoestima.

-No puedo imaginar que tan duro debe ser para un chico de la edad de nuestros hijos, pasar por algo así- y su mano acarició su pecho mientras su cabeza imaginaba aquel pene, el del hijo de su amiga. Tenía los pezones duros y erectos. Sus pechos, aún siendo nada voluminosos se endurecieron al imaginarse aquella polla entrando en su boca. La blusa amarilla que llevaba ya estaba abierta por completo -Le diré a mi hijo Salva que le invite una tarde para merendar. Le vendrá bien distraerse- Le dijo a su amiga Alex.

-De hecho Marta, pensaba pedirte un favor- dijo Alex poniéndose un poco seria -mi tía está muy enferma y sabemos que no saldrá del hospital. Si lo sé, es duro. Esperaba que cuando eso ocurra, pueda dejar a Boby en tu casa, puesto que no quiero llevármelo a ese ambiente tan triste teniendo en cuenta el momento que está pasando- Explicó Alex a su universitaria amiga.

-Por supuesto cariño. Eso sin dudarlo. Sabes que aquí lo trataremos bien. Le vendrá bien pasar unos días con mi hijo. Al fin y al cabo son amigos y compañeros de clase- Dijo Marta imaginando que tan excitante sería tener a aquel pene bajo su mismo techo. Sólo de pensarlo se notaba húmeda.

-Espero poder avisarte con suficiente antelación, sino me temo que será un poco rápido- Se disculpó Alex de antemano -Gracias Marta-

-De nada cielo. Tu también estuviste ahí cuando te necesité- Respondió Marta. Su amiga Alex la ayudó con los trámites del divorcio y sobre todo la ayudó a rehacer su vida. Aunque su ex le pasaba una notoria cantidad todos los meses a modo de manutención para su único hijo, Salva, Alex la aconsejó desde un primer momento ponerse a trabajar y no pensar tanto en su ex al cual añoraba, aunque la hubiese abandonado por otra. Lo que no había conseguido Alex, es que volviese a estar con otro hombre y ya hacía un año que ocurrió todo.

-Marta, cielo hablamos mañana que tengo que bañar a Sebastián-

-Ok, hablamos. Un beso- Y las dos colgaron al mismo tiempo. Alex se acercó a la cuna y cogió en brazos a Sebastián su hijo de casi dos años. Era temprano pero sabía que el tiempo del baño se podía alargar. Estaba ella sola y no tenía ninguna ayuda de su marido el cual pasaba más tiempo en la dichosa oficina que en casa con ella y los niños.

El baño fue más corto de lo esperado. Seco ya el niño comenzaba a sollozar por el hambre, así que Alex como todas las noches se deshizo de la camiseta y del sostén y dio de mamar a Sebastian. No había interrumpido la lactancia del bebé con lo que, después de dos años aún tenía leche. La puerta sonó.

-Hola cielo- dijo Alex sin apartar la vista del bebé.

-Hola mamá- Contestó Boby y la dio un beso en los labios. Desde muy pequeño se habían acostumbrado a besarse en los labios y ahora era normal para ellos. Quizás no para su padre que ya había protestado un par de veces, dándose al final por vencido.

-Si quieres cenar tendrás que esperar un poco, voy a bañarme en cuanto acueste a este tragón- Dijo la madre mientras depositaba a su hijo pequeño en la cuna.

-¿Puedo bañarme contigo mamá?- Preguntó Boby tímidamente.

-Claro cielo- Y tras dormir al bebé Alex se dirigió derecha al baño con el radio-transmisor del bebe y su ropa en la mano. Cuando llegó al baño sólo tuvo de quitarse los pantalones y el tanga. Desnuda ya, entró en la bañera tibia con un gemido de placer, era su momento. “Voy mami” escuchó decir a su hijo desde el piso de abajo. Cuando subió lo hizo ya en pijama, del cual se deshizo rápidamente para meterse en la bañera con su madre a la que volvió a besar tiernamente en los labios.

-Gracias mamá-

-De nada hijo- Dijo Alex mientras agarraba la esponja para lavar a su hijo. Le frotó el pecho los brazos el cuello y el pelo el cual no tenía muy largo. Se frotó ella misma los brazos y los pechos. Su hijo no quitaba ojo de lo que hacía su madre. -Ven, vamos a relajarnos Boby- Y abriendo los brazos permitió que su hijo se recostara sobre el pecho de su madre, quedando su cabeza entre sus voluptuosos senos.

-¿Como te ha ido en el colegio?- Le preguntó mientras frotaba la esponja contra el cuerpo de su hijo.

-El instituto mamá, estoy en el instituto- Dijo Boby tranquilamente– Y me ha ido bien. Hemos tenido examen de gimnasia y lo he aprobado- respondió satisfecho. Alex se emocionó mucho, puesto que en Gimnasia era donde peor lo había pasado por su “problema”.

-Me alegro mucho cariño-

-¿puedo entonces beber un poco?…sólo un poco mami- El chaval miraba a su madre a los ojos esperando con cierta desesperación una respuesta positiva -lo he sacado con buena nota- Alex no podía resistirse a su hijo y mucho menos cuando se lo pedía de esa manera. Sentía que tenia que recompensar aquel aprobado que tanto le había costado.

-Está bien, pero no chupes muy fuerte- Dijo Alex mientras Boby se giraba un poco y dirigía la vista a los grandes pechos de su madre -De este cariño que el otro me duele un poco- Y Boby sin pensarlo más y abriendo la boca comenzó a mamar del pecho derecho de Alex aún medio recostado sobre su cuerpo. Su madre deslizó su mano por el ya mojado pelo de su hijo. Le siguió acariciando la cabeza mientras se le cerraban los ojos por el placer de sentir a su hijo desnudo recostado sobre ella y alimentándose de su leche. Pronto y sin previo aviso el pene de Boby apareció entre la espuma.

-Lo siento mami- dijo el chico un poco avergonzado.

-¿Que habíamos hablado de “sentirlo”?- Dijo Alex en un tono recriminador no demasiado duro -No has de sentir nada. Eso es algo natural por lo que nunca has de pedirme perdón. Mami ya sabe que te encantan mis pechos.

-Vale…- dijo el chico y siguió mamando de su madre. Alex no pudo contenerse (ya no lo intentaba), y agarró el pene de su hijo. Casi no le daba para cerrar la mano. El movimiento para masturbarlo fue automático. Su hijo gimió mientras seguía alimentándose.

-Bebe tranquilo…ahora más despacio como mami te enseñó- Boby paró de succionar y comenzó a lamer y besar el pezón de su madre. Alex gimió de placer sin ningún ánimo de contenerse -Ahhh, así cielo lo haces muy bien…- Los pezones de Alex estaban muy duros y de no ser por que estaba sumergido se habría notado la humedad súbita que empapó su vagina. Mientras una mano abrazaba a su hijo y lo masturbaba la otra fue directa a su clítoris, el cual, ya estaba erecto. Hoy necesitaría como mínimo tres o cuatro orgasmos, se sentía muy necesitada. El placer la evadía de todo. Sus dedos sumergidos no tardaron en darle el primero mientras su hijo hacía un trabajo excelente con sus pechos. Boby, no contento con mamar se había acostumbrado a acariciar el otro como su madre lo había enseñado. La verdad, es que cada día le gustaban más las tetas de su madre. Le parecían perfectas.

-Ahhh, que bien lo haces hijo. Me encanta como come mi niño- dijo Alex ya un tanto liberada de deseo -Ponte de pie cielo que mamá también quiere beber- El chico obedeció al instante. Boby sabía lo que su madre quería. Alex se incorporó un poco y allí lo tenía. Un pene formidable, incluso para un adulto. Y era para ella sola. Boby relajó los brazos mientras Alex con un movimiento suave y gentil engulló aquella maravillosa polla. La polla de su hijo Boby. Ya ni pensaba en la de su marido, la cual hacía años que no cataba.

-ah mami, me encanta- Boby no movía ni un pelo. Su madre se afanaba en mamar de aquella fuente de la juventud como si con cada envite consiguiera un poco de ella. Una mano sujetaba el pene de su hijo la otra buscaba entre las aguas aquel clítoris tan inflamado. Madre e hijo se unieron de nuevo en un acto de amor. Carnal si, pero de amor. La humedad del baño lo impregnaba todo. Los restos de espuma se escurrían por la espalda de Alex y el cuerpo de su hijo. Espuma, saliva y flujo pre-seminal se mezclaban dulcemente en la boca de Alex. Su hijo gemía. El cuerpo de Alex comenzó a sacudirse a causa del segundo orgasmo, el cual tuvo sin sacarse la polla de Boby de la boca.

-Mamá, mmmhf…no voy a aguantar mucho más…fhmmm- Dijo el muchacho entre gemidos anunciando a su madre que pronto se correría.

-No tienes que aguantar nada, mi amor- Y con ansia regresó a lo que estaba haciendo. Amabas manos agarraban las nalgas del chico engullendo casi por completo la polla de aquel chaval.

-Mama….me corrooo….ahhhh- Y Boby comenzó a correrse en la boca de su madre mientras agarraba su cabeza con delicadeza.

-MMnnhhnnmmm….- Con grotescos gemidos Alex anunciaba el tercer orgasmo de la tarde, mientras procuraba tragar toda la leche que salía de aquel descomunal pene. Despacio, reanudó los movimientos de adelante, atrás sin sacar la verga de su boca con la intención de limpiarla, bueno eso y darse tiempo a si misma a tragar todo lo que tenía en la boca.

-Ahhh mami sigue, por favor no pares….- Decía boby mientras se sacudía aún expulsando fluidos. Cuando hubo terminado Boby se tambaleaba por la flojera.

-Ven y abrazame- Dijo Alex ya con la boca libre -Bésame- Y madre e hijo se fundieron en un beso sexual y sensual en el que sus lenguas sellaron un pacto de silencio. Un pacto indestructible. El beso se alargó y Boby se deleitó acariciando las tetas de su madre la cual no sólo lo permitió sino que disfrutó de ello.

-Mami ¿puedo tocarlo?- Preguntó el chico.

-¿El que? mi cielo- Dijo Alex intrigada.

-Tu….- y sin terminar la frase Boby dirigió la mirada a la entre-pierna de Alex. Esta extrañada por la petición, pues era la primera vez que se la hacía miró hacia su propia entre pierna y pensó que era inevitable que el chico sintiese curiosidad. Que como joven que era quisiese cruzar límites y llegar más allá. La reacción de Alex fue rápida y sin dudas, pues en el fondo lo deseaba. Deseaba llegar a más con su hijo, pero sentía que debía ser él el que marcase el ritmo.

-Claro mi amor, pero ten cuidado, que está muy sensible ahora mismo- Le dijo Alex a su hijo mientras le acariciaba la cara suavemente y le daba cortos y húmedos besos en los labios. Boby, con más timidez que otra cosa, metió la mano en el agua para buscar un tesoro por el que llevaba tiempo queriendo investigar. Alex cerró los ojos a la espera del contacto de las manos de hijo. Este llegó de repente. Fue como un latigazo de electricidad. Sensible como lo tenía sumado a la torpeza de Boby hizo que el cuerpo de Alex se sacudiese, asustando así al chico, el cual retiró la mano inmediatamente.

-Perdona cielo, no te asustes. Es que como ya te he dicho lo tengo muy sensible- le dijo su madre acariciando de nuevo la carita del chico- La próxima vez, pídemelo cuando empecemos y te dejaré que lo toques y lo mires y me preguntes lo que quieras- Y dando a su hijo de nuevo dos largos besos en los labios, Alex se puso de pie dejando que el agua se escurriese por su cuerpo y buscó su toalla.

http://goo.gl/z3gL3

coslada75@gmail.com

Colaborador: Kaneda

La Lección de mi Primo

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Finalmente fuimos a Viña del Mar porque después de varios años mi papá había arreglado sus diferencias con su hermano mayor. Nos quedaríamos en su casa. No veía a mis tíos desde el funeral de mi abuela, años atrás. Como mi primo Lorenzo se había ido con unos amigos a La Serena, mis tíos me ofrecieron su pieza. Él también era hijo único como yo y de él si no me acordaba para nada.

Después de cenar subí corriendo a jugar con la Play 3 de mi primo. Me quedé dormido con la tele encendida. Desperté con un golpe. A los pies de la cama había un chico mirándome que supuse era mi primo. Enojado me preguntó quién era. Le dije que era Franco, su primo de Santiago. Se rió, me pidió disculpas y me dio la mano. Lorenzo tenía diecisiete años, moreno, de pelo negro crespo y corto, ojos verdes, alto y flaco aunque se notaba que ejercitaba porque tenía los músculos marcados, sobre todo en su estómago. Yo tenía doce años, alto para mi edad pero obviamente más bajo que mi primo; flaco, pálido; cabello rubio liso y largo, ojos celestes.

Me dijo “huevón ¿te corriste la paja? Ta pasao a moco aquí”, me puse rojo, le dije que no. La verdad, en ese tiempo yo no entendía muy bien qué era correrse la paja o pajearse. Intuía que era algo relacionado con sexo por lo que había escuchado en los baños del colegio, pero exactamente no sabía. Miré la hora, eran las 12:50 de la noche. Lorenzo empezó a sacarse la ropa. ¿Tú no estabas en La Serena? –le pregunté. Me contó que un par de amigos se intoxicaron con mariscos así que uno de los padres de los afectados los trajeron a todos de vuelta. Cagó la fiesta –dijo Lorenzo. Oye huevón, voy a bajar al jacuzzi ¿querí venir y nos tomamos unas chelas? –me preguntó. Acepté. Entré al baño a mear y al salir mi primo ya tenía su traje de baño puesto. Me dijo que me esperaba abajo y se fue. Me puse un traje de baño y bajé.

Mi primo me observó un rato mientras tomaba los primeros tragos de su cerveza y me dijo “tai muy flaco, huevón; tení que hacer más deporte”. No sé cómo adivinó que yo no jugaba ni taca taca. Sacó del refrigerador otra cerveza, me la pasó. Al seco –me dijo y así lo hicimos. Era la segunda vez que tomaba cerveza. Sacó otro par y nos dirigimos al patio. La noche estaba súper tibia para ser noviembre y el agua del jacuzzi estaba exquisita. Estuvimos como una hora metidos ahí, nos tomamos tres cervezas cada uno y subimos a acostarnos. Oye huevón vamos a tener que compartir cama ¿o preferí dormir en el suelo? –me preguntó. Me da lo mismo, igual tu cama es grande –le dije. Vale, duerme aquí no más entonces, espero que no ronques –me dijo, le aseguré que no. Los trajes de baños quedan colgados acá, en la barra de la ducha –me gritó desde el baño. Al salir lo vi desnudo. Su pene era grande, oscuro y grueso; tenía la cabeza afuera y su color rosado contrastaba con el resto de su miembro. Me llamó mucho la atención. Se metió a la cama. Caminé hasta el baño, me saqué el bañador, miré mi pene; lo sentí enano, le di una sacudida y caminé hasta la cama. Me quedé de pie ahí, con los brazos a los lados sin saber qué hacer. Mi primo me miró de arriba abajo. ¿No trajiste pijama?—me preguntó. No –le mentí. ¿Oye, cuánto mides? –me preguntó. Le respondí que no sabía. Salió de la cama y fue hasta el baño. Me dijo que fuera. Me mostró una cinta de medir que estaba pegada detrás de la puerta. Ponte ahí –me dijo y sosteniendo mi frente contra la puerta me dijo “un metro sesenta y cinco”. A ver tú –lo invité. Se puso en la misma posición, tomé un cepillo de dientes y lo sostuve en la marca porque yo no alcanzaba a verla. Se quitó y medimos un metro ochenta y dos. Eres un enano –me dijo riéndose burlesco. Demás que te alcanzo en dos años más –le dije. Lorenzo volvió a la cama. Me pidió que le llevara una regla que tenía en su escritorio. Se la pasé. Acuéstate no más –me dijo. Metió la regla debajo de las tapas y la sacó. Me dijo “mi pico mide catorce centímetros, toma y mídete el tuyo a ver”. Tomé la regla y marqué con un dedo dónde llegaba la punta de mi pene. Miré el número y le dije “ocho”. Soltó una carcajada. Le dije “ya para de huevearme huevón, tú eres cinco años mayor que yo, cuando tenga tu edad voy a tenerlo más grande que tú”. Sí claro, y eso que no me lo hai visto parado huevón –me respondió riéndose, se dio vuelta y apagó la luz. Me volteé hacia la ventana y me quedé dormido.

Desperté con un portazo. Mi primo había entrado al baño. Escuché sus pedos. Me estiré y me di cuenta que mi pene estaba erecto. Otra vez. Qué molesta sensación. No sabía qué hacer con él. Levanté las sábanas. Lo miré, lo apreté, no se bajaba. Decidí ponerme un short por si salía mi primo. Demasiado tarde. Mi primo salió del baño de nuevo en pelota. Me senté en la cama. Oye huevón, me voy a duchar y voy a bajar a la playa ¿querí ir? –me preguntó, le agradecí pero rechacé la oferta. Me fijé en su pene. Esta vez el glande estaba oculto. No entendí por qué hacía eso, yo sacaba el glande sólo al lavármelo. Cuando Lorenzo se fue, salí de la cama y me metí a la ducha. Al salir, me sequé bien, tomé mi pene y me eché el cuerito para atrás. Como siempre, se me corrió para adelante solo, volví a hacerlo y lo mantuve así con los dedos. Me miré en el espejo. Me sentí ridículo así que dejé de hacerlo.

En la tarde yo estaba en la piscina cuando llegó mi primo y de un salto se unió. Al rato subimos a su pieza a jugar Play. La mamá de Lorenzo nos avisó que “los grandes” irían a pasear y de ahí se pasarían al casino. Estuvimos jugando un par de horas hasta que bajamos a la cocina a calentar pizza. Mi primo dijo “me meo” y se empinó un poco en el lavaplatos y se puso a mear. Me reí y le dije “huevón cerdo”, él se rió y me dijo siempre hago esta huevada cuando no están mis viejos. Se sacudió su tremenda verga y se la guardó. Es liberante mear en esta huevada huevón, debería hacerlo algún día –me aconsejó. Sacó un par de cervezas, comimos y subimos. Tomábamos cerveza, jugábamos Play y mi primo fumaba cigarrillos. Me preguntó si yo fumaba. Le dije que no. Me preguntó si ya me pajeaba. Fui sincero –gracias a las cervezas supongo– y le dije “¿sabí qué? he escuchado esa mierda varias veces y no sé qué chucha es”. Mi primo se rió. Me dijo “es masturbarse po primito”, y qué es masturbarse –le pregunté. Puta el huevón perdido, ven pa’cá, te voy a dar la lección de las lecciones –me dijo acercándose a su computador. El se sentó y yo me quedé de pie a su lado. Empezó a poner unas fotos de chicas desnudas. Se me empezó a poner duro. Crucé las piernas. Mi primo giró hacia mi paquete y me dijo “ok, ya se te para al menos, a mí también” y se agarró el bulto del short. Ahora bájate el short e imítame. Puso un video porno, se bajó el short y su verga gigante saltó como un resorte. Le tocaba el estómago. Mi primo agarró su pene y empezó a frotarlo como limpiando un rifle. Mi corazón se puso a latir a mil. Mi primo veía el video y seguía en lo suyo. De pronto me miró y me dijo “pero huevón, haz lo mismo, esto es pajearse o correrse la paja o masturbarse o como querai decirle, vai a ver lo bacán que se siente” y diciendo esto me bajó el short. Una gota de líquido transparente salió de la punta de mi pico. La recogí con un dedo y me la limpié en la pierna. No huevón, no seai gil –me dijo– esa gota la esparces por la callampa y la usai como lubricante, así –mi primo subió el cuero de su pico lentamente y apretando fuerte y al bajarlo salió una larga gota transparente. La cogió con el dedo índice y la esparció por toda la cabeza. Mientras lo hacía me decía “así ¿ves?” y yo veía y sentí que otra gota salía así que eché el cuero para atrás y lo imité. Empecé el sube y baja más rápido. Comencé a sentir una rica sensación, como eléctrica. Mi primo revisó mi técnica y me dijo “tení que ir tapando y destapando la callampa, hasta atrás ¿o te duele?” Un poco –le dije, échale saliva –me dijo, y eso hice. Con el tiempo el cuero se te va a ir soltando –agregó. La electricidad en mi cuerpo aumentaba, la película estaba cada vez más caliente y mi primo se la estaba cascando a toda máquina diciendo garabatos y respirando fuerte. Sentí temblar mis piernas y dije “¡conchetumadre!” y de mi pico saltó un chorro de algo blanco y espeso. Cayó en la pierna de mi primo. Mi primo se impresionó un poco, aceleró sus movimientos, cerró los ojos, se apoyó hacía atrás en la silla y saltaron no uno sino varios chorros de lo mismo sobre su estómago. Exhaló fuerte, yo me sentí débil. En un gesto de complicidad mi primo estrechó su mano toda mojada con la mía y me dijo “esto es semen primito, es lo que sale de tu pico cuando estai en el placer máximo. También le dicen leche o moco. Bienvenido al club de los pajeros” dijo sonriendo algo exhausto. Sonreí. Fuimos a ducharnos. En la ducha me explicó la importancia del aseo personal y más cosas del sexo y del embarazo y de los condones. Nos revisamos los penes con atención mientras nos jabonábamos.

Después de eso, bajamos a comer algo y subimos a ver una película. Nos quedamos dormidos. Desperté y mi primo tenía sus brazos alrededor mío, estábamos acostados de lado. Me quedé dormido nuevamente.

Colaborador: Franco


Ayudé a mamá a que recuperara su sexualidad

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Parte primera

Me llamo Ana, tengo treinta años, casada felizmente con un hombre maravilloso que me llena en todas las facetas que una mujer desea de su matrimonio; con dos preciosos hijos (niño y niña) de seis y tres años respectivamente.

Soy excesivamente fogosa sin llegar a la ninfomanía, pero si no hago el amor todos los días, mi cuerpo nota que le falta algo. Gracias a Dios, mi marido responde sin problemas a pesar de sus cuarenta y cinco años.

Pero no les voy a hablar de mí, voy a hablar de mi madre, una hermosa mujer que me dio a luz a sus dieciocho años, por lo tanto, ahora tiene 48. Y lo que más me ilusiona: que para los extraños no somos madre e hija, somos hermanas. Lo que vacilamos con esta situación cuando salíamos juntas por ahí de marcha.

Mi padre, desgraciadamente ha fallecido hace menos de un año; tenía 56 años, un cancer precoz se lo ha llevado en la flor de la vida. Mi madre no lo supera, ha caído en una profunda depresión que la está marchitando, y como no lo supere “se va” con él en poco tiempo.

Me tiene tan preocupada que estoy haciendo todo lo que está en mi mano, y el amor que le tengo para que se recupere. Pero inútil, se ha encerrado en su desgracia y dice que no tiene deseos de vivir, ya que la vida le ha quitado lo que más quería.

-Pero mamá. Le digo con ademán de enfado. ¿Es que yo y tus nietos no llenan el vació que te ha dejado papá?

-Sí, hija, ¡Cómo no me van a llenar! Pero el vació que ha dejado tu padre en mi alma y corazón no hay nadie quien lo llene.

-Pero mamá, la vida sigue, eres muy joven y no te puedes encerrar en ti misma. Va a hacer un año que ha muerto papá, y aunque me consta que va a estar en tu recuerdo eternamente, seguro que si te está viendo se enfada. Sabes de sobra lo liberal que era.

-Dame más tiempo hija, dame más tiempo, todavía siento en mi piel el contacto de las manos de tu padre.

Esta confidencia y la cara que puso al decirlo, me indicó, que, mamá necesita el contacto de un hombre, pero no es capaz de entender que con papá es imposible.

Hablé con Félix, (mi marido) después de haber hecho el amor tan apasionadamente como siempre lo hacemos.

-Me tiene preocupada mamá. Sigue encerrada en si misma con el recuerdo de papá, y me temo que va a entrar en una profunda depresión como no seamos capaces de convencerla que debe rehacer su vida.

-Lo que no me explico. Dijo Félix. -Con lo hermosa que es, y con la vitalidad de la que siempre ha hecho gala, no sea capaz de superarlo; máxime cuando me has dicho que en el aspecto sexual has salido a ella.

-Creo que mamá necesita de un hombre; ayer vi una expresión en su rostro que le delataba; le vi un deseo contenido, unas ganas terribles de follar, pero reprimidas por sus conceptos morales y religiosos.

-¿Sabes si se masturba?

-¡Ay! Pues no sé.

-Mira cariño, vamos a urdir un plan para que mamá recupere las ganas de vivir. Me sugirió Félix.

-¿Qué pretendes?

-Lo primero vigilarla.

-Me parece eso una canallada, marido. Invadir su intimidad.

-No te precipites, que mi plan no es morboso, es para conocer su estado anímico.

-¿Qué propones?

-Voy a instalar una mini cámara en su habitación, de esas que usan los espías, y veremos su comportamiento en la intimidad.

-Me parece una cerdada, marido.

-¡Quieres o no quieres ayudarla! ¿O es qué te crees que lo hago por morbo? No hija no, lo hago para ayudar a mamá, pero si no sabemos su estado psíquico interior, (el que vemos superficialmente no nos sirve) no podremos actuar en consecuencia.

-Vale, marido. Pero lo que grabemos se borra inmediatamente,

-Eso por descontado, niña. Ese material no sale de casa bajo ningún concepto.

Parte segunda

Debo aclarar, que desde la muerte de papá, mamá vive casi siempre con nosotros, porque yo le obligo; no quiero que esté sola en su casa de casi 200 metros cuadrados.

Félix, situó una mini cámara de video en un lugar inaccesible, imposible que pudiera reparar en ella. La toma era de la superficie de la cama en sentido perpendicular; es decir, desde los pies a la cabeza, y se activaba por luz, por muy tenue que fuera. Además de ser de 720X576. Máxima calidad de imagen en ese tipo de mini cámaras.

Como la tarjeta era de 35 gigas, la capacidad de grabación era de varias horas; lo que daría lugar a ver su reacción en solitario. Que es lo que hacía, y como se comportaba en su soledad.

Se acostaba sobre las doce de la noche, encendía la luz de la mesilla y solía apagarla sobre la una. Lo que sí sabíamos, que, le gustaba leer en la cama; por lo que suponíamos que esa hora la dedicaba a la lectura.

Estuvo la mini cámara ubicada en su habitación durante 15 días, tiempo que calculamos habría agotado la capacidad de grabación. Esperamos al próximo fin de semana que se iba a Valencia donde vive mi único hermano, ya que le tenía prometido ese viaje para ver a sus otros dos nietos, pues hacía tiempo que no iba. Mi hermano José Antonio no cesaba de regañarla por no ir a visitarles.

-Jolin mamá. Le decía mi hermano por teléfono. No tienes excusa para no venir. El Inter City tarda sólo tres horas, y vamos a recogerte a la estación.

Una vez dejado a mamá en la estación de Atocha el viernes de ese “finde”, nos invadía la emoción ante la visión de lo grabado, pero no exenta de preocupación; ya que aunque lo hicimos para intentar convencer a mamá de que debería rehacer su vida en vista de lo que viéramos, no dejaba de ser una putada. Si se enterara, no nos dirigiría la palabra de por vida. Pero lo que teníamos muy claro, que lo grabado sería borrado inmediatamente una vez visto por Jorge y por mí.

Nos acomodamos en el salón con dos copas y a través del HMDI de la tele nos dispusimos a ver que hacía mamá en su intimidad. Nos miramos a los ojos como se miran “los cómplices” cuando delinquen.

Paré la cámara, pues me asaltó algo que no había reparado, ¡Pero que tonta fui! Félix verá a mi madre desnuda, y eso me produjo ansiedad.

-¿Qué haces? Me dijo al ver que le daba al stop.

-Cariño, que me da “cosa” el que puedas ver a mamá “en pelotas”.

-¿Ahora me vienes con esas..? Vamos niña, no me seas mojigata. Mamá tendrá el cuerpo como todas ¡No te jode! Eso sí, con dos tetas y un culo algo más desarrollado que la media nacional.

-¡Cómo el mío! ¿verdad? Gracias por la indirecta.

-Vamos nena, no te enfades. ¿Ayudamos a mamá, o no la ayudamos?

-Venga, va.

Le di al play, y nos dispusimos a ver “la película” (presumiblemente porno).

Evidentemente Sara (así se llama la mamá) se desnudó. Pero lo que nos dejó estupefactos fue, cuando del fondo de un cajón del armario sacó un picardías color malva. Se desprendió de hasta la braga y el sujetador y quedó como vino al mundo.

Tuve el arrebato de parar la grabación, pero me di cuenta en un segundo que sería una estupidez, ya no había marcha atrás; aunque con cierta vergüenza, me dispuse a afrontar todo lo que viniera después.

Mamá se puso el picardías color malva que le dejaba al descubierto casi todo el pecho aún turgente; y la mitad de aquellos glúteos y muslos que Félix miraba con los dos ojos abiertos como platos.

Se acostó boca arriba, y se ubicó la cámara de tal forma, que se le veía el pubis y los muslos casi en un primer plano. Estaba esplendorosa, parecía una diosa recién salida del Olimpo.

Yo me sentía rara ¡Coño! que era mi madre, y una no está acostumbrada a ver a su mamá de esa guisa; y temiendo algo terriblemente fuerte. Mi marido estaba más “colorao” que un tomate, y los ojillos le brillaban.

Lo que vino después fue algo que me “heló la sangre” y a Félix le puso lívido. Mamá saco un consolador de un cajón de la mesilla de noche que parecía “la polla de un Senegalés” (No por el color, sino por el tamaño). A la vez de otro cajón de la misma, sacaba dos marcos con dos fotos, una de ellas era la de papá, la otra no se distinguía bien por la ubicación del marco en ese momento.

Colocó ambas fotos, una a su derecha y otra a su izquierda. Se abrió bien de piernas; lubrificó el dildo con una especie de crema transparente que extrajo de un tubo, y se lo metió hasta los mismísimos huevos artificiales.

Entre jadeos y suspiros, mirando a la foto de su difunto marido, y moviendo el culo y caderas de arriba abajo y de izquierda a derecha, decía con palabras entrecortadas.

-Manolo (Así se llamaba mi padre) ¿No querías verme follar con otro hombre? Ya que no te quise dar ese capricho en vida, te lo doy ahora, por si desde donde estás puedas verme.

Tomo el retrato del señor Manolo, le dio un beso y le dejó donde estaba. Se nos heló la sangre cuando tomaba el otro marco, que situándolo delante de sus ojos, le decía en su delirio a la imagen que lo contenía:

-Fóllame Félix, follame, soy todo tuya, pero antes deja que te “coma la polla”. Se sacó el consolar y empezó a lamerlo con una avidez desmedida.

-Seguro que la puta de mi hija, no te folla cómo yo. ¿A que no, Félix? ¡Cómeme el coño, cariño!

Se volvió a introducir el consolador hasta los fondos de sus entrañas con una mano, mientras con la otra besaba aquella foto de hombre guapo al que no cesaba de llamar: Félix… Félix… follame mejor que follas a mi hija.

Parte tercera

Fue tan grande la impresión recibida ante aquel descubrimiento, que a Félix y a mí nos costaba mirarnos a los ojos. Pero como ambos somos personas muy juiciosas y con sentido de la realidad de las cosas, llegamos a una conclusión dialogando.

-Mira amor. Me decía Félix. Lo que hemos visto ni tú ni yo tenemos nada que ver; todo son fantasías de mamá; y si en esas fantasías nos ha involucrado a los dos, yo te juro por mi honor, que jamás le he dado motivos para ser objeto de ellas.

-No hace falta que lo jures, marido, sé de sobra que tú jamás te has insinuado a mamá; que todo es producto de su imaginación. Y ahora lo comprendo.

-¿Qué es lo que comprendes? Cariño.

Conozco a mamá, y sé muy bien que ella es incapaz de realizar esas visiones con un extraño, con un desconocido. Tenía sospechas de que le gustas; hay miradas por muy sutiles que sean, las mujeres las captamos, y aunque en su momento no le di importancia, ahora me doy cuenta que eran miradas cargadas de deseos.

-Te juro Ana, que yo jamás me di cuenta.

-Ya lo sé, si tú no ves “tres montados en un burro”; y menos analizar las miradas femeninas.

-Porque solo tengo ojos para ti, mi amor.

Una vez repuesta de la impresión, ya fría, decidimos trazar un plan para que mamá pudiera hacer realidad sus utopías.

-¿Qué plan trazamos? Me preguntó Jorge.

-Sólo hay uno.

¿Cuál?

-Qué folles con mamá.

-¡Ehhhh!

-Cómo te lo digo. Mamá es incapaz de ligar, le costaría años y dudo que lo consiga.

-¿Ni por algún chat, podría ligar?

-Por ahí menos, se lo he propuesto cientos de veces, y dice que son ridículos.

-Pero… Sabes el peligro que tiene ese plan.

-Por mi parte ninguno. Que hagas feliz a mamá es algo que una hija desea para su madre del alma; además, todo quedará en casa. ¿Tú te la follarías?

-¡Joer Ana! ¡Qué fuerte!

-O sea, que sí.

-Bueno… Si no hay más remedio.

-Entonces.. ¿Qué propones?

-Qué tomes la iniciativa, después de lo visto, no creo que te sea muy difícil llevar a mamá a la cama. El día que tenga guardia de noche (Ana es médico) aprovecha.

Parte cuarta (Viernes siguiente por la noche)

-Ana.

-Dime, marido.

-¿Qué cuando ponernos en marcha el plan?

-¡Ahora mismo! La mamá Sara, entraba en la habitación de sus hijos con aquel picardías malva que tan cachondo puso a mi marido. Hazme un ladito Félix. Y tú Ana, vete a dormir a mi habitación.

-Pero mamá. Dijo Ana llevándose las manos a la cabeza. ¡Qué haces!

-Pues follarme a tu marido, tal cual lo has planeado.

¡Cómoooooo!

-Sí, hija sí. Félix no se percató de que la mini cámara que puso en mi habitación, al activarse se enciende un pequeño piloto rojo; que aunque muy pequeño quedó al descubierto, y por una de esas casualidades y por chiripa lo vi. -¡Qué será esto! Me pregunté.

Cuando supe lo que era, me propuse averiguar las intenciones del que puso la cámara, y como no podía ser más que Félix o tú, o los dos de mutuo acuerdo; coloqué esta pequeño micrófono inalámbrico en el cuadro que hay encima del sillón del salón en el que soléis sentaros, y desde mi habitación, he escuchado todas vuestras maquinaciones.

-Pero mamá. Dijo Félix que al ver aquel pedazo de culo, y aquellas tetas que las tenía pegadas a su boca. No negará que todo ha sido para recuperar su sexualidad que creíamos perdida.

-Gracias hijo. Mi sexualidad nunca la he perdido…

-Ya vimos ya… Cómo se lo monta con su juguete… Por cierto; ¿No lo había más gordo y más grande?

-Prefiero el tuyo, que aunque es más pequeño, es de carne. A la vez le que metía la mano en la bragueta

Miraba la escena estupefacta y no sabía que hacer.

-No te quedes así hija, que al fin y al cabo tú has sido la autora del invento. Vete a mi cuarto, y deja que con tu marido disfrute lo que desde años vengo recreando en mi soledad.

Los dejé solos; me parecía muy fuerte quedarme con ellos. Cuando me repuse de la sorpresa, juro que me entró como una especie de complacencia; ver a mi madre tan eufórica y con ganas de sexo, derribó todas mis preocupaciones con respecto a su futuro; ya que la veía tan decaída que me daba miedo.

Epílogo

Sara se pegó al cuerpo de su yerno como una lapa; su cuerpo parecía encendido debajo de aquel transparente picardías color malva. Su mano derecha asía su pene, al que meneaba de arriba abajo y viceversa.

-¡Chulo mío! ¡Mi vida! ¡Por fin! hemos conseguido follar con total libertad, y con el consentimiento de mi hija.

-¡Joder suegra!

-Por favor Félix, cuando follemos no me llames suegra, ¡Coño! que me enfrío.

-Lo siento Sara, no se me volverá a escapar. Pobre del señor Manolo… ¡Si levantara la cabeza!

-A ese, déjale donde está, que donde esté está muy bien. Y ahora “cabrón mío” échame ese par de polvos salvajes que me vienes echando todas las noches que mi hija tiene guardia de noche en el hospital.

FIN DEL RELATO

HISTORIA DE ODIO…HISTORIA DE AMOR. Capítulo 1º

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CAPÍTULO 1º

Ágata, por su mala cabeza de adolescente, por querer jugar a lo que no debía, resultó ser madre a la corta edad de antes quince que dieciséis años, y eso le quebró la vida. Para empezar, el embarazo se lo pasó encerrada en casa, pues resultó que el “autor del crimen”, un mozalbete más menos de su edad, amparado por sus padres, se llamó a andana de la paternidad de lo que Ágata llevaba en su vientre, jurando y perjurando, ante quién tenía que jurar y perjurar, que él, a tales intimidades, con la chiquilla no había llegado ni por el forro, y válgame la expresión, tal vez no muy oportuna por el significado, o sentido, que puede caberle a la expresioncita. En fin, que aunque los padres de la muchacha batallaron lo suyo por lograr que el “Landrú” respondiera de sus responsabilidades para con el incipiente rorro/rorra, por finales se quedaron con “tres palmos de narices” y la pobre casi niña aún, embarazada y sin padre para su hijo/hija y pagando su falta de previsión con el encierro a que papá la recluyó como castigo al “embolao” en que la nena metía a sus progenitores

Pero es que, si el periodo de embarazo fue lastimoso, el “terror y crujir de dientes” vino nada más dar a luz a su vástago, pues niño fue el resultado del “crimen”, Eusebio, como su abuelo materno, por más señas. Y digo lo del “terror y crujir de dientes”, porque desde el mismísimo momento en que le pusieron al fruto de su mala cabeza en sus brazos, éste se convirtió en algo así como esa bola que en las historietas aparece encadenada al tobillo de todo preso que se precie y tenga conciencia de clase, pues desde tal instante se acabaron las esperanzas puestas en una vida alegre y confiada desde que pusiera en el mundo el “paquete” que sus entrañas portaban, pues se encontró con que “de eso nada, monada”, que tu nene es tuyo y no de mamá, que bastante tuvo con criarte cuando de ello no tuvo otro remedio; así que cada día, cuando del “cole” volvía a casa, en vez de poderse ir con sus amigas, que era lo que le apetecía, tenía que ocuparse del niño, porque, apenas entraba por la puerta, mamá se lo ponía en los brazos y hasta mañana que te vayas de nuevo al colegio, ”mamurri” pasa de su nietecito como de atracarse a excrementos y otras lindezas por el estilo

Y si, de lunes a jueves, la cosa era de “agárrate a la brocha que me llevo la escalera”, desde el viernes a la noche y hasta el domingo casi lo mismo de oscuro, la cosa era ya de “Santo Oficio”, hoguera incluida y todo, pues eso de casi ver cómo sus amiguitas se largaban de “órgia y desénfreno” con tíos guaperas la ponía a los pies de los caballos… Se desesperaba, ella allí, encerrada entre cuatro paredes cual monja de clausura, que tenía bemoles, pues en ella, más bien que, lo vocacional, era de monja de dos…o tres, a ser posible, en celda, y sus amigas disfrutando de lo lindo de viernes a domingo, de bailoteo en la “disco” y “botellón” donde Dios quiera y se organice, que el sitio era lo de menos… Y sin, a todo esto, hablar de ligues, menos aún de sexo, que, desde sus trece, catorce añitos, cundo empezó a “coscarse” de que, si los niños “lo” tenían muy distinto de “lo” de las niñas, era por algo, le iba más que a un tonto un lapicero… Y la cosa, cuando pasó a la Universidad para hacer Medicina, no fue mejor, sino casi, casi, que peor… Aunque, también hay que reconocerlo, por entonces es cuando le entró algo de filosofía en la cabeza, comenzando a resignarse ante su triste sino de ser joven y sin “podello” ganar… Pero es que, de resultas de tales sofocos, también ocurrió que al pequeño Eusebito, Eusebín, o como narices sea el diminutivo de Eusebio, que dichoso nombrecito fueron a ponerle al infante, le empezó a tomar una ojeriza que para ella se quedaba, pues le culpaba de cuantos males, tragedias y otros hechos horripilantes, le advenían (¡”hotia” Pedrín!, y qué palabreja acabo de marcarme: “Advenían”, de “advenir”, llegar, suceder, pasar); una ojeriza que acabó por ser odio mortal hacia su propio hijo, que qué culpa tendría el cada día menos criatura de chaval

Ágata acabó sus estudios universitarios, licenciándose en Medicina General, y hasta sacó oposiciones a la Seguridad Social como médico titular de Atención Primaria, en un Ambulatorio del Cinturón de Madrid, es decir, las macro-poblaciones que rodean la capital de España, antiguos núcleos agrarios, pueblos pequeños, como Móstoles, Torrejón o Leganés, trocadas en “ciudad-dormitorio” de centenares de miles de personas, más que la mayoría de las capitales de provincia.

Pero Ágata era una mujer agria, amargada, intratable, siempre a “cara de perro” para con todo bicho viviente que tuviera la desgracia de cruzársela en su camino… Y si con la gente en general era como era, con Eusebio era ya ensañamiento: Prepotente, autoritaria, sin ápice de cariño, sin un sólo gesto maternal hacia él, sino, al revés, motejándole de todo lo malo que en este mundo se puede ser. De tal guisa, pero empeorando, casi que de día en día, los años fueron pasando, hasta llegar ella a sus treinta y siete, treinta y ocho años, Eusebio a sus veintidós, veintitrés, como un muchacho introvertido, poco comunicativo, por no decir nada; y ella, pasando de insufrible a por entero inaguantable, lo que se traducía en que no había nadie, pero nadie, que le dirigiera la palabra ni para decirle “Buenos Días”; lo justo y necesario para el normal ejercicio de la profesión en el consultorio, que fuera, ni eso.

Pero también sucedía que, por aquellos entonces, se sentía peor que mal con su personal situación. Ese estar permanentemente amargada la estaba matando; quería salir de eso, ser feliz, como cualquier otra persona… Pero no podía; no sabía por qué, pero era incapaz de hacer nada por remediarlo; aunque sí que lo sabía… Sabía que no sabía qué hacer; qué camino tomar para variar el rumbo de su vida. Una cosa también tenía más que clara: Que estaba hasta el moño, de su ya más que prolongada castidad, pues, realmente, ahí estaba la “madre del cordero”, la causa última y principal de su estado de continuado enervamiento que la estaba volviendo loca: Sencillamente, que necesitaba un buen “revolcón” más que un cocido. Había pensado “echarse” un novio que, de vez en cuando, le “alegrara la entrepierna”, pero ¿quién?… ¿A quién conocía ella que pudiera valerle en tal aspecto? Desde luego que conocía hombres que, con más gusto que un perro se lanza a un picatoste, se abalanzarían sobre ella a nada que les hiciera la más nimia miradita tierna, pero cualquiera se fiaba de ellos, colección de “salidos” entre treintañeros y cincuentones, en su práctica totalidad compañeros suyos, del ambulatorio, desde médicos hasta simples enfermeros y demás personal subalterno, casados los más, noviando los otros, en esa forma de la convivencia en pareja.

No; ni hablar de la “peluca”, que ella se conocía bien el “paño” y todos, pero todos, eran unos bocazas a los que les faltaría tiempo para pregonar, a los cuatro vientos, que se habían “tirado” a la “ogro” del ambulatorio, con lo que, en automático, se lanzarían todos a por ella, como lobos sobre corderita desamparada, para ser los siguientes en “degustarla”…y dejarla luego, tirada, pero sin comillas, como trapo sucio que se echa a la basura; usarla, es lo que de ella querían, si lo sabría la hija de su madre, aunque sólo fuera por despecho ante lo borde que, en general, era con todo el mundo… Si conocían su flaqueza, su falta de “macho” asociada a su ansia por uno…uno cualquiera, que en la cama, y en pelotas, al final, todos iguales… Claro, que siempre hubo clases, y por finales, todos no son lo mismo de válidos “per al negoci”, como “diuen les catalans”, que la capacidad de dar de un chaval veinteañero, nada tiene que ver con la de un cuarentón o cincuentón…

Fue un día que, al entrar por la mañana, tempranito, que se fijó en la doctora Rivas que pasó delante de ella. Ésta era mayor que ella, cuarenta y seis, cuarenta y siete años, si es que no eran cuarenta y ocho; de cuerpo bastante aprovechable aún, facciones no desagradables, aunque tampoco para lanzar cohetes en albricias. Vamos, una mujer “aseadita” y basta, aunque, eso sí, más de un hijo de Adán, y más de dos, no tendrían inconveniente en hacerle un “favor”…y hasta dos, y hasta tres… También era persona afable, de agradable trato para con todo el aunque sin conceder familiaridades a nadie; era eso, accesible, amable, pero manteniendo las distancias con todo bicho viviente mundo, Era fama de ser soltera de toda la vida, sin conocérsele relación alguna que, ni de lejos, pudiera asociarse al concepto novio/”novia”; vamos, conocido de todo el ambulatorio que vivía sola, sin siquiera “perrito que la ladre”

Y entonces, viéndola alejarse rumbo a su sala de consulta, que Ágata se dijo que tal fémina, seguro, debía sufrir casi los mismos “males de entrepierna” que ella misma, pues aun admitiendo que, más que a la “carne” le diera al “pescado”, de algún modo tendría que aliviar el “picor” de sus más nobles partes, pues lo que en la cabeza no le cabía era que, semejante hembra fuera inmune al mal de entrepierna… En fin, que al punto, tomó la decisión, por lo que cinco minutos antes de la hora en que acababa su jornada laboral, estaba cerrando con llave la puerta de su sala de consulta y, a escape, bajaba a Recepción a entregar la llave en el mostrador. Ya allí, se fijó en el casillero donde el recepcionista colocaba las llaves de las consultas, y respiró más tranquila cuando comprobó que el de la doctora Rivas estaba vacío, con lo que ella aún no había bajado. Perdió allí el tiempo, con una cháchara más que insustancial con el del mostrador, hasta que vio a su colega encaminarse a donde ella misma estaba; aguardó todavía unos instante, lo justo para que la Rivas devolviera su llave, se despidiera del muchacho del mostrador e hiciera intención de marcharse, y se apresuró a tomarle la delantera a su colega, llegándose a la puerta de salida justo cuando la Rivas llegaba, sólo que ganándole por la mano; educada, le abrió la puerta, dejando que la cuarentona saliera antes que ella, aprovechando el momento para decirle

Consuelo; que me decía si te apetecería tomar un café… O una cerveza, conmigo

La Consuelo la miró extrañada, para enseguida responder

Desde luego que sí; ¿vamos?

Y, juntas, se dirigieron a una especie de híbrido entre tasca y cervecería; allí, Ágata aventuró de sentarse a una mesa que, casualmente, quedaba un tanto retirada, alejada, de oídos indiscretos; la Consuelo tampoco tuvo inconveniente en hacer lo que su compañera le sugería, aunque su curiosidad crecía enteros y más enteros ante el comportamiento de ésta, que encontraba casi, casi, que infantil. Se llegaron allá, se sentaron, les sirvieron lo pedido, dos cañas de cerveza, y Ágata empezó a dar vueltas al asunto, yéndose por las ramas, hablando de nimiedades, cosas baladíes, que a nada venían a cuento, hasta que Consuelo la detuvo

Bueno, bueno, Ágata… Que para soltarme esta sarta de tonterías,, ni me habrás traído hasta aquí; luego, déjate de historias y al grano con lo que de verdad quieres decirme

Casi balbuciendo, Ágata dijo

Es que… Es que… ¡Me da mucha vergüenza!…
Pues para superar la vergüenza, lo mejor es no andarse con rodeos; ir, directo, al meollo del asunto
Verás… Es que… Bueno, que me preguntaba… Como vives sola… Que…que cómo…cómo… Bueno, que como solucionas… Que cómo solucionas…
¿El qué?… Que cómo soluciono… ¿El qué?… Ja, ja, ja… Mi querida colega… Me creo que es cosa de lo que tienes entre las piernas lo que te trae como te trae… ¡Qué!… Que se te incendia el coñito y no encuentras “bombero” que te achique las llamas… Ja, ja, ja… ¡Pero no te pongas roja, chica; que eso pasa hasta en las mejores familias

Ágata agachó la cabeza, avergonzada, con las mejillas ardiendo, afirmando con la cabeza… ¡Dichosa compañera!… Ella, había ido de “lista”, y resultaba que la muy puñetera le daba sopas con honda, llevándola por donde le daba la real gana y quería. Consuelo Rivas siguió riendo con ganas, pero sin asomo alguno de burla, de mofa, ante la corrida, avergonzada, colega… Por fin, dejó de reír, mirando conmiserativa a Ágata

Hala, venga; no te preocupes, que no pasa nada… No me reía de ti, que conste, pero es que estabas muy cómica, con ese querer preguntarme que como me las apañaba para calmar mis “males de entrepierna”, y sin atreverte a hablar claro… Te veía llegar a distancia, desde que empezaste a dar tantas vueltas, tanto bla, bla, bla, para no decirme nada… Ja, ja, ja… ¡Que la “ogro” del ambulatorio, también tiene su alma en su almario!… Perdona; no quise ofenderte ni, mucho menos, reírme de ti… Pero es que… ¡Estás tan cómica!

Consuelo había tomado las manos de Ágata entre las suyas, dándole calor; calor humano… Comprensión

Mira Ágata; el viernes te vienes conmigo; te pones bien guapa; bien maquillada, labios perfilados y muy, muy perfumada. Ya verás; entre el viernes y el sábado, te vas a tirar, por lo menos, un par de guayabos de dieciocho-veinte…veintinada de añitos…
Pero… ¿Tú te “tiras” a esa clase de tíos?… Jovenzuelos, pichoncitos, que casi ni han salido del cascarón…
Ja, ja, ja… ¡Y tú!… Tú te vas a tirar a los pichoncitos, como tú dices, que te dé la real gana… ¡Te lo digo yo…que sé mucho de esas cosas!… Ja, ja, ja

Ágata estaba que la oía y no sabía si creerla o no… Ahí es nada… ¡Guayabos, como Consuelo decía, de dieciocho, veinte años!… Con las hormonas bien revolucionadas… ¡Tíos que no se cansan, que siempre están dispuestos!… Que siempre “la” tienen dura y dispuesta a “dar guerra”… Se relamía de sólo pensarlo… Y la “cosa” se le hacía Pepsi Cola a marchas forzadas… “No; si ya verás… Ágata, lo mismo tienes que salir “escopeteá” al baño p’aliviarte”, se decía… Y la Consuelo, con más y más máximas de obligado cumplimiento

Pero una cosa nena; ellos, no nos van a elegir; seremos nosotras las que les elijamos a ellos… Iremos de “cacería”… Primero de ojeo, seleccionamos la presa, y acoso y derribo hasta llevárnoslos a la cama…

Llegó el viernes y, a eso de las siete de la tarde ambas mujeres salieron para Madrid, en “cacería de machos”; el “territorio”, la zona Argüelles-Moncloa, de ambiente universitario y juvenil en general, de esa juventud entre los 17/18 y los veintipoquísimos, años… Triunfaron en toda la línea, tanto la una como la otra; se ligaron dos pipiolillos de 18-19 años, que a Ágata la hicieron “venirse” ni se sabe las veces… En su vida había disfrutado tanto como esa noche disfrutó… Incluso acabó por pedir que no le “dieran” más porque ya no podía, no podía aguantar un solo momento más, de tanto “darle a la vara”, en un casi permanente “dale que dale, y dale y dale, y dale otra vez”… Habían hecho “cama redonda” las dos parejas, de manera que, cuando por fin los cuatro alcanzaban el éxtasis, la cima del placer de Venus, tras dar un breve descanso a los jóvenes cuerpos masculinos, que apenas si habían necesitado de tal respiro para estar listos para el próximo “cuerpo a cuerpo”, las hembras decían aquello tan bonito de que “en la variedad está el gusto”, luego “¡Cambio de pareja!” con lo que las dos degustaron, una y otra y otra vez, de los dos masculinos y más que jóvenes “bodies”. Acabó agotada, hecha cisco, pero feliz, dichosa, como, hasta entonces, nunca, nunca lo fuera…

Eran ya las siete, ocho, de la mañana, cuando, por fin, los dos “sementales” se marcharon, despidiéndose de ellas dos con un beso y diciéndoles que eran unas tías increíbles, por insaciables; que jamás conocieron tías así, lo que no era de extrañar, dada su, todavía, corta edad, pues tampoco serían tantas las tías que habían “conocido”. Les dejaron sus teléfonos, ofreciéndose a ambas “para lo que fuera menester”, pero advirtiéndoles que, si les necesitaban, les llamaran antes, para, debidamente, proveerse de “pastillitas milagrosas”, léase Viagra o similar, a fin de “cumplir” debidamente con tan excelsas hembras; ellos y ellas se echaron a reír. Ellos, por fin, se marcharon, y ellas se quedaron en la cama, desnudas, descuajeringadas, pero riéndose a carcajadas…

No han estado mal los nenes, ¿verdad Ágata?
En absoluto, Consuelo… Ja, ja, ja… ¡Han estado muy bien!… ¡Pero que muy bien!… Ja, ja, ja…

Se quedaron calladas, pero Ágata pensaba, y pensaba… Pensaba en lo que esa noche acababa de pasar… Cómo aquellos chicos, en sólo esa noche, le habían dado más dicha, más felicidad que en toda su vida disfrutara… Y siguió pensando… Si ahora, hace nada, había sido así, ¿cómo sería con alguna que otra “pastillita milagrosa” en sus cuerpecitos serranos?… Y a eso, le daba vueltas, y vueltas y más vueltas. Consuelo la miró, y al momento sonrió; sí, sonrió con esa sonrisa suya, entre burlona y lasciva, que otras veces, aquella misma noche, hacía nada, sonrió

Un euro por tus pensamientos
¿Qué…qué dices?
Que un euro por tus pensamientos… Aunque creo que no necesito pagarte nada por ellos, pues lo adivino “dabuti” (muy bien)… En ellos, ¿verdad?
¿En quién?
No te hagas la tonta, que te conozco ya como si “t’hubiera parío”… Pues en quién va a ser… En ellos, los chaveas… Y lo que dijeron de las Viagras… ¡En lo mismo que yo estoy pensando, no te jode!…

Ágata no respondió; con palabras, pues con la cabeza sí que lo hizo, sacudiéndola de arriba abajo… Y Chelo, Consuelo, volvió a ser la más resoluta de las dos al tomar el móvil, buscar el papelito que ellos les dejaran con sus teléfonos y marcar el de uno de esos. Quedaron para la siguiente tarde, a las cinco, y en el mismo pub donde el viernes se conocieran…los “cazaran”, aunque, finalmente, fueran las “cazadoras” cazadas… Anduvieron con aquellos dos chavales un buen puñado de días, ocho o diez semanas… Claro está, que, por mediación de ellos, conocieron a nuevos chicos, compañeros de Universidad de los chaveas, pipiolillos de su misma edad, más o menos, que más de una tarde-noche, y más de dos, incluso, colaboraron en los femeninos goces… Pero bien se dice que lo poco gusta, pero lo mucho cansa, de forma que su instinto de “cazadoras” las hizo querer conocer otros “cazaderos”, lo que las llevó a discotecas como “Kapital”, en la calle Atocha o “Gabana”, en Velázquez, famosas por su más juvenil clientela… Pero tampoco esto quiere decir que renunciaran, por completo, a “cazar” por Arguelles-Moncloa, pues, no hay que negarlo, la zona, de mucho universitario, tiene un encanto muy especial para cuarentonas, o casi, bien puestas, como ellas dos, por descontado, buscando carnales “ligues” con “boys” casi “babys”

El tiempo fue pasando y ellas dos, con sus planes “venatorios” (cazadores), “viento en popa a toda vela”, que “no surca el mar, sino vuela, un velero bergantín”, según escribiera D. José de Espronceda. Aquello, también tuvo consecuencias reconfortantes casi “Urbi et Orbe” pues Ágata, más tranquila, más feliz, comenzó a dejar de estar peleada con todo el mundo mundial “y parte del extranjero” lo que redundó en que el “Ogro del Ambulatorio” comenzara a dejar de serlo, pues cuando se dirigía a compañeros, pacientes y otras yerbas, ya no parecía perro rabioso ladrando, dispuesto a liarse a mordiscos hasta con el lucero del alba que se le arrimara, sino persona normal y corriente. Incluso, sucedió que también su “ninio”, el Eusebio, comenzó a beneficiarse de tales albricias, pues “mamurri”, poco a poco, fue, al menos, no cebándose tanto en él; vamos, que hasta empezó a parecer que le apreciaba algo… Pero sin pasarse, que conste… Al menos, de momento…

Así, en tan idílico panorama, el tiempo transcurría más plácido que acerbo (malo, cruel) en casi paz y armonía con todo el entorno… Y con el correr de ese tiempo dulce, sensible, fue arraigando, más y más, lo mismo en Ágata que en su ya amiga del alma, Consuelo o Chelo, una costumbre la mar de morbosa: Fotografiarse y hasta filmarse en video, recíprocamente, Chelo a Ágata, Ágata a Chelo, en plena retozante refocilamiento con el pibe de turno, de la interesada, y con su propio móvil, no el de la “fotógrafa”, para, después, en esas sus soledades, a las que van, de las que vuelven(“A mis soledades voy, de mis soledades vengo/que para andar conmigo mismo, me bastan mis pensamientos”.- Félix Lope de Vega y Carpio) solazarse, y de lo lindo, más reviviendo que rememorando, los memorables hechos retratados y filmados…

El tiempo siguió pasando, y con el tiempo se multiplicaron los fogosos, infinitamente tórridos, “findes” exprimiendo como a limones, conjuntamente, a los incansables “pibes”, tiernas y preferidas “presas” de tan eximias “cazadoras” de machos humanos… Pero es que el paso de semanas y meses…un “puñao” de tente y no te menees, vamos, también trajo otra cosa: Que sin saber cómo ni cómo no, el móvil de Ágata desapareció sin dejar rastro; le buscó afanosa, por el piso que compartía con su hijo, por su sala de consulta, en el ambulatorio, en la casa de Consuelo… Pero nada de nada… Sin rastro de él, como antes se dice… Se preocupó lo suyo, por las imágenes que tenía, tremendamente comprometedoras… ¡Sólo faltaba que hubiera caído en malas manos…de alguien conocido!… Sería terrible… Terrible… ¡Dónde iría a parar su buen nombre!… Se planteó preguntar a su hijo, por si lo había visto él… Pero no se atrevió… Sin saber bien por qué, le repelía, aunque mejor correspondería decir que le daba miedo…temía preguntarle a Eusebio… No sabía por qué, pero eso es lo que sucedía… Miedo… Y es que, sólo asociar a su hijo con el móvil, le ponía los pelos de punta

Por finales, el dichoso móvil no apareció por parte alguna, y Ágata pasó unos cuantos días más que volada, preocupada por qué habría podido pasar con él… Porque también cabía otra posibilidad en su desaparición: Que hubiera sido sustraído a propósito, bien para chantajearla con las fotos y videos, bien para “colgar” ese material, más pornográfico que otra cosa, en Internet… Y, ¡a ver, quién podía verlo! Estas elucubraciones provocaron la ruptura con su pareja de “presas” más preciada, lo primeros chavales que, al alimón ella y Chelo, capturaran aquél primer viernes de “cacería”, los estudiantes de 18-19 años, con los que habían llegado a tener una cierta familiaridad… Ya se sabe; no es lo mismo “hacerlo” con alguien conocido, que con un completo desconocido. Los días siguieron transcurriendo desde lo del móvil, lo menos doce o quince, sin novedad… Nadie parecía haberse “coscado” de esa especie de doble vida que llevaba; es más, su amiga le decía, cada vez más segura, que era muy difícil que el móvil hubiera ido aparar a manos indeseables; que, lo más seguro, lo habría extraviado, Dios sabría dónde, o que se lo robaran; claro que alguien se habría puesto “morao” viendo esos videos, esas fotos, de pornografía casera, pero que la hubieran reconocido, la verdad, era más que difícil…

En fin que entre unas cosas y otras, Ágata se fue tranquilizando, convenciéndose más y más de que nada extraño pasaría con el dichoso móvil; que, como le decía Consuelo, sabría Dios quién se lo encontró…o se lo “birló” (robó), pero que, fuera quién fuese, qué importancia podía tener; lo que parecía seguro, y seguro sería, es que nada tendría que temer de ello… Y si unos cuantos tíos se pegaban solitarios “homenajes” a su salud, que les aprovechara… Lo que tantas veces también se dice: “Lo que se han de comer los gusanos, que lo disfruten los humanos”… El “finde” siguiente a la desaparición del móvil, ninguna de las dos fue de “cacería”, pues ella no se encontraba de humor, pero al otro sí que volvieron a ser las expertas “cazadoras” de siempre, acabando por ser uno de los más “movidos”…

Sobre el miércoles de la siguiente semana, más de dos semanas después de desaparecer el móvil, su hijo se acercó a ella, como siempre, más que tímido casi humilde… Sí; Eusebio era casi servil con ella Y eso, verle así, siempre temeroso, pero, también, siempre servicial, casi humillándose ante ella, la ponía de los nervios… Se sentía mal; se culpaba de esa actitud de Eusebio… La verdad es que, desde que su vida cambiara, gracias a Consuelo, también había variado mucho la forma de ver a su hijo; por primera vez desde que naciera le empezó a ver como lo que era, su hijo; carne de su carne…sangre de su sangre… Y se arrepintió de haberle tratado como le trató; se culpaba y arrepentía, y muy mucho, lo que hasta entonces hiciera… Hubiera dado lo que fuera porque el tiempo volviera al ayer… Por poder empezar con él la relación que siempre debió ser: Verdaderos madre e hijo…hijo y madre… Pero eso no era posible… El tiempo pasa para nunca más regresar, y eso, esa sensación de culpa que ahora experimentaba, la hacía sentirse mal; incómoda, insegura ante él… Había llegado a quererle de verdad, como verdadera madre a lo largo de aquellos meses, casi doce ya, desde que su vida se tornara en casi color de rosa, pero no podía remediarlo, superarlo; sentirse a disgusto, insegura, ante él, por lo que no le gustaba tenerle al lado, ante ella; y sin embargo, podría decirse que era lo que más quería, más anhelaba, estar con él… Acariciarle, decirle “Hijito querido…Cariño mío… Vida…vidita mía…vidita de mamá”… Todo, todo, lo que hasta entonces no había hecho… Era una especie de dicotomía, un querer y no querer, un blanco y un negro, el Bien y el Mal, combinados en una inseparable unidad… En fin, que Eusebio se llegó hasta su madre, para decir

Mamá… ¿Piensas…piensas salir este viernes?

Ágata se quedó más cortada que si acabara de engullirse un “bocata” de cuchillas de afeitar; cualquier pregunta se esperaba de Eusebio menos esa

Pues…pues sí… Ya sabes… Suelo…suelo salir con Chelo… (Y, sin saber por qué, mintió cual bellaca) Nada de particular, ¿he?… Sólo…solo… Pues no sé… Unas copas, unas cervezas en un pub… Escuchar un poco de música… Esas cosas… Pero las dos solas, ¿he?… Sin chicos….sin hombres
Claro…claro, mamá… Ya…ya lo sé… Sé lo que hacéis Consuelo y tú cuando salís… (Ágata, al oír eso, se sintió mal, con una sensación de inquietud aparejada a una angustia horrenda… Por un momento, pensó que él lo sabía todo) Es que, ¿sabes?… Te quiero dar una sorpresa… Por el Día de la Madre… Fue el domingo pasado… Y como no estuviste aquí…

Y la mala sensación que la abrumara segundos antes despareció, sustituida al instante por otra de inmenso gozo… ¡Su hijo, su niño, se había acordado del Día de la Madre!… ¡Se había acordado de ella en tal día y ella, sin darse siquiera cuenta de lo significativo del día!. Le abrazó, le besó alborozada

¡Ay mi niño, mi hijito!… Que se ha acordado de mamá en el Día d la Madre, y mamá sin enterarse siquiera… ¿Qué sorpresa es esa?… ¿Una fiesta; quieres dar una fiesta a mamá?

Eusebio, se sonrió un tanto enigmáticamente, y repuso

Sí mamá; algo así… Una fiesta… Una fiesta privada…
¿Para los dos solos?
Sí; para los dos solamente
¿Qué planeas?… Si quieres, podemos salir a comer… Y luego, al cine…
No; no es eso… Una fiesta aquí en casa; a la noche…
Perfecto… ¿Quieres que mamá se ponga guapa?
Mamá… Tú estás guapa hasta recién levantada… Con los rulos y todo… Pero sí; ponte muy guapa… Pero que muy guapa, mamá… Muy, muy guapa…
¡Ay Dios; si hasta me está saliendo mi nene un caballero la mar de galante con su mamá!… Sí, cariño…Mi amor… Me pondré muy, muy guapa… Para mi galante caballero… Para que esté orgulloso de su mamita

Ágata volvió a abrazar, a besar, llena de cariño, de ilusión, a su “niño”. El jueves dijo a su amiga que con ella, al menos el viernes, no contara; que celebraría con su hijo el Día de la Madre… Que como “todos los santos tienen octava”, el viernes sería la del Día de la Madre, al no haberlo celebrado el anterior domingo, día oficial de la festividad, y Consuelo le deseó que se lo pasara bien… Hasta se puso un tanto melancólica por no haber sido madre, para poderlo celebrar, también ella, con su hijo, a lo que Ágata, riéndose, le respondió que lo “celebrara”, de todas formas, con sus “nenes” dieciocho añeros, recibiendo de la amiga un zapatillazo

¡Si serás cabrona!…

A carcajada limpia, acabó la “pendencia” entre ambas amigas. Llegó el jueves y Ágata, toda nerviosa, se puso a elegir la ropa que al siguiente día, el viernes de la fiesta, luciría. Estaba nerviosa cual flan; como si fuera, casi casi, su primera cita. Finalmente, se decidió por un vestido muy normalito: Desmangado, que para eso corría un mes de Mayo más cálido que menos, ceñido bastante más que holgado, hasta la cintura, escote en “V”, ni exagerada ni falta de su “sex appeal” y falda que, sin ser muy suelta, tampoco tenía nada de ceñidas estridencias, larga hasta uno, dos, dedos por encima de las rodillas. Vamos, algo que ocultaba lo necesario mostrando lo conveniente; un conjunto discreto y a la vez sexi. El tono del vestido, azul pastel y el complemento acorde, zapatos de medio tacón en beige muy clarito, sin medias. Lo metió todo en una bolsa, para con todo ello salir para el consultorio la mañana siguiente. Eusebio le había dicho que, por favor, no llegara a casa antes de las nueve y media de la noche, para que le diera tiempo a preparar bien la sorpresa…La fiesta; ella intentó, tesonera, sonsacarle en qué consistía la sorpresa, pero él se mostró inconmovible, sin soltar un ápice de prenda

La verdad es que Ágata paso mala mañana; tremendamente nerviosa, terriblemente enervada, no veía la hora de acabar su jornada laboral; una jornada más laboral que nunca, pues estaba como obrero en viernes, sin importarle un comino lo que hacía…lo que los pacientes le decían, pendiente sólo de que las manillas del reloj avanzaran. Por fin llegó la tarde… Y fue peor. Ardía sobre ascuas, mirando a cada minuto el reloj, que parecía estar parado; estaba en casa de su amiga, y a cada momento le comentaba

¡El puto reloj debe de habérseme parado!… ¡No anda!… ¿Qué hora tienes?
¡Si dejaras de mirarlo a cada segundo, verías que sí que anda!… ¡Dos minutos más que hace dos minutos, la última vez que me preguntaste los mismo!… Tranquilízate, chica; que más parece que vas a una cita con el gran semental de todos los tiempos que a verte con tu hijo…
¡Pero qué burra que serás, Chelo!…
Por cierto, nena; que tu hijo está de un bueno subido… ¿Cómo la tiene?… ¿Grande y gorda, o de “andar por casa”?
No; si cuando digo que eres una burra… ¡Y una guarra!… ¿Cómo me preguntas eso?… ¡Que es mi hijo, tía!… ¡Cómo lo voy a saber!…
Pues por eso; porque es tu hijo… Y porque está como un tren… ¡Joder; y con qué gusto que me lo “tiraba”!
¡Y, en tal caso, con qué gusto que te rebanaría el pescuezo!… ¿Querrás callarte de una puta vez?

Y Consuelo, se echó a reír con verdaderas ganas… Le hacía gracia, mucha gracia, ver su amiga así… Le encantaba ponerla así, furiosa y desconcertada… A ella le parecía que su amiga de su alma era un tanto ingenua en el fondo… La conocía bien, y sabía que bajo ese barniz de mujer dura, de loba despiadada, había una chica tierna, sensible… También muy, pero que muy caliente, tórrida más bien, que necesitaba, y daba, mucha, pero que mucha “marcha”… También sabía que Ágata había tenido muy, pero que muy mala suerte en la vida; porque, esa que era la suya, de Consuelo, errática, de hombre en hombre, de jovenzuelo en jovenzuelo, no era la de su amiga; que ella, como de verdad hubiera sido feliz, habría sido junto a un hombre, uno solo, que, de verdad la hubiera querido, y al que ella, también de verdad, quisiera…

Por fin llegó la hora, y Ágata estuvo a la puerta del portal de su casa; allí estaba Eusebio, su hijo, esperándola; besitos en las mejillas, y subieron juntos al piso en el ascensor; entraron a su vivienda y, en el recibidor, ante la puerta del salón, él le hizo a su madre una petición, cuando menos, insólita

Mamá; ¿me dejarías que te vende los ojos?

Ágata se echó a reír nerviosamente; la verdad, estaba muy, muy alterada…

Ja, ja, ja… ¡Pero qué diablillo que eres, cariño; mi amor!… Y, ¿para qué quieres vendarme los ojos?… ¡Diablillo, más que diablillo!… ¿Qué es lo que tienes preparado para “nosotros”?

Ni se dio cuenta; le salió del alma, ese “Para nosotros”, sin percatarse del sentido que tal expresión puede encerrar…significar entre un hombre y una mujer… Un “Nosotros”, que implica intimidad entre ambos… Algo que puede excluir a toda persona ajena a ellos dos mismos… A otros hijos de la mujer…a su propio marido, incluso, de existir… Además, y por otra parte, ella se sentía tremendamente rara… Exultante… Enervada… Hasta excitada… Muy, muy excitada… ¿En qué sentido, lo de excitada?… Ni lo sabía, ni lo quería saber… Sólo sabía eso, que estaba rara, enervada, excitada, anhelante incluso… Y era muy, muy, agradable lo que sentía…lo que esas cosas tan raras le producían

Es…es… Parte de la sorpresa… No sería completa, si no es así… Pero, bueno; si no quieres…

Y a Ágata le pareció compungido, un tanto frustrado, su “nene”… Le abrazó, le besó la mejilla y aceptó. Riéndose de nuevo… Cada vez más y más enervada, excitada, intrigada también… No sabía, ni era consciente de lo que todo aquello podía significar…podía conllevar… Sólo sabía que lo deseaba…que ansiaba conocer, disfrutar, de la “sorpresa” que su Eusebio había ideado para ella… Para los dos… Algo, desconocido, sí, pero que, segura estaba, les atañía a los dos por igual… A ella y a él… Y a nadie más

Anda tonto… Alegra esa cara, hombre… ¡Cómo voy a negarte nada, cariño mío; mi amor!… Y, menos hoy, que tan gentil estás siendo conmigo… Anda; ponme la dichosa venda… Y entremos al salón… ¿Es ahí donde está la sorpresa?…
Sí mamá; ahí mismo… Y gracias… Muchas gracias, mamita querida, por ser tan buena conmigo

Entraron al salón y Ágata supo que estaba en total oscuridad, pues mientras estuvieron en el recibidor, ya con los ojos vendados, de todas formas fue consciente de lo iluminado que estaba, pues aunque la venda la privara de la vista, quedaba una cierta abertura por ambos lados de la nariz, que le permitían apreciar, simplemente, la claridad ambiental, y allí no había claridad alguna que valiera. Eusebio la guiaba, tomándola de un brazo; la dejó donde estaba, más menos, imaginaba, que junto a la mesita de centro

Un momento, mamita; enseguida estoy otra vez contigo

Eusebio la dejó allí, y ella esperó; le oyó revolver algo por acá y allá y en nada lo sintió de nuevo a su lado, poniéndole algo en la mano; lo reconoció al instante, era uno de esos mando a distancia, como el de la “tele”; su hijo le puso el dedo índice sobre un botón del mando

Es un mando universal mamá, al que he conectado un montón de aparatos electrónicos; con ese botón, pulsándolo, todos se pondrán automáticamente en marcha… Es la sorpresa que te tengo preparada… Ya verás… Es increíble…
Cariño; ¿pero tú sabes de eso?
Pues claro, mamá… ¡Que soy técnico en electrónica e informática!
Hay; es verdad… ¡Qué tonta soy, cariñito mío…cariño de mamá!… Así que, pulso aquí, y todo se pone en marcha, ¿no?
Eso es, mamá… Hala; arréale ya… Te vas a quedar con la boca abierta…

E, ilusionada, Ágata pulsó el botón; al punto, una especie de barahúnda se desató en la habitación. Allí, de momento, no había quién entendiera nada; un fondo de ruidos que, al pronto, no descifró y la impresión de que la sala se iluminaba, pero de manera muy rara; en destellos cambiantes de color e intensidad… Algo, en parte, sofisticadamente mareante… El ruido de fondo se empezó a hacer audible, definido y, al punto, según descifraba esos ruidos, la sangre se le fue helando en las venas, pues esos ruidos, gemidos, jadeos, aullidos, alaridos de placer, los conocía…y más que bien… Lentamente, como un autómata, se quietó la venda de los ojos.

FIN DEL CAPÍTULO

Mi hermana me ordena desnudarme completamente desnudo, y comienza a montarme desnudo

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Difícilmente existan en el mundo, hermanos mejor avenidos que mi hermana y yo.

Hermanos, desde los mismos momentos primeros de gestación, ambos juntos allá en el materno vientre.

Desde nuestros días primeros ya alumbradas nuestras vidas, verdaderamente parejos en absolutamente todo. Rendimiento intelectual, crecimiento, etc. etc. etc.

Así fue transcurriendo nuestra niñéz y etapa adolescente, siempre en esa paridad nunca desnivelada por ninguno de los dos. además, una maravillosa afinidad afectiva, que nos tuvo siempre, como dos seres verdaderamente como hechos, el uno para el otro.

De pronto, nuestros cuerpos comenzaron a mostrar, una marcadísima diferencia en nuestros crecimientos: Yo, estancándome en mi figura de chico así delgadito aunque sí muy fuerte y viríl, pero ella…creciendo exuberantemente en un sorpresivo desarrollo que empezó a mostrarla estupendamente exuberante, robusta, y mucho, pero muchísimo más grande físicamente, que yo.

Fué…como el primer aviso de una cosa desnivelante, que entre ella y yo, comenzaba a darse.

La cosa “explotó”, ya entrados en la etapa de estudiantes universitarios, cuando, súbitamente, a mí me brota un repentino y muy intenso estado como de “burréz” donde no doy acierto en prácticamente nada de nada, mientras que, por el contrario…mi hermosa hermana comienza a experimentar una verdadera potencialidad asombrosamente avasallante, despegándose bruscamente de mí, y dejándome por el camino de manera como insóliota, provocándome una acusiante sensación de inferioridad ante su supremacía evidente, al tiempo que cierta “cosa” como de eroticidad…iba dominándome por completo al sentirla avasallantemente superior a mí en todo.

Al comienzo trató ella de sacarme de ese estado de estancamiento buscando ayudarme de una y mil maneras posibles, pero viendo ambos que mi incapacidad no podía ayudar, ambos comenzamos a disfrutarlo riéndonos juntos ante tal situación, y, juntos también, comenzamos cierto jueguillo donde juntos, disfrutábamos de ese avasallamiento que sobre mí ella ahora desesmpeñaba, y donde ahora…”yo era el burro, y ella, mi dueña”.

Tuve que abandonar inmediatamente mis estudios decidiendo inmediatamente ponerme a trabajar como albañil, y sin pensarlo ni un poquitito, decidí entregarme a mi hermana como su esclavo prácticamente, sirviéndola en todo cuanto servirla pudiera.

Mi servilismo a ella era por momentos cosa hasta grotesca y risible, pero ella lo disfrutaba conmigo, y ambos reíamos jugando ese rol de ser yo su esclavo, y ella…”mi ama”.

Mi enamoramiento hacia ella se hizo crecientemente incontenible, y ella supo aprovechar tal cosa, para inclinar todavía más la balanza, comenzando a hacer de mí…”su juguete”.

Una  mañana en la que como tantas veces estaríamos el día entero solos en casa, mi hermana me ordena desnudarme completamente desnudo, y comienza a montarme desnudo haciéndome andar con ella paseando sobre mis hombros montada, mientras ya, todo mi ser era eroticidad pura disfrutando de aquello.

Ya mi hermosísima y muy robusta hermana había decidido usarme sexualmente, y mi caliente cuerpo desnudo comenzó a ser objeto de sus deseos, y conmigo…comenzó aquella mañana, a hacerme lo que se le diera la gana.

Comenzó masturbándome mientras me iba montando, recuerdo, capturando mi enorme verga entre sus plantas, pajiándome sin lástima hasta hacerme estallar en aquel primer orgasmo donde yo gritaba y gemía y suspiraba largando chorretadas de leche así pija afuera mientras mi hermana reía a carcajadas así pajiándome con sus pies atrapando mi verga entre sus plantas.

Harto comprensible ya era, que aquéllo…no era sinó el comienzo, de la más grotesca dominación incestuosa donde yo, iría a ser su objeto en adelante.

Y así, la cosa resultó.

Mi hermana comenzó a decidir todo cuanto hacerme deseaba, y yo, a cumplir en aquel rol de ser su sometido y felíz esclavo caliente…pero bien bieeeennnn caliente!!!

Mi hermana comenzó a follarme como energúmena cabalgándome horas enteras ya en su cama ya en la mía, ya en el jardín o ya donde fuera, y me vivía mamando y haciéndome acabar como un condenado aquellos torrentosos ríos de sémen que me hacía saltar en medio de las más monstruosas calenturas en las que sabía ponerme antes de cada captura, y así, yo comencé aquéllo de ser el más felíz objeto de una hermana avasallantemente abusadora.

Nuestros padres, que vivían viajando, casi nunca estaban en casa, y aquello entre nosotros dos era un verdadero viva la pepa. Yo vivía prácticam,ente desnudo siempre en casa mientras estaba con ella, y ella…acaballada sobre mis hombros o follándome o mamándome o haciéndome chuparle bien la concha y el culo, y los pies y lo que se le antojase.

Mi devoción por mi hermana era crecientemente bestial, y hasta yo mismo a veces andaba detrás de ella ofreciéndome para ser su juguete.

Un día, una tía me comentó que mi hermana había estado sutil e inteligentem,ente trabajando para lograr todo eso, contándome que mi hermana pacientemente, día tras día, ponía en mi comida sustancias que iban dejándome menos inteligente a la vez que más “caliente” y virilmente erotizable, hasta que mi ser entero quedó cautivo en ese estado donde pudo ella hacerme así a sus pies caer, y rtesultar, lo que resulté.

Entonces…más creció en mí, esa cosa como de admiración desmedida por mi dominante hermana ! Sí: ella…¡había sabido atraparme conquistándome como me había conquistado! ¡Ay!!!¡por favor!!! ¡qué placer más fuerte!!!

Fuí y se lo pregunté para saber si era éso cierto, y cuando se lo pregunté, instantáneamente su rostro quedó rojo como un tomate, y su risa no pudo ser más cochina de lo que fué dibujando en su mirar, la morisqueta más socarrona que pudo hacerme. Los dos reímos, y recuerdo que a los empujones, me llevó hasta su cama o la mía ya no me acuerdo, y ahí…me dió una de las más avasallantes cochadas haciéndome hasta relinchar en orgasmos y acabadas como de bestia más que de humano.

Suele azotarme en azotaínas eróticas donde me dá de cintazos, y donde yo río y lloro y lloro y río, para después, cocharme en cochaderas para el recuerdo.

Tiene pensado pronto inyectarme con un poderosísimo excitante sexual que se les inyecta a los toros sementales cuando los juntan para aparearse con las vacas y que puedan así tener más potentes performances copulantes, para ver cómo quedo yo con éso inyectado en mi cuerpo. Será cosa de contarla en un siguiente relato, si es que sobrevivo a tal cosa o no me enloquezca tal vez.

Por ahora, era ésto lo que tenía para contarles, y de cómo acabé a los pies de mi hermosa y dominante hermana.

Si les gustó comenten. Gracias!

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Soy Carmina, tengo cuarenta y seis años, viuda, empresaria y vivo con mi único hijo en Galicia, muy cerca de A Coruña

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A continuación les ofrezco una historia muy parecida a la mía para que la valoren y, si fuera el caso, también la disfruten.

Soy Pancho, tengo casi cuarenta años, vivo en Madrid y me lo monto con mi madre, de modo que eso me ha hecho relacionarme con otros chicos que más o menos hacen lo mismo y casi se podría decir que me estoy convirtiendo en sus confidentes.

Hola, soy Jorge, soy gallego y vivo en una pequeña villa cerca de la ciudad de A Coruña. Soy un joven de 21 años, estoy cursando los primeros años de Económicas en la Universidad y vivo sólo con mi madre. Mi padre, era el patrón de un pesquero que contaba con una tripulación de cinco pescadores y todos, barco, patrón y marineros desaparecieron en la inmensidad de la mar cuando yo apenas contaba los cuatro años. Se supone que naufragó y todos murieron, pero como digo sólo se supone, porque nunca nada se supo ni del barco ni de su tripulación. Desdichadamente entre las gentes del lugar corrieron algunas versiones malintencionadas que achacaban otras actividades, pero nada se pudo probar y nada se volvió a saber del caso.

Con el tiempo y recabando datos de unos y de otros, aparte del testimonio de mi madre, he llegado al convencimiento de que mi padre y la tripulación naufragaron en algún lugar de la costa africana dedicados a su oficio que no era otro que la pesca. Por aquellos tiempos algunos patrones buscaban atajos para remediar la precariedad de caladeros donde faenar y algunos cayeron en la tentación de dedicarse al tráfico de armas, pero estoy convencido que no fue ese el caso de mi padre.

Todo esto se lo cuento no para reivindicar el nombre y la honorabilidad de mi padre, se lo cuento sólo para que entiendan una situación que a buen seguro, es difícil de entender, inclusive teniendo en cuenta los antecedentes. Como quiera que mi padre no murió, sino que desapareció, mi madre no fue reconocida como viuda, sencillamente su marido salió un día a faenar a la mar y aún no ha vuelto. Por supuesto nada de cobrar la paga de viudedad y menos cobrar el seguro del barco.

Esto, entre otras dificultades, ocasionó que en mi casa cesó la entrada de dinero para vivir, así que mi madre se tuvo que apoyar en la familia y abrió una tienda en el centro de A Coruña y comenzó una vida de empresaria de la moda, que afortunadamente le ha ido muy bien en lo económico y en lo personal.

Como dije, eso entre otras dificultades, porque la mayor es que ella se sentía señalada y yo más o menos empecé a tener problemas con los compañeros del colegio, que a nada que me descuidará me señalaban como traficante de armas. Esa situación nos llevó a encerrarnos el uno con el otro, inclusive ella tomó una decisión que en aquel entonces era comprensible: dormíamos juntos. Lo que ya no fue comprensible es que aún hoy en día no hemos encontrado el momento para acostarnos cada uno en nuestra habitación, y no crean que es por falta de espacio o porque no dispongo de una habitación amueblada, de hecho dispongo de una espléndida habitación, espléndidamente amueblada y equipada donde hago vida, estudio, veo la televisión y juego con la Play Statión, pero a la hora de acostarme me voy a la cama de mi madre.

Hace unos días vino a casa la encargada de una de las tiendas de mi madre, con quien ella mantiene una buena amistad. Se llama Patricia y tiene unos cuarenta y tantos años, más o menos la edad de Carmina, mi madre. Era domingo, hacía sol y el tiempo estaba templado, así que decidieron subir a una pequeña terraza que tiene nuestra casa a modo de solarium, a tomar el sol y ponerse morenas. Claro, teniendo en cuenta mi edad y mi natural tendencia a relacionarme poco con los chicos y las chicas de mi edad, pues entenderán que mis experiencias sexuales eran hasta ese momento más bien escasas, es decir, nulas.

Yo me imaginé a Patricia desnuda en la terraza despanzurrada al sol, de modo que corrí a subirme a un camaranchón que hace pared con la terraza y donde hay una mínima rendija entre los barrotes que sujeta

n la antena de la televisión. Yo la había visto hace tiempo, pero no la había tapado con silicona, como me había dicho mi madre, porque esperaba que algún día esa rendija me iba a dar una alegría.

Iba bien preparado para lo que pudiese encontrarme, cámara digital incluida. Me asomé por la rendija y bingo. Allí, apenas a un par de metros, tenia ante mis ojos el Paraíso Terrenal. Patricia tumbada boca abajo en una tumbona, despatarrada, mostraba su esplendoroso culo y se apreciaba una espesa mata de pelo que, desde luego no dejaba ver su chocho, pero se le intuía. Como comprenderán aproveché la ocasión e hice todas las fotos que pude, aunque las imágenes era una repetición: el culo de Patricia más cerca o más lejos gracias al zoom, pero ya les digo, el cuerpo ni verlo ni olerlo, la rendija no daba para más.

Con el preciado material me fui a mi habitación y las edité en papel, las grabé en el ordenador e hice una ampliación de la mejor imagen. Los días siguientes fueron un festín. Me harté de hacerme pajas extasiado ante la fotografía de la ampliación del culo de Patricia y la mata de pelo negro que envolvía su chocho.

Era primavera y el tiempo se mantenía estable, de modo que el domingo siguiente también vino Patricia a casa para tostarse al sol con mi madre. Como comprenderán, yo estaba ojo avizor y en cuanto se metieron al solarium y escuché el cerrojo que trancaba la terraza, subí disparado al camaranchón para ver si la suerte me acompañaba y podía sacarle fotos a Patricia de todo el cuerpo desnudo. Me asomé con el mayor sigilo por la rendija y me quedé pálido y sin aliento ante lo que estaba viendo. Efectivamente esta vez la hamaca estaba un poquitin más alejada y desde la rendija se podía ver el cuerpo entero de Patricia, desnuda y con la cara medio ladeada, pero la sorpresa es que su culo tenía en una de sus nalgas un pequeño tatuaje como de un símbolo chino. Me temblaban las piernas y las manos y di un salto para alejarme de la rendija. Comprenderán mi turbación: hacía una semana que me estaba haciendo pajas a la salud del culo de mi madre. El culo que fotografié el otro día era el de mi madre.

Bajé corriendo a mi habitación, saqué del armario la ampliación del culo de Carmina e hice intención de romperlo, pero contrariamente a mis intenciones, en lugar de romperlo me hice una paja enfurecido y besando, lamiendo y babeando la foto por todos lados. Cuando terminé volví a subir corriendo al camaranchón y me asomé por la rendija cuanto pude para ver si divisaba el culo de mi madre, pero nada, lo único que se divisaba era el seboso y desparramado culo de Patricia.

Aquella noche fue una noche especial, quizás la primera noche de mi vida. Hasta ahora las noche eran para dormir, pero esa noche ardía en deseos de que mi madre se acostara, viniese a mi habitación a despedirse y a decirme, como siempre, que no tardase en acostarme.

-Puedes estar segura Carmina que no tardaré en acostarme- pensé para mí, a la vez que a duras penas conseguía mantener a raya la hinchazón de mi polla. La tentación vivía en casa y dentro de unos minutos aquel culo que idolatraba desde hacia días lo tendría a mano.

Me acosté con el mayor sigilo para no despertarla y cuando estuve a su lado me quedé durante unos minutos casi sin respirar para ver si dormía o estaba despierta. Cuando estuve más o menos seguro de que Carmina dormía, eché mano a sus bragas y despacito, despacito, las fui bajando hasta medía nalga. Ella estaba de espaldas, lo que me facilitó mucho la labor. La verdad es que no me atrevía a seguir bajándole las bragas y por otra parte mi calentura me apremiaba y ya había espacio suficiente para acercarle mi polla y restregársela por el culo. La corrida fue monumental, menos mal que ella no se despertó, aunque le había dejado el culo y las bragas llenas de semen.

La Madre dice:

Soy Carmina, tengo cuarenta y seis años, viuda, empresaria y vivo con mi único hijo en Galicia, muy cerca de A Coruña. Tengo una muy buena casa, una posición económica desahogada y un problema: Por razones que no vienen al caso, hasta ahora he estado durmiendo con mi hijo, pero ya es un universitario y supongo que a su edad ya debería mantener relaciones sexuales más o menos estables con chicas de su edad, pero tal parece que estuviera en esa

etapa de descubrir el sexo a trompicones y aliviándose a su aire.

El otro día estaba acostada y sin que hasta ese momento hubiese tenido el más mínimo percance con el sexo, noté que al acostarse me metía mano a las bragas y me las bajaba un poco. Estuve a punto de revolverme y pedirle que se marchara a su cama, pero no pude, cuando quise decírselo ya tenia su hinchadísima polla metida en mi culo.

Esperé para ver cómo acababa la cosa y acabó con un torrente de semen regando mi culo y empapando mis bragas. En cuanto terminó hice intención de volverme y pedirle, bueno quizás esta vez exigirle, que se marchará a su cama, pero cuando quise hacerlo me di cuenta que se había dormido y estaba durmiendo a pierna suelta, el muy infeliz, había tenido una niñez un tanto retraída y supongo que esto no sería más que un episodio que no se volvería a repetir, porque desde luego, en cuanto nos levantásemos le diría que a partir de esta noche tendría que dormir en su habitación.

Bueno esa era mi intención, pero al levantarme al día siguiente e ir a la cocina ya me tenía el desayuno puesto en la mesa y en un vaso me había puesto una flor que había recogido del jardín, así que le di un beso por las atenciones que tenía conmigo, y las cosas que tenía que decirle, se las diría por la noche.

Esa noche quise decirle que se acostara en su habitación, Todo el día me había estado convenciendo de que no podía permitir que eso continuara porque había peligro de que se volviese a producir otro incidente. Entré en su habitación con esa intención, pero no me atreví y le dije que no tardase en acostarse. Me marché a mi habitación, pero para evitar problemas tomé medidas, busqué una braga faja que tenía en el armario y me la puse.

Era de textura dura y me apretaba el cuerpo de modo que, aunque lo intentara, no había la más mínima posibilidad de que consiguiera bajármelas, así que con mi culo a prueba de tocones me acosté tranquila. Claro, que tardé más en acostarme que en dar un salto y levantarme. Me fui corriendo a la cómoda, me quité aquella braga y apresuradamente cogí el tanga más pequeñito y suave que tenía, me lo puse y me metí nuevamente en la cama corriendo. En ese momento entraba Jorge.

Al cabo de un rato ya estaba hurgando entre mis bragas. Yo creo que se llevó un alegrón cuando comprobó lo breve y suave de las bragas que llevaba puestas esa noche. Esta vez y quizás gracias a las facilidades, las bajó cuanto pudo, incluso quedaba al descubierto el chocho, de modo que esa noche medio me la metió, pero se corrió como lo que era: un principiante.

Los siguientes días más de lo mismo: yo diciéndome todo el día que le tenía que mandar a dormir a su habitación, pero por la noche buscando las braguitas más livianas para ponérmelas. Él cada noche y gracias a que me hacía la dormida, se atrevía a un poco más y ahora, ya descaradamente, me la metía y se corría en mi chocho, eso sí, todo por detrás y con las bragas entre las piernas.

Yo cada día esto lo llevaba peor, porque como hembra, me estaba calentando hasta límites insoportables, pero no conseguía aliviarme. De la manera que me follaba mi hijo nunca lo conseguiría, de modo que decidí cambiar la postura y hacerme la dormida boca arriba.

Esperaba que él me quitase las bragas y se subiese encima para follarme como se manda, pero mi chasco fue enorme, porque ese día, al comprobar que no estaba de espaldas quizás es que interpretó otra cosa y no hizo nada. Yo me desesperé toda la noche, estuve a punto de tomar la iniciativa, pero me contuve y pasé, eso sí, una muy mala noche.

La noche siguiente nada de experimentos. Ya había pasado una noche en blanco y no quería arriesgarme, de modo que otra vez al mismo estilo, por detrás y con las bragas entre las piernas, eso sí, mi calentura era tal que ya empezaba a disfrutar tímidamente, aunque debido a su inexperiencia tenía que terminar de aliviarme sola y ya cuando se había dormido.

La cosa reconozco que no era para tirar cohetes, pero se diría que empezaba a tener una vida sexual cómoda, confortable y reconfortante. Lo nuestro era una conspiración de silencio, porque por supuesto nunca me di por enterada, aunque

era difícil de creer que estaba dormida, porque según ganaba experiencia y confianza, sus envites eran para despertar a un oso en periodo de hibernación. Casi se podría decir que esto se estaba convirtiendo en rutina de pareja.

Comenta el hijo:

Ya saben que en Galicia hace un sol de carallo, eso sí, lo hace muy pocas veces, pero las veces que lo hace y hace cierto calor, a mi madre la encanta que la lleve a cierta calita en la Costa de la Muerte, muy apartada, muy inaccesible y por tanto muy poco frecuentada. Llegamos y no había absolutamente nadie. Sacamos unas toallas y nos tumbamos tranquilamente a tomar el sol y a escuchar música, pero al cabo del rato escuchamos que alguien llegaba a la cala. Era una pareja como de treinta y tantos años, muy bulliciosos, muy puestos y con muchas ganas de reír, porque metían una bulla que desde luego no pasaban desapercibidos.

La playita era más bien larga y estrecha, pero había sitio suficiente para que se pudiesen acomodar tranquilamente, pero no crean que buscaron algún lugar apartado de nosotros, muy al contrario, se instalaron prácticamente a unos metros de donde estábamos mi madre y yo. Eso de entrada no pasaba de ser un simple incomodo porque rompía en parte nuestra intimidad, lo que ya no fue tan simple es que en lugar de quedarse en traje de baño se quedaron en pelotas.

-Bueno, serán nudistas- pensamos mi madre y yo, pero no quedó ahí la cosa porque apenas diez minutos después se pusieron a follar sin el menor recato y sin cortarse un pelo por nuestra presencia.

Carmina y yo, sentados, nos quedamos pasmados mirando a la pareja follar prácticamente encima de nosotros, riéndose y mirándonos de reojo.

-¿Crees que se van a escandalizar?- le preguntó la mujer al vernos tan sorprendidos.

-No creo- le respondió él -Ellos no saben que se la estoy metiendo a la mujer de mi jefe.

Era evidente que la pareja que formábamos Carmina y yo era cuando menos desigual. Yo era un joven muchacho y eso se veía. Mi madre era una mujer madura y eso también se veía, de modo que cualquiera podía adivinar que no éramos precisamente una pareja de novios. Carmina y yo nos miramos a los ojos y ambos asumimos lo que últimamente estábamos haciendo por las noches, y sobre todo, ambos sabíamos lo que queríamos hacer, de modo que se tumbó en la toalla y se quitó el bikini, bragas incluidas. Yo me desprendí del traje de baño, me subí encima de Carmina, se la metí y comencé a follarla.

La pareja de entrometidos al ver la escena se sentaron y se quedaron atónitos mirándonos. Ambos nos dimos cuenta y mi madre, con mucha sorna, me preguntó:

-¿Crees que se van a escandalizar?-.

-No creo- le respondí -Ellos no saben que se la estoy metiendo a mi madre.

Y allí tenía a Carmina, abierta de piernas, felizmente desbragada y gimiendo como una burra. Estos entrometidos se van a enterar del chocho que calza mi madre.

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Tuve sexo con dos maduras mamacitas, primero mi Vecina Y Después Mi Madre

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Me sucedió unos años atrás cuando vivía en un condumio, recién construido, con hermosas casas, todas nuevas, por cierto y todavía, no vendidas, la mayoría de ellas.

Yo tenía en esa época 22 años y estudiaba en la Universidad. Vivía solo con mi madre, pues a mi padre, nunca le conocí. Mi madre trabajaba en una tienda de mis abuelos por las tardes, pues en las mañanas se quedaba en los menesteres propios del hogar. Tenía en esa época, 45 años.

A los pocos meses, se mudaron al lado de mi casa, una familia compuesta de los padres y dos hijos varones, en un elegante mercedes benz y otro automóvil, menos lujoso, pero bueno.

La dueña de casa, era una hermosa trigueña de unos 40 años, relativamente alta. Era dueña de un hermoso y redondeado poto o culo, como suele llamarse a esa parte de la anatomía, en algunas partes del mundo. Sus tetas, eran grandes y a través de sus ropas, muy apetecible. Su carita hermosa y dueña de unos ojos verdes muy lindos. Su pelo, sin duda teñido color castaño y rizado.

Su marido, un señor que bordeaba los 50 años y desde el principio, me dio la idea que no era muy ágil en las cosas del amor menos como amante.

Me apresuré a ayudarles a instalarse y a admirar a su linda familia. Desde el principio, aquella mujer me calentaba y lo único que pensaba era en culearmela y hacerla gozar del sexo, como quizás nunca en su vida había gozado. Sin duda que merecía gozar de la vida sexual, pues una diosa de esas proporciones, no podía quedar exenta de tanto gozo y placer que da el buen sexo.

De hecho, estaba seguro o me imaginaba, que a lo más se la habían culeado, en la clásica posición. Ella abajo y él arriba, y de eyaculación precoz y que a lo sumo, alguna vez le habían masajeado sus tetas y chupado sus pezones.

De solo imaginar, como me la culearía algún día, me ponía caliente al máximo. A ese objetivo, en los días siguientes iba orientado todos mis esfuerzos. Culearme a esa rica y madura vecinita.

Con el tiempo, pasado algunos meses, como buenos vecinos, la amistad iba creciendo a todo dar y yo siempre muy solícito en lo que les podía ayudar.

Ellos tienen un campo fuera de la ciudad y viajan a él muy seguido razón por la cual, nos pedían que les cuidáramos la casa y alimentáramos a su hermoso perro pastor alemán. Para ello, nos dejaban las llaves de su casa y así poder regar las plantas de interiores y el jardín en el verano.

Un fin de semana, me ofrecí para esas tareas y corrí a cumplir con los mandados. Terminado éstos, me fui a la habitación de la dueña de casa y busqué su ropa interior…quería ver sus sostenes, sus calzones sus camisolas de dormir…todo lo que sus prendas rozaran su hermoso cuerpo y así empaparme con sus ricos olores.

Entré al baño y debajo del lavamanos, hay un depósito para ropa sucia y para mi suerte encontré unos calzones usados…y rápidamente los masajeé y olí…aún tenían el olor de su zorra muy rica…ese olor típico y excitante de las vaginas……ese olor tan fuerte y rico que deja caliente a cualquier hombre.

Todo ese feliz fin de semana, me pasaba regando y alimentando al maravilloso perro y pajeándome como un loco, con sus bellos calzones…..y tocaba sus sostenes, que abrigaban y sostenían sus grandes y lindas tetas…me imaginaba culeando a mi rica vecina y llegaba a los orgasmos más maravillosos.

Ellos llegaron el domingo de ese fin de semana. Mi madre me pidió que fuera a devolverles las copias de las llaves de su casa y en realidad, no tenia muchas ganas de ir, le dije a mi madre q mañana se las llevara ella.

A la mañana siguiente muy temprano, estando yo levantado ya, llamó mi vecina y atiendo el teléfono.

-Hola Roberto, me dice, ¿te desperté? -No señora, estoy en pie desde hace mucho. Le respondí.

-Dime Ximena, no seas tan serio, mira que soy joven aún….

-Sí Ximena, eres muy joven y muy bella respondí, de inmediato.

Me pidió si le podía ayudar en arreglar su máquina de lavar platos, pues tenía un desperfecto ya que en otra oportunidad, le había solucionado una falla que tenía esa máquina.

-Con gusto, le respondí. Voy de inmediato.

En menos que canta un gallo, ya me encontraba en su casa, tocando el timbre. Me abrió la puerta en pijama, sin lavarse su carita y muy bella. No acababa de salir de la cama pero no se había duchado aún.

-Pasa, me dijo. Trata de ver que tiene esa máquina que me fastidia. Por mientras, me ducharé y después nos tomamos un café, ¿te parece? -Si Ximena, ve a bañarte y yo veo este asunto.

Yo de solo imaginarla en el baño, me calenté al máximo y ya quería visitarla en la ducha. Estaba caliente, muy caliente…

Apenas sentí que se metía al baño, revisé la máquina y me di cuenta que un cable del enchufe estaba suelto no haciendo contacto. En menos que canta un gallo, ya tenía solucionado el terrible problema. Salí al patio para intentar espiarla, mientras se duchaba y muy despacio, me acerqué a la ventana del baño…y mi sorpresa…ahí estaba desnuda entera, jabonándose sus tetas, su maravilloso cuerpo, algo gordito pero muy rico y su culo maravilloso. Mi pene ya no daba más…salí de ahí y me colé a su dormitorio y encima de su cama encontré su pijama. Busqué el pantalón y lo di vuelta para olerlo…tenia todo su olor…fuerte, rico, caliente…no aguanté más y me puse a pajear feliz de la vida…

No sentí, cuando de pronto se abrió la puerta del baño y salio ella con una toalla en la cabeza completamente desnuda. Nunca se imaginó que me encontraría allí, menos aún pajeándome como un condenado…

-¡Roberto ¡!!!!!! ¿Qué haces? Me puse nervioso y solté mi pene.

-Perdóname…, le dije, ya arreglé la máquina…estaba tan caliente que te miré duchándote…que no aguanté más y me colé a tu dormitorio.

Ella a su vez, no hallaba como taparse…pues si se cubría sus senos, me dejaba su zorra peluda, exquisita a mi vista…..y además me miraba con sed…mi falo…grande y caliente…..su cuerpo era un monumento a la belleza, aunque sea ésta subjetiva….a mi al menos me calentaba al grado máximo.

Iba a salir del dormitorio y me dijo: -Alcánzame el pijama… ¡y cierra la puerta por fuera!Le pasé el pijama y al acercarme…rocé un pezón de adrede, que la puso a mil…..me acerqué y la besé…..respondió a mis besos y acaricié su culito con mis manos……separé mi boca de la suya y nos quedamos mirando…..

-Debes salir de mi casa, me dijo balbuceando.

La mire….ya había dejado caer el pijama…la toalla que traía en la cabeza, también había caído…estaba desnuda, hermosa, recién salida de la ducha….una mujer lista para ser amada y feliz……

Salí de su cuarto, pero no quería abandonar su casa…me senté en las escaleras que llevan al segundo piso, apoyando la cabeza con mis manos y mirando el suelo, en blanco, pensando en ella, en su cuerpo…..

Al poco rato, unos dos o tres minutos, y quizás, debido a que no escuchó que cerraba la puerta de su casa, la vi salir con una bata de su dormitorio, el pelo mojado, nerviosa y me puse de pie….

Ella, me ofreció la mano, tiernamente….yo me quería morir….tomé su hermosa mano y entramos a su dormitorio….nos quedamos de pie besándonos largamente, sin decirnos nada…. mis manos acariciaban su culito y la otra buscaba sus pechos, sus hermosas y lindas tetas, sus grandes pezones…que se ponían duritos…ricos para mamarlos….

De repente me empezó a desnudar y en un momento ya estábamos desnudos, besándonos, tocándonos…Fueron unos minutos exquisitos, largos, llenos de pasión calentura, vigorosidad, fuerza…

La llevé a la cama…y al caer sobre ella, nos seguimos besando con frenesí, y mi boca iba en busca de sus tetas….erguidas, tersas, y empiece con cuidado a besar sus pezones…a jugar con mi lengua con ellos…mientras ella me acariciaba la espalda y mi culo….manoseaba mi pene duro y grande…..

En unos instantes, ya estábamos haciéndonos un maravilloso 69….tenía en mi cara su maravillosa y frondosa zorra, su vagina y mi lengua se afanaba chupándola, acariciándole su clítoris….bebiendo su néctar, que manaba generosa de su propio cáliz de amor…..

No se cuanto duró, pero ella me chupaba mi pene con maestría, con lujuria, y yo gozaba de su cuerpo, mientras le chupaba su vagina y su ano exquisito…se convulsionaba y yo sentía sus líquidos saliendo de su concha amorosa… caliente… hinchada…..

Yo ya no daba más pero no quería acabar aún, quería prolongar este amor tan rico y caliente y de pronto, me separé de ella y me puse de espaldas y le pedí que se sentara en mi cara…quería lamerla entera…quería tener su vagina en mi boca y ahogarme en ella……se subió arriba de mi y se deja caer hermosa con su zorra en mi boca…rápidamente seguí chupando y ella se movía como loca y gritaba ……másssss más amor, mássssss ohhhhhhhhh amor que manera de gozarrrrrrrrr…..mete toda tu lengua mi niñoooooooooooooo

Yo seguía chupándole, cuando de pronto se separó y echándose para atrás, se sentó en mi pene……y empezó a cabalgar…como una verdadera amazona….yo veía sus lindas tetas moviéndose, poniéndome más caliente…….más gritaba…muevete mássss amor!!!!! Su cadencia era maravillosa…….y mi pene se metía en toda su zorra llegándole a las profundidades jamás experimentadas por ella….En eso estaba, empalado, cuando al mirar hacia la puerta, veo a mi madre, mirando tal espectáculo. Ella había entrado a la casa de la vecina, con las llaves que en la noche anterior, yo no había devuelto y ella, sin saber de lo que ocurría, había ido a devolverlas…Me quedé helado, y de pronto, mi madre desapareció…Ximena no se dio cuenta de ello y seguía moviéndose…..

Entre los segundos que se sucedieron cuando me di cuenta de la presencia de mi madre y que ella se retiraba de la puerta del dormitorio, mi pene se puso fláccido, de la pura impresión.

Yo había gozado mucho el amor de Ximena, mas, aún no acababa…no me había corrido…Ximena, ausente de todo, me preguntó -¿Qué te pasó mi Roberto? -Nada amor, sigamos…respondí…

Se bajo de mí y nos empezamos a besar, a acariciar, le mamé sus tetas, con dulzura…..y ella me acariciaba mi pene……

De pronto ya estaba tieso nuevamente y quería culearla rico……la tumbé de espalda y abrí sus piernas…vi toda su exquisita zorra, húmeda, caliente….y se la chupé con ganas…..ella se retorcía de placer….y mi pene ya estaba pidiendo a gritos entrar en esa maravillosa casita, llena de néctares y jugos…..

Empecé a culear como loco, lento y rápido y Ximena, gritaba más aullaba…..se venia y me decía….rico es ricoooooo más amor dame todaaaaaaaaaaaaaa Yo seguía estaba embalado…..quería acabar con ganas…….en su caliente zorra….A los pocos minutos, por fin, por mi pene salía mi semen a borbotones, caliente humedeciendo más su exquisita zorra…..

Me tumbé encima de ella….me la había follado..delicioso….rico…caliente.era una diosa….Creo que estuvimos como una hora amándonos, gozándonos como nunca……

Me invitó a la ducha y juntos, seguimos esos juegos tan deliciosos….mamándole sus tetas….su concha llena de pendejos……su ano maravilloso…………….Después de 15 minutos más o menos……nos salimos…..me vestí, le ayudé a vestirla, poniéndole su sostén y sus calzones……su blusa y falda…se veía hermosa….seguía tocándola….

– ¿qué tenía la máquina? Me pregunto al despedirnos.

-Nada Ximena, poca cosa……

Me da un beso en la boca y me dijo: -cuando esté sola y tú sin clases en la universidad, quizás tenga algún electrodoméstico con desperfecto……

-Si Ximenita, cuando quieras……fue delicioso…….

Tenía miedo de llegar a mi casa y enfrentar a mi madre. Pero tenía que ir a buscar unos libros y cuadernos e irme a la Universidad. Entre despacio, cuando me disponía a subir las escaleras que conducen al segundo piso, mi madre, me llamo:

– Roberto, ven, quiero hablarte.

Me puse rojo y le di la cara…

-Dime mamí…

-Te vi haciendo el amor con Ximena…¿cómo ocurrió?

-Mamá – le respondí – Ximena, llamó temprano a casa me pidió si le podía arreglar su máquina de lavar platos. No era casi nada……lo arreglé y mientras ella se duchaba…la fui a espiar…me calenté mucho…entré a su cuarto y empecé a masturbarme….ella me sorprendió así, cuando salía desnuda de su baño…..pues no sabía que yo estaba allí…..

-Espiándola, ¿como me espías a mi, verdad? Me puse rojo como un tomate…

-Si Roberto, me he dado cuenta  que no pierdes oportunidad de verme…..

-Mamá…eres hermosa….y he tenido muy poca experiencia sexual con mujeres de la Universidad….hasta hoy……y en la mayoría de las veces me he masturbado con tus calzones y sostenes….y esta vez…..se dio la oportunidad…..

-Ella es casada, hijo, me respondió…es peligroso y daña nuestras relaciones de vecinos.

Debes respetar a su marido y a sus hijos, que aunque sean menores que tú, de alguna manera, te relacionas con ellos, les ayudas en sus deberes…en deportes juegan juntos, especialmente con Raúl, el mayor……

-Si mamá tienes razón…no volverá a ocurrir….

Mamá dio por terminada la conversación y salió hacia la cocina…yo subí a mi cuarto, encendí el computador, y no hallaba que hacer…estaba confundido pero…esa mujer me calentaba mucho…quería volver a acostarme con ella….

Sin saber que hacer, apagué el computador, tomé mis libros y partí a la Universidad. Al despedirme, mi mamá, me dice…estudia hijo….y no hagas bobadas…..

-sí mamá, respondí……

Regresé de la Universidad, en la tarde, cerca de las 8 de la noche…..a esa hora se suponía que mi madre, estaba aún en la tienda, pues cierran a las 8.30, entré a la casa y suena el teléfono…..

Era Ximena…..

-Hola Roberto ¿como te fue hoy en la Universidad? -Bien Ximena, gracias – respondí…..

-Roberto, ¿tú dejaste esta mañana, las llaves que entregué a tu mamá, en la mesa del teléfono? -No Ximena, fue mamá…….

Al otro lado de la línea, sentí un fuerte grito.

-¡¡¡¡¡¡¡¡¡ QUÉ !!!!!!!!!! -Si Ximena, mi mamá, cuando estábamos juntos, entró a tu casa, a devolver las llaves y nos sorprendió!!!

¿Qué te dijo?

-Que eras casada y debía respeto a tu familia- respondí…..

Se quedoó callada y luego de un rato, me dice….

-Y si algún electrodoméstico se descompone, vendrás a ayudarme???? – Si Ximena, con todo gusto…me reí….sin que mi madre lo sepa…claro está…..

-Bueno Roberto, ¿mañana a qué hora entras a la Universidad? -Tengo clases a partir de las 11 de la mañana. -¿Puedes venir a las 8 amor?-Siiiiiii, fue mi respuesta…

Ya estaba a mil y le colgué..Me calenté tanto que pensé en ir a pajearme….pero preferí guardar mi libido y deseos para la mañana siguiente……

Al rato después, llega mi madre de la tienda…cansada…ya tenía una pequeña cena, como de costumbre, preparada….

-Gracias hijo, me iré a duchar y luego cenamos. Me dijo ella Mi madre entró a su cuarto, cerró la puerta y yo seguía muy caliente…salí al patio con la idea de espiarla…la oscuridad exterior me ayudaba mucho…..la observé largo rato… estaba linda…sus tetas hermosas, blancas no muy grandes pero tampoco chicas….su culo precioso, y su zorra peluda…..como me encanta……Antes que cerrara la ducha ya estaba a mil de caliente….y me fui al comedor…..

Mamá, salió del cuarto de baño enfundada en una coqueta bata y sin nada debajo, según me pude dar cuenta después…….se sentó a la mesa y cenamos…..

Cuando le ayudé a retirar la mesa…me di cuenta que estaba absolutamente desnuda….. Empezó a lavar los platos y servicios y yo ayudándola…..

Mientras guardaba en los muebles unos platos ya secos, me acerqué por detrás…..y la abracé fuerte para que sintiera mi verga en su precioso culo…..

Al sentirme…se dio la vuelta y me besó…fuerte..se abrió la bata y se quedó absolutamente desnuda…Nos besamos y acaricié su rico culo….mis manos exploraron su vagina mojada, caliente…….estábamos a mil…..calientes ……… al máximo…mi boca buscó su pezón…..y lo mamé con amor intenso…estaba durito…..y mi mamita, me besaba el cuello, mis orejas dándome su aliento…….y revolcándome de placer……nos tomamos de la mano y nos fuimos a su dormitorio…..

Nos tendimos en su cama…me desnudé y mi mamá se quitó su bata y la vi desnuda, preciosa, blanca, con sus lindas tetas y pezones paraditos, llamándome a ser besados y chupados…..me acerqué….no habíamos dicho palabra alguna, solo el deseo y la lujuria se había apoderado de nuestras mentes…calientes de un hombre y una mujer.

Empezamos a besarnos, a acariciarnos, le chupé sus ricas tetas y acariciaba su vagina ya muy húmeda…caliente, lubricada…ella me acariciaba mi pene grueso y grande….en unos minutos ya estábamos dándonos un rico 69 y al cabo de un rato, me corrí en su boca, mientras yo sentía sus orgasmos y sus ricos y espesos flujos vaginales, muy fuertes en olor y deliciosamente agradables de sabor.

Nos quedamos allí, seguía chupando su vagina y de pronto….se levantó y se acostó a mi lado….me besó y me dijo…..

-te ví cuando me espiabas esta noche mientras estaba duchándome…y me calenté mucho…Desde ayer, cuando te vi con la vecina, te empecé a mirar como hombre…eres rico y te amoooooooo.

Me besó…Nos seguimos besando y me pidió que me la culeara…quería sentir mi verga en su zorra…ya estaba empalmado…le mamé sus ricas tetas y gemía como una loca….se revolcaba……me monté arriba de ella y empecé el mete – saca de su rica y lubricada vagina…….se movía, nos movíamos y pedía más y más…

-¡Que rico está… sigue amor, sigue mi niño¡

Yola seguía culeando y quería alargar el coito…estaba riquísimo……

Nos dimos, vuelta, ella me cabalgaba y saltaba arriba de mi pene….sus tetas maravillosas bamboleaban y las agarraba, las besaba…le chupaba sus pezones……..la gozaba y me gozaba al máximo…….

Al poco rato, ya de estar cabalgándome y sintiendo mi pene en el fondo de sus entrañas……nos vinimos y ella sintió en su zorra mi semen que salía a chorros……Se separó de mi, y me empezó a chupar mi pene…..a limpiarlo con su lengua….nos abrazamos….y nos dormimos…..hasta el otro día….

Eran las siete de la mañana…desperté y vi a mi hermosa madre desnuda…a mi lado..La besé…le chupé su zorra…le di un orgasmo…nos quedamos abrazados un rato largo, me besó con ternura…quería quedarme con ella en la cama, volverla a amar…a poseerla…pero me levanté…tenía una cita a las 8 de la mañana…..

Continuará…

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Aquella noche comenzaría un nuevo ciclo de mi vida, desde entonces me follo a mi madre día sí y día también

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Estábamos en casa mi novia y su madre, mamá y yo, discutiendo los preparativos de las vacaciones, era la primera vez que nos íbamos de viaje mi novia y yo, los dos solitos, sin nadie que nos molestara, y eso a muy pesar nuestro no era del agrado de mi futura suegra, así que allá estábamos intentando convencer a Marisa, la madre de mi novia, que una semanita en Mallorca no nos haría daño, todo lo contrario.

Yo salgo con mi novia desde siempre, desde que tengo uso de razón, sus padres y los míos son amigos desde mucho antes de que naciéramos nosotros y se puede decir que nos hemos criado juntos ya con el noviazgo casi predestinado. Yo había cumplido 20 años, de esto hace ahora 2 años, y Sonia mi novia había cumplido los 18 años, nos veíamos como una pareja ya formada y estábamos dispuestos a pasarnos una semanita sin controles de ningún tipo.

Mamá preparó café y estuvimos charlando del tema hasta dejarlo casi zanjado, finalmente nos iríamos de viaje, pero queríamos tranquilizar a nuestras madres de que no nos iba a pasar nada malo.

-¡Venga un poco de champán para celebrarlo!- insistí yo para quitarle importancia al asunto y descargarlo de hierro -¡venga José trae una botella de cava que yo pongo las copas!- me dijo mamá, y a los minutos estábamos brindando, riendo y gastando bromas sobre un asunto la mar de estúpido que jamás llegaré a entender, pedirle permiso a nuestros padre a nuestra edad para marcharte de vacaciones.

Estuvimos charlando y tomando cava casi toda la tarde, hasta que salió no sé muy bien como el tema del parchís, la idea de jugar una partida los cuatro. Marisa no tardó en saltar-¡venga que nos aportamos, que yo sin apostar no juego a nada!- ¡eso, eso, cuanto dinero ponemos, cuanto nos jugamos!- dijo a su vez mamá, pero Sonia tuvo que destacar-¿Y si nos apostáramos las prendas?-Sonia me miraba picarona y sonreía, sabía que su madre no tiene pelos en la lengua y es una profesional dejando en ridículo a los hombres. Marisa se echó a reír-

¡ Sí, mujer, para que José gane y nos vea a todas en pelotas!- mi madre se reía y decía-¡es que aunque José pierda, seguro que en algo sale ganando!- tuve que defenderme-¡venga, venga que aunque os vea en bragas a las tres no va a pasar nada!-¡yaaaaa tú eres muy listo Joselito, no te gustaría a ti tenernos a las tres aquí contigo y con el culo al aire!- me dijo Marisa, pero el juego estaba a punto de empezar y eso hicimos, haríamos dos parejas Sonia y yo contra mi madre y Marisa y al final se pagaría con prendas.

Empezaron tirando mi madre, después yo, luego Marisa y por ultimo Sonia, estábamos colocados de la misma manera y orden. Íbamos jugando mientras tomábamos cava y nos reíamos de la pinta que tendríamos los cuatro desnudos y de la cara que pondría mi futuro suegro y mi padre sí en ese momento entraran en casa.

Marisa tiró los dados y se comió una ficha de su hija, así pues Sonia tenía que pagar con la prenda y ni corta ni perezosa se quito la camiseta de golpe, quedándose en sujetador, entre bromas empezamos a simular que nos lanzábamos sobre ella a meterle mano sobre sus tetas pero entonces mi madre propuso una norma-¡no se puede tocar, en una momento dado solo las partes descubiertas, las tapadas no… ¡que yo se de uno que tiene las manos muy largas!- -¡joder mamá ni que fuera a pasarme con vosotras!- dije yo-¡uuuyyyyy yo no me fío de tí ni un pelo, a la que nos descuidamos seguro que nos estas tocando el culo, a tu madre y a mí no lo sé, pero a Sonia…andas que vas a tardar!-se reía Marisa-¡venga…venga que ya será para menos!- me quejé-¡no sí al final y ya lo verás vamos a ser nosotras quien le veamos en pelotas, al final te quedaras con la minga al aire…ya lo verás!- me dijo mi madre-¿y la tiene muy grande?- preguntó Marisa a mi madre-¡uyyyyy hace ya mucho tiempo que no se la he visto, desde que era un niño…eso pregúntaselo a Sonia!- mi novia se sonrojó y todos acabamos riendo y bromeando y comentando la desnudez de uno y de otro, cierto descaro se debía sin duda alguna al fruto del cava consumido.

Mi madre y Marisa se conocen desde jovencitas, desde mucho antes de casarse, ambas tienen 40 años y se casaron muy pronto, casi a la par, se conservan muy bien las dos cuarentones, están verdaderamente buenorras, mi madre es alta y muy guapa, ojos azules, rubia y algunas pecas en su rostro y algunas otras más en su precioso escote, tiene un cuerpo muy bien formado, buenas piernas, un culo precioso y apetecible, redondo, duro y respingón y unas tetas que son una maravilla, grandes y algo colgantes, por la edad, con unas aureolas grandes y rosadas y unos pezones que son una pasada de lo gordos y duros que los tiene, los tiene grandiosos y se le notan muchísimo aunque lleve puestas varias prendas de vestir.

Marisa es parecida a mamá pero en morena, está algo más rellenita, más kilos y un tanto más bajita, no mucho, pero también presume de tener un buen par de tetas y un culazo de no creer, se puede decir que ambas están muy follables, las dos tienen ese morbo especial, dada su complicidad para todo y por la facilidad que tienen en hablar y llamar las cosas por su nombre, aunque tengo que resaltar que mamá está mucho más buena que mi futura suegra.

Yo me estaba poniendo cachondo ante aquellas tres hembras que poco a poco se me iban desnudando ante mis ojos, seguimos jugando y le tocó pagar prenda a mamá, se quitó la camiseta que llevaba de estar por casa, sus enormes tetas medio escondidas en el sujetador provocaron que mi polla comenzara a moverse, no sé sí fue a causa del cava o no pero se respiraba cierto aire de libertino-¡mira que ojos se le han puesto a tu hijo!- dijo Marisa, mamá se echó a reír y dijo-¡pues hace tiempo que no me las ha visto ¿eh? José…hace ya años que no me ves las tetas!- yo me quedé perplejo y le contesté-¡sí hace ya algunos años!- mamá soltó entonces-¡ De todas formas es como sí nos vieras en bikini, no tiene la mayor importancia que nos veas en sujetador o en bragas!-¡mientras no nos veas el culo al aire!-dijo Marisa riendo, la cosa se estaba poniendo caliente y mi polla entre tanta bromita y el tentador escote de mi madre y de Sonia se me estaba endureciendo.

Mamá tiró los dados y me ganó una ficha, las tres mujeres empezaron a aplaudir y a gritarme cantando que me quitara los pantalones, mi madre es la que se veía más animada por aquello-¡los pantalones…los pantalones…los pantalones!- entre palmas y risas me animé y me puse de pie y en una especie de strip-tease me fui quitando los pantaloncillos de deporte, los arrojé al sillón que quedaba a mi izquierda y mamá entonó-¡ Que siga…que siga…que siga…!- las tres mujeres gritaban al unísono lo mismo me pedían que me quitara los calzoncillos, mamá aplaudía mientras cantaba y sus tetas rebotaban sobre su cuerpo, moviéndolas de un lado para otro, al final me corté de seguirles la corriente y me senté habiendo cumplido con mi prenda.

En esos momentos llamaron por teléfono, mamá se levantó y pude apreciar su culazo bien ajustado a un pantaloncillo corto de esos de estar por casa, también deportivo, como se movía mi madre, me la estaba poniendo dura, pero joder…era mi madre, la llamada resultó ser de mi futuro suegro y Marisa y Sonia se tenían que marchar, pero antes de irse Marisa me dijo-¡No desesperes que algún día acabaremos la partida y te veremos en pelotas!- todas comenzaron a reír y se marcharon, nos quedamos mamá y yo solos.

-¡Bueno…tu padre tiene hoy el turno doble…me visto o seguimos jugando!- dijo mamá, -¡anda siéntate que te voy a dejar desnuda!- le dije yo-¡jajajajajaja eso ya lo veremos ya, ya veras como acabas enseñándome lo que guardas ahí dentro!- señaló mi paquete, ya que yo estaba en calzoncillos, aunque ahora no la tenía dura ni mucho menos. Mamá se sentó y sus enormes tetas botaron sobre ella.

Tiré los dados y me encasillé una ficha nada más empezar-¡toma ya…a pagar mami…a pagar con una prenda…!-mi madre se quedó mirando como incrédula el tablero y mirándome a los ojos se echó las manos a la espalda y se quitó el sujetador, las tetazas de mi madre cayeron bailando hacia los lados, enormes, grandes, gordas y muy apetitosas, se balanceaban con los gruesos pezones erectos apuntando hacia mi cara, mi polla adquirió dimensiones bárbaras, tenía el escote muy moreno debido al sol de la playa, con pecas anaranjadas y la punta de las tetas completamente blancas, en esa parte donde no le daba el sol, se me arqueó el slip y dibujo un levantamiento con la tela, entonces me levanté y me dirigí hacia ella-¿que pretendes?- me dijo mamá-¡Tú dijiste que solo podíamos tocar las zonas descubiertas y yo voy a cumplir tus normas!-

Comencé a tocarles las impresionantes tetazas a mi madre-¡hacia tiempo que no te las veía, las tienes muy bonitas mamá!- mi madre se reía mientras me decía-¡te gustan las tetas de mamá? Tú lo que tienes es una cara muy dura, mira que manosearle las tetas a tu madre!- eran impresionantes y no me cansaré de decirlo una y otra vez, espectaculares, grandes y rellenas, se las toqué con delicadeza, acariciándolas primero y pellizcando suavemente los pezones que crecieron como mi polla, duros y tiesos, una tentación, mamá dejó escapar un suspiro y su respiración empezó a acelerarse, le gustaba que le tocara las tetas,-¡joder mamá…vaya tetas tienes…son preciosas!–¿te gustan mis tetas, pues más te gustaban cuando eras un crío, sí no estabas mamando a cada hora te ponías a llorar…estabas hecho un granujilla!- me dijo mi madre dejándose tocar a mi antojo-¿y como te las mamaba así?-

Diciendo esto acerqué mis labios a un pezón y comencé a chupárselo, levantándolo con la lengua y ensalivándole toda la rosada y amplia aureola, comencé a chupar concienzudamente, mamá cerró los ojos y empezó a suspirar y mover la cabeza de un lado a otro, yo me estaba volviendo loco, mi lujuria abarcó las dos tetas y con las manos y la boca chupaba y tocaba libremente las tetas de mi madre, se las pellizcaba y se las agarraba llenándome las manos de teta materna, mamá soltó un gemido y me dijo-¡nene…para…que así no le chupa las tetas un hijo a su madre…párate cariño…que me estas poniendo muy rara!-¿entonces mamá como te las estoy chupando yo sino no es como un hijo?–¡esto no esta bien…hijo…me las estas endureciendo..Ahhhhhh…me las endureces mucho hijo…párate nene…¡para ya!

Mamá no quiso que siguiera chupándoselas, me incorporé y mi paquete llamaba la atención de una manera sobrenatural, mamá se dio cuenta y no apartó la vista de él hasta que me senté-¿seguimos jugando?- le dije, creyendo que no jugaríamos más-¡me toca tirar a mi!- me dijo mamá, cogió los dados y comenzó a menearlos como sí estuviera haciéndome una paja, me miraba y se reía. Sacó un cinco, después yo saqué un ocho, las fichas se iban acercando y la cosa se ponía muy interesante, de un momento a otro uno de los dos pagaría prenda y fui yo, mamá encasilló una ficha y me mandó pagar prenda, me quité la camiseta y mamá se levantó moviendo las tetas de un lado a otro, empezó a tocarme el pecho y a besarlo, me acarició la espalda y dejó caer sus pechos mojados por mi saliva sobre ella, me estuvo acariciando el vientre y llegó al slip totalmente levantado por la erección de mi polla, se quedó mirándolo y me dijo-¡al final te la voy a ver hasta crecidita del todo ya lo verás!- y volvió a su sitio.

Lancé los dados y moví una ficha inútil para alargar más la partida, mamá tiró otra vez y no pasó nada, pero a la siguiente tirada yo logré encasillar una ficha, mamá pagaría prenda otra vez. Se levantó muy decidida y se desabrochó los pantaloncillos muy poco a poco mirándome a los ojos, se los fue bajando moviendo la cintura como sí fuese un baile exótico y se quedó en bragas, unas bragas blancas, apretadas a su coño y a su culo, mojadas y manchadas justo en la zona que me gustaría volver a entrar, se reía y se dio la vuelta mostrándome su culazo que no estaba tapado ni mucho menos por las bragas, las nalgas las tenía medio al aire, mi polla gritaba por salir y por penetrar aquel cuerpazo que tenía delante-¡hostia mamá que uno no es de piedra joderrr!- le dije señalándome el paquete-¿y tú que te crees que yo sí lo soy, nada… nada a sufrir y en un momento dado ¡¡¡una ducha fría!!!-se les veía algunos pelillos de su coño como escapaban por su entrepierna.

Mamá volvió a tirar y encasilló una ficha con una tirada doble, me tocaba a mi pagar con mis calzoncillos, mamá aplaudía y gritaba de júbilo -¡he ganado…he ganado!-yo no me lo pensé dos veces y me levanté, me dirigí al sitio de mi madre y me acerqué a ella, poniéndole el paquete levantado a la altura de su cabeza-¡vas a tener que quitármelos tú!- le dije-¡ Pero bueno…tú eres un cara dura..eso no vale, tienes que quitártelos tú mismo, yo no puedo tocarte!-¡mamá la partida ya se ha acabado…has ganado…y el premio bien podría ser este…sí me la quieres ver vas a tener que quitarme tú misma los calzoncillos!- mamá se echó a reír-¡ Vaya con mi José…eres un caradura!- se quedó mirando mi paquete y me dijo-¡hijo mío…así te la pongo yo de grande… ¿¿¿pues si me quitar las bragas que pasaría???-

Mamá cogió la goma de mis slips y los fue bajando poco a poco hasta dejar totalmente al aire mi polla de 21 cm de larga, mamá gritó con una exclamación cuando me la vio-¡que barbaridad hijo mío…que grande la tienes…pero que barbaridad…uuuhhhhhhhhhh…vaya pájaro que escondes granuja…¿y todo esto lo he sacado yo, así te la he puesto yo?…que barbaridad…que preciosidad hijo!- yo me acerqué más a ella y se la puse a pocos centímetros de su cara-¡José…eres un granuja y un cabroncete..¿lo sabias?…te pareces demasiado a mi…!- y mamá me la cogió, agarró la polla por la base apretándola hacia mis huevos, poniéndomela tensa y con todas las venas a punto de reventar-!¡vaya polla hijo mío…vaya polla!- me dijo mamá, me miró a los ojos y me dijo-¡eres un cabroncete!-y le metió un par de besos en el capullo que hicieron que mi polla vibrara, después con sus labios abiertos se engulló el capullo y este desapareció entre su boca, comenzó a chupármela poco a poco, succionando todo mi glande, brillante y dispuesto a lo que sea, aunque sea mi propia madre.

Levanté a mamá y le dije- pues ya le has visto la polla a tu José, ¿me dejas que te vea yo a ti el conejito?-mamá empezó a reírse mientras nos pegábamos uno al otro, mi polla se frotaba contra sus bragas y yo mis manos le sobaba todo el culo por entre las bragas, le separaba las nalgas y le metía los dedos hacia el coño y hacia el culo, mientras le besaba por el cuello, por la cara y en la boca, le tocaba las tetas y se las mamaba, mi madre estaba muy caliente y mi polla presionaba contra sus bragas mojadas, mamá se dejaba hacer todo lo que yo quería, le metí la mano en su conejito suavemente mientras nos besábamos, mamá me masturbaba de mientras, tenía el coño mojadísimo y sus labios me pedían guerra-¡mamá necesito que te olvides que soy tu hijo!- le dije-¡no cariño, quiero follar contigo sabiendo que eres mi hijo, vamos a mi cama y demuéstrame lo que vale esta polla!-.

Le quité las bragas y le comí el conejito a mamá, mi polla totalmente tiesa no podía esperar, mamá disfruto de ese polvo como nunca lo ha hecho según ella, mamá pega unas voces cuando folla que son un verdadero escándalo, sus gemidos inundan toda la habitación y se mueve como una loca, se retuerce como ninguna lo hace y sabe follar muy bien.

Me coloqué encima de ella, mamá con las piernas abiertas me rodeó el cuerpo y las cerró a la altura de mis riñones, yo con las brazos extendidos como sí fuese hacer flexiones, mis manos las tenía a la altura de sus orejas, sus tetas bailaban al ritmo de la follada y nos movíamos como desesperados, saltando sobre la cama, gritando y sudando, mamá se puso roja del sofoco, gritaba agarrada a mis brazos y me seguía con sus caderas todas las embestidas que yo le propinaba, la cama chirriaba nuestros movimientos y yo me la follaba penetrándola con lujuria, intentaba que alcanzara el máximo placer posible, le golpeaba todos los rincones de su vagina, los lados, el techo, el fondo, todo quería tocar todo su coño por dentro, nos estábamos volviendo locos, gozábamos como animales, mi madre demostró ser una autentica folladora que le encanta follar con su hijo, finalmente nos corrimos los dos.

Nos lavamos en el aseo y no pasó ni media hora ya estábamos follando otra vez en el sofá del comedor, esta vez mi madre sobre mi, cabalgaba como una amazona, joderr con mi madre, como se mueve y como folla, es impresionante…vaya mujer…vaya pedazo de mujer.

Aquella noche comenzaría un nuevo ciclo de mi vida, desde entonces me follo a mi madre día sí y día también, no se molesta en llevar bragas por casa, en cualquier sitio se la meto o ella me la coge y se la mete, es una pasada, gozo más con mi madre que con mi novia…es impresionante.

Hemos hecho de todo y se ha vuelto una escandalosa de mucho cuidado, se corre a gritos y se vuelve como histérica mientras me la follo, se corre con una facilidad asombrosa y no se corta ni un pelo en hacer según que cosas, pero eso ya os lo contaré en otra ocasión…palabra.

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Follando en una noche loca con mi madre a solas y luego con mi padre, nunca supe como paso todo esto pero me gusto

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Sentía mi cuerpo vibrar como si dentro de el estuviesen danzando todas las fuerzas de mis 18 años recién cumplidos. Cuando me pregunté a mi misma que me pasaba, me respondí que anhelaba tener un hombre conmigo.

Fue esa tarde de viernes durante la clase de química que mi madre había contratado para apoyarme en el estudio, que me di cuenta que ese hombre estaba a mi lado. Mi profesor tenía 25 y estudiaba ingeniería en los últimos años de su carrera. Habíamos iniciado la clase de pie frente a una pizarra, pero ahora, él estaba sentado a mi lado junto a mi escritorio y me acariciaba los muslos con calma y seguridad.

Yo lo dejaba hacer porque eso me gustaba y porque era el inicio de un camino que yo estaba dispuesta a recorrer hasta el último extremo. De modo que cuando él quiso subir su mano más arriba yo cerré los muslos dejándosela dulcemente aprisionada. Ambos quedamos estáticos. Yo fui soltando lentamente mis piernas, separando mis muslos y él continuó con su recorrido hasta alcanzar audazmente mi sexo por sobre mis pequeñas bragas blancas.

Entonces, con un movimiento brusco puse mi mano sobre su muslo derecho justo para apreciar su erección inicial que sin duda era el producto de la excitación ocasionada por sus caricias sobre mi sexo, Yo continuaba en silencio simulando resolver un problema en las hojas de papel, como en una complicidad, para ocultar lo que sucedía bajo la mesa. Hasta ese momento ninguno de los dos había pronunciado palabra alguna referida a nuestra aventura, todo era caricias subterráneas y ardientes.

Yo estaba entrando en un mundo de sensaciones violentas y dulces a la vez y todo eso era lo que yo anhelaba desde días cuando había notado en mí la explosión interna incontenible de mi deseo. Me había acomodado ligeramente en mi silla para que él pudiera acariciarme mejor y de ese modo no tuvo dificultad alguna para meter su mano bajo mi braga y acariciar con ternura mi sexo poblado. Era una sensación maravillosa sentir la mano de un hombre de verdad tratando de conocerme en esa intimidad y fue eso seguramente lo que lo alentó a desabrochar su pantalón y tomando mi mano la puso sobre el bulto duro de su pene. Fue la última iniciativa suya pues todo lo demás lo hice yo por mi voluntad y con creciente deseo.

Mientras él trataba de conocerme con delicadeza yo me apoderé de ese tronco desnudo aprisionándolo en mi mano dentro de la cual lo sentía latir. Era maravilloso. Esa consistencia dura y al mismo tiempo blanda, esa suavidad increíble, solamente parecida a la suavidad de mis pechos en medio de mis noches ardientes y solas. Ahora era mío y lo recorrí con calma en toda su extensión, hace tiempo tuve una experiencia, pero no lo se. Me gusta así sigue por favor, búscame dentro de mi… ¿no te atreves?..Dime porque no esta bien duro ¿tienes miedo?.. Ven así ya…me gusta así como está es como una masa erótica que me atrae… Mañana lo haremos… mañana iremos a mi cuarto y lo haremos… completo así como yo quiero que me tengas… ¿Me lo darás mañana? Si que te lo daré todo… todo.

Esa noche de viernes me sentía diferente porque estaba en el sendero de ser hembra completa, mi cuerpo lo adivinaba y lo sentía de modo que ya tarde me fui al cuarto de mi madre. Siempre lo hacía cuando mi padre no estaba en casa y eso era todos los viernes. Él volvía el sábado por la noche Así le conté lo que me pasaba con mi profesor, no le conté lo que hicimos porque eso era solo mío, pero si le dije que me gustaba como hombre, que me sentía terriblemente atraída y que al día siguiente lo haríamos, que yo tenía muchos deseos de hacerlo y me parecía el hombre adecuado. Mi madre estaba feliz con lo que yo le contaba pues ella me había dicho que deseaba que yo tuviera experiencia sexual y que esto le parecía algo controlado y normal.

Me acariciaba el cabello mientras yo reposaba mi cabeza entre sus pechos desnudos. Mi madre es una mujer hermosa y sobre todo abierta y directa. A mime hubiese gustado ser como ella. Yo sabía lo exuberante que era en la cama porque cuando tenían sexo con mi padre nunca se preocupó de hacerlo en silencio sino que yo podía escuchar sus estallidos desde mi cuarto y muchas veces pudo ver parte de la escena cuando lo hacían, simplemente con la puerta del cuarto semi abierta.

¿No tienes miedo verdad, Cristina?.. No para nada… no temo nada. Todo lo contrario solo siento unos deseos muy grandes de hacerlo… de que esté sobre mí… de que me lo haga completo… Si es delicioso ya lo verás… debes estar bien dispuesta y adoptar una buena posición… así mira.

Se había sacado la tenue camisa que vestía y entonces separó un poco sus muslos y me dijo que la montara mientras ella se extendía sobre la cama. Me senté entre sus muslos con mi sexo muy cerca del suyo. Jamás me había dado cuenta de lo idénticos que eran nuestros cuerpos… éramos iguales sino fuese porque el suyo parecía tener en cada centímetro de su piel una sabiduría táctil impresionante. Yo era puro deseo y sus pechos ejercían sobre mi una atracción inevitable. Estiré mis manos y comencé a acariciarlos. Eran dos inmensas uvas eróticas. Ella me acomodó sobre sus muslos abiertos poniendo sus manos en mis nalgas y comenzó a moverse de una manera que nunca había imaginado posible.

Debes moverte así… de ese modo sentirás mucho mejor todo lo que hará contigo… debes ofrecerte y al mismo tiempo apoderarte de él, de todo él… Lo haces bien tú… así muévete así quiero aprenderlo… eso quiero hacer mañana… Si lo harás, te saldrá natural… es lo más fácil y tienes un trasero delicioso lindo y ágil… tierno así como te lo siento… muévete junto conmigo… por favor Adriana… así … no pares… no te detengas.. No… No me detendré… así contigo… así.

Fue un encuentro diferente a otros. Y ya no fue una conversación llena de preguntas y respuestas. Este fue un encuentro de dos mujeres inmersas en el deseo en el cual yo manifesté mis ansias sin control y ella a su vez se dejó llevar por la atracción mutua y nos dimos placer como hembras sin preguntarnos nada. Creo me quedé en silencio disfrutando de sus gritos y de sus expresiones que yo misma le había escuchado la noche anterior mientras desnudas jugábamos al sexo en su cama. Quizás estaba en la misma posición que habíamos practicado y lentamente me acerqué para mirar, pero la puerta estaba cerrada.

Con audacia giré la manilla de la chapa y vi el hermoso trasero de mi madre subiendo y bajando mientras ella misma sostenía sus pechos locos que volaban por la agitación del deseo. Su pelo rubio caía sobre su espalda y la mujer estaba en medio de un orgasmo salvaje… la escena me ocasionaba una calentura feroz que me paralizó de golpe al darme cuenta que el hombre con el cual mi madre enloquecía de placer, era mi profesor y no mi padre. Caminé lentamente hasta mi cuarto teniendo cuidado de dejar la puerta bien abierta pues quería escuchar hasta el final.

La traición me parecía burda, pero debía reconocer que lo que estaba escuchando y había visto era la más feroz escena de sexo que podría haber imaginado. Cerré los ojos y fui solo oídos: Sigue… sigue por favor no te detengas… macho tierno… entra en mi así… párteme si quieres… desármame entera y ármame de nuevo a tu medida… dame fuerte, no quiero perderme ni un centímetro tuyo… tenemos tiempo aun… nadie ha de venir… no temas, que Adriana no volverá hasta la hora en que acordaron… dame mucho que aún te quedara para darle a ella.

Me parecía vulgar y grotesco Sin duda que habría de quedarle porque yo no estaría en esa cita pues en ese mismo momento me deslicé por la ventana de mi cuarto y me alejé de la casa para volver solamente a eso de las seis como si viniese llegando de la peluquería. El traidor simulaba haber llegado recién y la hembra promiscua entonaba una canción de moda bajo la ducha seguramente aplacada ya su calentura inaudita. Yo por mi parte sabía con claridad meridiana lo que había de hacer. Solamente esperaba que transcurrieran los minutos. Le dije a mi profesor que postergaríamos nuestro encuentro pues me encontraba indispuesta y él muy cínico casi simuló lamentarlo y se marchó. Cuando mi madre salió de la ducha esplendorosa yo estaba en la cocina y le comenté que estaba preparándole a mi padre un plato especial que él me había pedido hacía tiempo. Después de cenar nos retiramos a dormir

Pasado la medianoche yo estaba más despierta que nunca en mi vida esperando en medio de la oscuridad. Me había metido bajo las sábanas completamente desnuda y mi cuerpo ardía cuando escuché los pasos suaves avanzando hacia mi cuarto, luego oí abrirse la puerta y en medio de la penumbra el perfil perfecto del hombre desnudo y entonces encendí todas las luces porque quería vivir lo que viviría con la máxima luminosidad.

Mi padre estaba ahora junto a mi cama y yo quedé deslumbrada por la expresión de infinita ternura y de deseo que demostraba su rostro y más aún al observar la erección más sensacional que pudiera haber imaginado. Su pene apuntaba casi vertical hacia arriba y sus bolas se habían empequeñecido bajo el grosor casi aterrador de la base de ese mástil hermoso. Hacía más de un año que yo había descubierto el deseo de mi padre por mi si bien nunca lo había aceptado aunque me embargaba igual pasión por él, pero ahora habían caído todas las barreras y todas las máscaras ya nada tenía que quitarle a mi madre porque ella se había demostrado tal como era sin reparar en nada. Entonces abrí mi cama y mi padre quedó a mi lado, acariciando su piel y palpando el grosor de su pene impresionante, me abrí para el hombre maravilloso y me penetró delicadamente.

¿Dime que sientes?… Lo que siento es lo que soñé mil noches deteniéndome en la puerta de tu cuarto y quiero darte lo que me pidas porque soy tuyo ahora como te deseaba desde hace más de un año… mujercita increíble que me volviste loco… Deslízate a través de este suplicio duro y suave mientras mantengo tu maravilloso trasero sujeto entre mis manos.

Déjame moverme hombre perfecto, deja que mi pelo caiga por mi espalda porque es el más lindo que has visto y mi sexo lo más perfecto que pudieras tener… hombre mío disfrútame y olvida a la hembra que te daña… yo curaré todas tus heridas y tú me harás solo tuya, así como lo estás haciendo. Entra, entra,… entra más, separa todo lo que hay que separar… hazme más profunda y más ancha, más, aún más… no me hagas callar, déjame hablar fuerte, deja que ella escuche… deja que sepa que ahora eres mío y que jamás te dejaré ir porque jamás te engañaré… Dime tú lo que sientes…. Si siento que tengo el fruto prohibido de mis sueños y de mis pesadillas y me siento latir en ti … dentro de ti allí donde ahora hay un espacio que no existía porque yo lo he abierto en ti… así muerde, muérdemelo con la fuerza y el deseo incomparable de tu sexo joven… así muerde y recíbeme agítate conmigo …Si hombre mío déjame gritar mi felicidad y mi placer prohibido por fin.

La mujer estaba mirando desde la puerta… yo no se desde cuando, pero lo había visto todo. Era lo que yo quería. Ni un solo gesto de espanto ni de rechazo… tampoco a nosotros nos importaba… teníamos lo que anhelábamos… ella… no se yo que tenía

…nunca lo supe y no quiero saberlo… ¿Para qué?

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Provocando a mi mujer para que follara con su hermano, logre que ella le lamiera la polla y el la follara frente a mi

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Me calentó la idea de saber si mi cuñado le calentaba mi esposa Sandra y me decidí a descubrirlo.

Mi mujer se llama Sandra, es alta, morena, tiene ojos grandes, labios carnosos, creo que cara de zorra pone caliente a mas de uno. Tienes unas tetas que cuando usa blusas ligeras me gusta como los tipos en la calle la observan con mucho morbo, ella siempre se hace la disimulada, y unas piernas de puta que te paran la verga en segundos.
Hace tiempo me hice fan de los relatos eroticos y empece a navegar por diferentes tipos de relatos, hasta que senti curiosidad por lo de incesto, me calentaba los hijos cogiendo con sus madres o el morbo entre hermano-hermana-

Empece a ser mas observador con mi cuñado Jose, yo estoy casado con su Hermana Sandra, teníamos reuniones familiares en un terreno campestre que tiene piscina y le empece a sugerir a Sandra usar trajes de baño mas escotados con la excusa de que se bronceara y comencé a notar como Jose observaba a mi esposa Sandra, su Hermana.
Aprovechaba la ocasión para mirar el escote de Sandra y obviamente notaba como sus tetas casi salían de su traje de baño o rebotaban cuando saltaba por la pelota, ver eso me excito pero aun no comprobaba mi teoría si Jose se le antojaba Sandra como mujer.

No metimos a la alberca y propuse un juego como tipo water polo, con una pelota y tratar de quitársela al que la tuviera. yo hice pareja con mi esposa y Jose con su primo. Yo siempre hacia los saques para enviarle la pelota a Sandra, su hermano Jose ya acalorado y con unas bebidas encima no dudaba en lanzarse contra ella, me encantaba ver como “jugando” Jose le rozaba las tetas a Sandra, en un saque la pelota salio y Jose tuvo que ir por ella, note entre su entrepierna un bulto, sin duda lo habia calentado los roces con mi esposa.

Mi morbo cada vez aumentaba, mis suegros se fueron temprano y nosotros decidimos quedarnos con mi cuñado y su primo y mi esposa a terminarnos las cervezas. Obviamente mi esposa ya un poco tomada les propuse jugar a la botella y establecer castigos. Me sentía nervioso y cachondo a la vez, ver a mi esposa tomada ya con un vestido ligero puesto de color blanco, escotado y con la falda arriba de de la rodilla, de seguro a los dos jóvenes los ponía a mil, ya con sus vergas paradas por mi esposa.

Después de varias rondas por fin me toco ponerle el castigo a mi esposa Sandra, entre el morbo, el alcohol y el miedo, le propuse, quiero que bailes un pedacito de una canción de reggeton con Jose y Beto, pero baila como si estuvieras soltera ,esperaba el no, cuando se levanto de la silla con una sonrisa y dijo, acepto el reto, los dos adolescentes cachondos se levantaron y yo todo nervioso y caliente puse una canción en mi celular.
Sandra se puso en medio de los dos, Jose quedo atrás de ella en sus nalgas y Beto adelante de ella, comenzaron a bailar y yo comente que mal bailan, insitando a que se le pegaran. Jose, dijo, bueno no respondo
Los dos se le pegaron dejando a mi esposa en medio, Sandra por adelante le pegaba las tetas y las chichotas a Beto, que solo miraba su cara de morboso la tomo por la cintura tímidamente y la pego hacia el, de seguro mi esposa sentía toda la verga de beto en su vagina, mientras su hermano Jose ya sin disimular le pego la verga entre las nalgas de mi esposa, esa escena de puta de mi esposa Sandra y su hermano Jose me fascinaba, me pareció tan rápido que la canción termino y regresaron a sus sillas, mi esposa muy agitada, según ella por el baile.
Yo andaba supercaliente, le toco a mi esposa castigar a beto y dijo, bueno este castigo es para todos, que tan grande la tienen ?
wow, casi me vengo , escuchando que mi esposa hacia esas preguntas, si que la habian puesto caliente esos adolescentes calenturientos.
Beto dijo, 18 cms, y Jose 25 centimetros hermanita. Los ojos de Sandra se abrieron mas, de seguro se saboreo esas vergas.
Me toco el castigo a mi, y ya quise ir mas alla, le dije quiero que te sientes arriba de tu hermano hasta que de vuelta todos los turnos, se levanta y me dijo, de frente o de lado o como me siento, wow, me dejaba escoger la muy puta, le dije que de frente, quería que sintiera bien la verga de Jose y que le pusiera unos cuantos centímetros de su cara sus enormes tetotas de puta.
se sentó encima de Jose, dejando mostrar sus piernas y de seguro sintiendo la gran verga de su hermano, sus tetas a unos cuantos centímetros de la cara de su hermano y el con los ojos morbosos mirando esas tremendas tetas.
Jamas pensé que me podria venir sin tocarme cuando sentí los chorros de semen saliendo de mi verga por debajo de mi pantalón. El primer paso estaba dado.

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Mi cuñada me regala a mi sobrina para que la pueda follar por mi cumpleaños a modo de agradecimiento por reparar el ordenador

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“Tengo un regalo para ti”, dijo ella.

“Hola, que tal?”.

“Bienvenido Ismael”, dijo mi cuñada haciéndome pasar en su casa.

“Disculpa por el batín pero es que acabo de salir de la ducha”.

Efectivamente Carmen llevaba el pelo un poco mojado y debajo de su delgado batín se marcaban sus grandes pechos.

“Tengo un regalo para ti”, dijo ella.

“Ah sí? Como es eso?”.

“Es en compensación por lo bien que te portaste el otro día reparando el ordenador”.

Carmen me hizo pasar por un pasillo hasta la habitación de su hija.

“Pasa”.

Entré y me quedé de piedra con lo que vi. Mi sobrina Rebeca estaba estirada en la cama, con su 18 frescos años, completamente desnuda y con las piernas abiertas mostrándome su sexo.

“Hola Ismael”, dijo mi sobrina y al sonreír mostró su lengua, como presagio del placer que me iba a dar.

Su cuerpo estaba ya muy bien formado y sus pechos eran hermosos, dos globos para chupar y chupar, sus pezones puntiagudos y rosados invitaban a morderlos.

“Mi regalo es que te folles a Rebeca”, dijo Carmen.

“Qué ? Pero si es mi sobrina”, dije.

“No te preocupes Ismael, ya me ha follado toda la familia. Solo quedabas tú”.

Carmen explicó: “Mi marido suele ofrecerla a sus socios cuando tiene que cerrar un trato. No es que a ella le guste pero es por el bien de la familia. La última vez hizo fue en una fiesta con sus compañeros de rugby. Se la follaron todos y llenaron un trofeo con todas sus corridas.”

Rebeca continuó: “Luego tuve que tragármelo. Pensaba que sería asqueroso pero resultó tener un gusto muy bueno.”Entonces, mi cuñada se desabrochó el batín que llevaba y pude ver por primera vez sus pechos cuarentones. Estaban un poco caídos pero aún conservaban su esplendor de juventud. A continuación me desabrochó los pantalones y me sacó mi ya erecto pene.

“Uauuu, Rebeca, por fin vas a probar una polla joven”.

“Sí, ya estaba cansada de tanto viejo verde. Lo siento mamá pero los socios de papà son muy mayores”.

Carmen no podía contestar porque en ese momento se había arrodillado y me estaba pegando una mamada descomunal.

“Ismael, te puedes sentir afortunado. Mi madre nunca les hace esto a los socios de mi padre.”Carmen paró un momento de chupármela y mientras me miraba a los ojos me dijo :”Hacía tiempo que quería probar tu polla.”Mi cuñada continuó la mamada hasta que estuve a punto de reventar.

“Listo! Ismael, ya puedes ir a por Rebeca.”

Lleno de excitación, me dirigí entonces a la cama donde mi sobrina se estaba poniendo a tono.

Me situé encima suyo y mientras ella me miraba fijamente a los ojos le metí la polla por su rajita.

“Umf”, suspiró Rebeca. Como un guante, mi pene se metió dentro de su sexo.

Noté su humedad y calor, y también su estrechez.

“Sigue, Ismael, que me estás llenando toda.”Rebeca levantó las piernas en el aire para que pudiera entrar más adentro.

Estiró los brazos y me agarró las nalgas acompañándome con el movimiento.

No me podía creer que mi sobrina que creía tan virginal fuera tan puta. Pensé :”Tengo que llevarla más allá.”Saqué la polla de su coño y me levanté.

“Que pasa?”, me preguntó.

“Date la vuelta.”Rebeca se tumbó bocabajo y levantó el culo para mí.

Pero mi intención no era metérsela por detrás sino clavársela en su fabuloso culo..

Apunté la polla en esa dirección y ella gritó:”Por allí no, que nunca lo he hecho.””Pues yo voy a ser el primero”. Y se la clavé de golpe.

Rebeca gritaba de dolor pero al cabo de un rato le empezó a gustar.

“¿Mamá, porque no lo había probado antes?”.

La tuve un buen rato así, cogiéndole el culo con las dos manos y metiéndosela hasta el fondo.

Cuando noté que me venía, me levanté y la hice arrodillar delante mío.

Me giré a Carmen

y le dije: “Ven, que también hay para ti”.

Carmen se acercó y se agachó al lado de su hija.

Allí tenía a las dos, con sus caras tocando mi polla, mirándome ansiosas y con las bocas abiertas esperando mi semen.

Me meneé unas cuantas veces el miembro hasta que noté que me venía.

“Aquí tenéis, zorras!”

Y empecé a soltar esperma sin parar encima de sus caras.

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Mi madre le decía que si quería ver a su madre desnuda eso no tenía importancia y que no estaba bien que la espiara

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El otro día me estaba aún desperezando en mi cama, era sábado y no había prisa, me mire y acaricié mis tetas, solo suelo dormir con mi braguita, estoy orgullosa de ellas, están muy tiesitas aunque uso una 95, bueno la verdad solo tengo 20 años.

Las ganas de orinar me hicieron por fin levantarme. Uff eran ya las 11 de la mañana. Cuando fui a salir de mi habitación, al entreabrir la puerta, vi a mi hermano en el pasillo, estaba con su polla fuera, agarrada y se la estaba meneando mientras miraba hacia el baño. La verdad nunca había visto así la polla de mi hermano, tenía una polla enorme, la verdad me quedé sin saber que hacer, quería cerrar la puerta pero no podía, dejé una rendija abierta y seguí mirándolo.

La verdad empecé sentir una sensación muy rica y pronto noté que me estaba empezando a mojar. Su polla parecía que iba a reventar, nunca había pensado que mi hermano tuviese ese cacho de carne así. Pero, ¿que hacía ahí?, ¿a quien miraba?

Noté que mis pezones se ponían duros, tenia una sensación tan rica, no pude evitar meter mi mano bajo la braguita y sentir la humedad de mis labios, sentir como mi clítoris se había puesto duro y comencé a acariciármelo, a sentir mis labios calientes y húmedos que se abrían mientras espiaba a mi hermano meneársela. De pronto se metió rápidamente en su habitación, entonces vi que la que salía del baño era mi madre, envuelta en una toalla. Se estaba masturbando viendo a mi madre en el baño. Me quedé aturdida, ¿mi hermano masturbándose con mi mama?. Seguía perpleja con lo de mi hermano, perpleja y excitada la verdad.

Salí de mi habitación y fui hacia el baño, al pasar frente al dormitorio de mi hermano no pude evitar poner la oreja, jadeaba, se estaba terminando de correr. Me metí al baño, estaba empapada, me bajé la braguita, la tenía hundida. Me senté en la taza y me empecé a tocar, pensando en mi hermano y mi madre, enseguida me corrí, me corrí como una loca, que rico.

Cuando luego bajé a desayunar estaba mi madre en la cocina, la verdad estaba muy bien, tenía unas tetas grandes, habré salido a ella, y desde la mesa mientras tomaba el café, le miraba su culo, tiene un culo muy hermoso pero muy tieso, bajo el vestido veraniego que llevaba se le marcaban los elásticos de las bragas, la verdad, estaba muy bien. Luego bajó mi hermano a desayunar, inmediatamente pensé en algo que jamás había hecho, la polla de mi hermano, nunca lo había visto como un hombre pero ya lo creo que lo era.

Llevaba un pantalón corto de deporte y se le marcaba muchísimo el paquete que escondía, y eso que acababa de relajarse pensé.

Se acercó a mi madre, que de espaldas estaba preparando una cazuela, y le dio un beso en la mejilla mientras con una mano se la ponía sobre el culo. Seguro que mi madre era ajena a lo que sucedía pero yo ahora no.

Lo cierto es que desde aquel día me dediqué a observar a mi hermano, y no me refiero solo al comportamiento que tenía con mi madre, sino que intentaba verle aquel cacho de polla que tenía. La verdad, en aquella época no tenía pareja, y me hice montones de pajas pensando en él y a pesar de sus 18 años ya no me parecía ningún crío.

Una mañana de domingo salí a dar una vuelta con mis amigas pero cambiamos de plan y decidimos ir a la playa, así que volví a casa, mi padre estaba cortando el césped y arreglando los arbustos. Subí a mi dormitorio para cambiarme. Oí sollozos y una conversación que no lograba entender era en el dormitorio de mi hermano y parecían él y mi madre. La puerta estaba solo entornada, me acerqué en silencio y miré, mi hermano sollozaba sentado en el borde de la cama, y mi mamá de pie delante de él envuelta en la toalla de baño, Le estaba diciendo que era normal pero que eso no se hacía. Enseguida comprendí que le había pillado en el pasillo espiándola y meneándosela.

Mi madre le decía que si quería ver a su madre desnuda eso no tenía importancia y que no estaba bien que la espiara, y diciendo esto se soltó la toalla frente a él y quedó desnuda. Mi hermano avergonzado casi no levantaba la vista, mi mamá le cogió del mentón y levantándole la cabeza le dijo: Mírame ahora y no andes espiando si quieres ver como es tu madre.

Yo escondida veía el culo de mi madre y veía como mi hermano recorría con su mirada las tetas y el coño de mamá que quedaba justo frente a sus ojos. Pronto vi, y me imagino que mi madre también, como bajo el pantaloncito que llevaba Juan se empezaba a levantar un bulto enorme.

En ese instante mi hermano abalanzó su cara sobre el coño de mi madre cogiéndola por las caderas y empezó a besárselo, ella trataba de separarlo, pero mi hermano, es un chico grande y fuerte, la agarraba y apretaba de las caderas mientras con su lengua chupaba el coño de mami. ¡Párate!, le decía bajito, mi padre estaba en el jardín, mientras trataba de separarle la cara de su pubis, ¡Espera tranquilízate! ¡Esto que haces no esta bien! ¿No querrás que grite y se entere tu padre? le dijo.

Quizás no debería haberme desnudado, ya he visto como te has puesto, continuó, pero lo que estas haciendo no está bien soy tu madre. Se que estás muy excitado, te lo he notado y yo tengo la culpa, ven levántate y déjame que te ayude a relajarte. Mi hermano se puso en pie, y mi madre lentamente le bajó el pantalón, la polla de mi hermano saltó como un resorte dura, grande, gorda y babeante. No pude evitar volverme a mojar al verla.

Mi mama sin mirarla, con los ojos semicerrados se la empezó a tocar, se la cogió con la mano y se la meneaba suavemente, mi hermano miraba fijamente las tetas de mamá y las empezó a acariciar, mamá no dijo nada, seguía con los ojos cerrados subiendo y bajando su mano por aquel poste que tenia mi hermano.

En eso dejó de oírse el ruido del cortacésped, mamá se sobresaltó, ¡Tu padre! Dijo ¿Qué pensará si nos ve así? Ven a la ventana y mirando tras las cortinas vio que mi padre seguía allí cortando, mi hermano le siguió con su polla tiesa y se volvió a colocar frente a ella. Ambos volvieron a lo mismo, ella subiendo y bajando por aquel palo duro y tieso, mientras ahora con la cabeza girada miraba por la ventana, y él, sobándole cada vez más profusamente las tetas. Juan aprovechando que no decía nada por el sobe, bajó su mano y la metió entre los muslos de mamá, ella no hizo ningún gesto, siguió mirando tras la cortina. Mi hermano metió sus dedos en la vagina de mami, los metía y sacaba, eso me hizo pensar que ella estaba mojada y abierta como lo estaba yo.

¡Mamá quiero follarte! ¡Déjame por favor! Le dijo mi hermano.

Ella no dijo nada, se mordía los labios, estaba caliente se lo notaba yo, se volvió de espaldas mirando frente al ventanal, se apoyó en la repisa, abrió sus muslos, le dijo que se colocara tras de ella, metiendo su mano bajo sus muslos alcanzó la polla de mi hermano y se la llevó hasta sus labios, hasta la entrada de su vagina se acomodó un poco y mi hermano sin decir más empujó hasta clavársela entera. La oí gemir a ella y mi hermano entraba y salía de ella, mientras ella cogida a la repisa, en silencio, con sus hermosas tetas balanceándose mirando a mi padre cortar el césped, aguantaba las embestidas agitadas de mi hermano.

Yo con mi vestido recogido en la cintura y mi mano metida bajo la braga estaba a punto de correrme, veía a mi hermano resoplar mientras con furor clavaba una y otra vez su enorme polla en mami. Con un grito, que casi lo oye mi padre, se vació en el coño de mamá llenándolo con un torrente de leche caliente, creo que ella se había corrido ya. Mientras mi madre permanecía en silencio, inmóvil, apoyada en la ventana, la polla de mi hermano se iba escurriendo de la vagina de ella, avergonzado se giró rápidamente y salió tan deprisa de la habitación que me pilló en el pasillo con el vestido recogido en la cintura, las bragas a medio bajar y mis dedos dentro de mi vagina.

No nos dijimos nada nos miramos y rápidamente se encerró en el baño. Mi mami seguía allí inmóvil, inclinada sobre la ventana, como ausente, mirando tras las cortinas a mi padre regar el jardín. Había puesto su mano bajo el coño para que la leche que le iba saliendo y escurriéndosele por los muslos no cayera al suelo.

Yo rápidamente me subí las bragas bajé mi vestido y salí de la casa para que mamá no supiese ni que había estado allí. Desde entonces ya no veo a mi hermano igual y creo que él a mi tampoco.

Ya veremos.

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La boda de mi prima, comenzamos a besarnos y mis manos no resistieron la tentación de coger sus tetas

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Justo poco tiempo antes de la boda de la prima los dos rememoran viejos tiempos de escarceos y se van poniendo calientes hasta que deciden hacer lo que antes se habían negado.

Esto es algo real que sucedió a sólo 2 días que Nancy contrajera matrimonio, Nancy es hija de mi prima, y nos criamos juntos hasta los 7 años, nunca había sentido atracción sexual por ella, era mi familia y eso estaba mal , hasta ese día

Mi nombre es Jaime tengo 24 anos y Nancy tiene 21, Ese día me encontraba de visita en casa de mi tía (abuela de Nancy), la casa tiene en el frente una tienda de abarrotes y la cocina, y en parte de atrás separada por un patio los cuartos. Me encontraba acostado mirando la TV en el cuarto, y llegó Nancy (que vive a una cuadra de ahí), nos saludamos y ella se sentó en la silla que estaba junto a la cabecera.

¿Por qué te casas tan joven, sin vivir, sin gozar la vida, sin probar más suerte en el amor?… le dije en tono de broma.

Ella se sonrió , No sé…dijo

¡No sé! Y entonces ese apuro, espera, piensa, prueba más…eso de no sé.

Nancy nunca he sido expresivo, pero sabes que te quiero y espero que tengas todo lo mejor, tengas toda la felicidad del mundo, siempre te he querido como a una hermana, y te voy a extrañar, ojala que nunca te olvides de los que te queremos…

¡Claro que no! Tú siempre fuiste especial para mi, siempre me cuidabas, me celabas estabas pendiente de mí, en un momento sentí que me había enamorado de ti …dijo

En serio, yo también….le respondí…. te acuerdas del primer beso que nos dimos a los 9.

Sí..dijo…ese beso aaaaaah…..sonrió

¿Qué rico fue verdad?, cómo no repetirlo le respondí en tono de broma.

¿Por qué no? dijo Ella…..un beso de recuerdo ,creo que está bien

Comenzamos a besarnos y mis manos no resistieron la tentación de coger sus tetas, la acariciaba con toda delicadeza.

Aaaaah, Jaime

¿Te gusta ¿ le pregunté, ¿te gusta que te agarre las tetas..le dije

Sí …acaríciame, cógeme, me gusta, me gusta

Quiero mamártelas quiero chuparte las tetas…..le dije, mientras mis manos que se habían deslizado por debajo de su camiseta le había sacado ya el sujetador,y apretaba sus pezones endurecidos por la excitación que ella experimentaba

Mi temor era que mi tía que se encontraba en la tienda en el frente vaya a ir a los cuartos

Comencé a levantarle la camiseta hasta la altura de su cuello, tan pronto como sus tetas quedaron al descubierto tenía la una teta en mi boca y la otra en mi mano

Siiii, aaaaaah, chupa,chupa decía mientras se chupaba con fuerzas sus tetas

Comencé a acariciarle la chuchita, húmeda, caliente, y ella abrió sus piernas para facilitar mis caricias en toda su chuchita

Le comencé a meter los dedos en la chuchita, ella gemía

Ay, así, así, sigue más adentro, dame más ,dame más mientras mi dedo entraba y salía con rapidez para excitarla.

Le besaba los pechos el estomago mientras con la mano la despojaba de su calentador, miré su chuchita hermosa húmeda y comencé a besarla con ternura, mientras me sujetaba de la cabeza contra ella.

Chúpame, chúpame Jaime lámela lámela

Comencé a meterle la lengua despacio, lamiéndola de arriba abajo luego la penetré con fuerza, y ella movía sus caderas para que la penetración fuera más profunda

Aaah, aaaah qué rico, sigue Jaime sigue metemela más más

Saqué mi verga del pantalón que se encontraba enjaulada y con ganas de salir

Mámame la verga , quiero que me chupes la verga … le dije

Comenzó a chuparla con suavidad, recorriendo con su lengua toda la verga, aumentó la intensidad de su mamada, clavando los dientes en la verga lo que me hacía retorcer del dolor, un rico dolor

La agarré de la cintura y la acosté boca abajo, besándole el culo, que parecía una bella montaña, ella suspiraba ante cada mordisco que le daba en el trasero, y cada lengüetazo que le pasaba por todo el culo

Nuevamente la volteé y comencé a chuparle las tetas y la chuchita

Méteme la verga, Jaime quiero tu verga…métemela no aguanto más , hazme el amor Jaime, hazme el amor., decía ella que se revolvía a mis caricias

Abrió sus piernas y su chuchita se abrió como una flor invitándome a entrar en ella

Aaaaah, aaaaaaah ay ay qué rica verga Jaime qué rica verga tienes me decía mientras la penetraba despacio

Aaaah, siii siiii más más

La bombeé con más fuerza, penetrándola más y más profundo cada vez, mientras apretaba sus pechos con fuerza, y jalaba sus pezones haciéndola gemir de pasión

Ay, ay, más, más, qué buena verga, qué rico, métemela más , más más

Aaaaaaaay, aaaaaaay te amo, te amo Jaime, dijo ella

Ella se corrió, en mi verga sentí sus fluidos calientes mientras ella se retorcía en la cama mi verga latía de excitación , quería terminar adentro de ella pero pensé en el embarazo y me corté.

Quiero terminarte en el trasero, quiero comerme tu culo… le dije

Date la vuelta date la vuelta, voy a terminar

No , no dijo ella

Date la vuelta , quiero probar tu culo, quiero abrirte el culo

No, eso ha de doler decía ella

Luego de tanto insistir se dio la vuelta poniéndose en cuatro, ofreciéndome su culo, enorme, rico Abrió sus piernas para que la penetrara con más facilidad

La agarré de la cintura y comencé a penetrarla muy despacio

Ay,ay, me duele no, ya no

La cogí de la cintura y le metí la verga con toda las fuerzas ella gritó del dolor, agarró su camiseta y la mordió con fuerza

Luego comenzó a mover su culo contra mí, para que la penetre más. La agarré de las tetas con fuerza y sin poder aguantar más terminé en su trasero

Nos desplomamos juntos en la cama, saqué mi verga que estaba palpitando de excitación, ella se dio la vuelta y comenzó a chuparme la verga, chupando toda la leche que salía

Aaaah, qué rico, Jaime si hubiera sabido que tenías tan rica verga, aaaaah te amo, te amo

Se limpió la boca con la camiseta que tenía.

Tienes un rico culo, me encantó comerme tu culo. Apretadito, rico le dije

Lástima que sea la primera y última vez …le dije

¿Por qué? Dijo ella…no te gustó

Pero te casas el sábado y yo pensé…..

Mira…interrumpió ella… yo te llamo cuando haya oportunidad de volver a vernos, quiero tener tu verga otra vez, me encantó, tienes una rica verga, el que me case no quiere decir que no podemos volver a vernos , mira de hoy en 15 te llamo para encontrarnos otra vez, está bien….dijo mientras nos vestíamos y salimos a la tienda a ayudar a mi tía.

Luego de esto me sentí mal, no sé…es mi prima, se va a casar, pero no puedo negar que me encantó estar con ella, sólo esperare su llamada pero todavía no sé si volver a montarle .

Si tienes alguna inquietud, o puedes aconsejarme si debo o no montarla de nuevo.

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Va a vivir con su hermano sacerdote y descubre a su lado una auténtica y tórrida pasión sexual

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Una mujer, hermana de un cura muy popular en el barrio, pierde a su marido y padres en un accidente. Va a vivir con su hermano y descubre a su lado una auténtica y tórrida pasión sexual

D. Francisco era el cura párroco de la parroquia de Sta. María (Madrid), éste era un mocetón de 32 años, 1,82 de estatura, jovial y deportista a más no poder, muy querido por todos sus feligreses y deseado por una buena cantidad de sus feligresas. D. Francisco era un cura vocacional, predicaba lo que realmente sentía y aparentemente sabía esquivar bien las trampas y tentaciones a las que diariamente el Demonio le sometía, en toda la parroquia se le apreciaba enormemente debido a que era una persona servicial y amable, estaba siempre dispuesto a ayudar a quien hiciera falta sin pedir jamás nada a cambio y no había absolutamente nadie que pudiese señalarle con el dedo por la más mínima falta, se pude decir de D. Francisco que en todos los aspectos era una persona intachable. D. Francisco era oriundo de un pueblo cercano a Barcelona educado en el seno de una familia profundamente religiosa compuesta por sus padres y una hermana, Ana (casada y sin hijos), dos años mayor que él. Los padres de D. Francisco desgraciadamente fallecieron hace dos años en un accidente de tráfico donde el marido de Ana que era el conductor del vehículo siniestrado quedó en estado de coma, el pobre hombre en todo este tiempo estuvo luchando entre la vida y la muerte la cual por fin le venció. Francisco se trasladó a Barcelona para acompañar a su hermana y asistir al sepelio, Ana se había quedado absolutamente sola y después de dos días de insistir una y otra vez Francisco consiguió convencerla para que le acompañase a Madrid y se quedase a vivir con él.

Ana es una mujer alta, mide 1,74, su forma de vestir aun siendo muy elegante pretende disimular la esplendidez de su hermoso cuerpo, ella usa ropas normalmente de color gris, largas y bastante holgadas, es una mujer profundamente religiosa, seria y recatada, es muy difícil verla por la calle, si no está en casa hay que ir a la iglesia más cercana para encontrarla.

En una semana Francisco y Ana arreglaron todos sus asuntos en Barcelona y seguidamente se trasladaron a Madrid. Francisco vivía en la casa rectoral, esta era una casa tipo chalet adosada a un lateral de la Iglesia parroquial de tipo muy moderno, la casa estaba compuesta de piso y bajo donde en el bajo había un salón recibidor el despacho de D. Francisco la cocina y un baño. El piso superior estaba compuesto por 3 cómodas habitaciones y un baño, la del fondo del pasillo era la habitación de Francisco y Ana eligió para ella la habitación situada en medio, ambas habitaciones tenían acceso directo al baño desde el interior de las mismas, el baño se encontraba en medio. Ana en cuanto se instaló automáticamente se hizo cargo de la casa, ella hacía la limpieza y las comidas, en fin, ella se ocupaba de todo y le sobraba tiempo para hacer la compra diaria ir a la iglesia y leer. Ana cayó muy bien entre los vecinos y feligreses por lo seria y recatada que era, en muy poco tiempo consiguió el aprecio de todo el mundo, en amabilidad y ayuda al prójimo era igual a su hermano.

En los primeros meses de la estancia de Ana en casa todo fue normal, la relación entre ambos hermanos no podía ser mejor, ambos se dedicaban a sus cosas sin preocuparse el uno del otro, Ana cuidaba de la casa y Francisco la iglesia y a sus feligreses. Todo empezó a cambiar una buena mañana que Francisco en calzoncillos abrió la puerta de comunicación interior del baño y se encontró con Ana totalmente desnuda, los dos se quedaron paralizados mirándose el uno al otro sin reaccionar excepto por un detalle el calzoncillo de Francisco se convirtió de pronto en una carpa lo cual no pasó inadvertido a Ana, Francisco de pronto reaccionó, pidió disculpas a su hermana y se retiró cerrando la puerta del baño pero la imagen de Ana desnuda estaba grabada a fuego en su cerebro, realmente era la primera vez en su vida que había visto en carne y hueso a una mujer desnuda ¡Y qué mujer! El cuerpo de Ana era excepcional, tenía unos pechos firmes y erguidos perfectamente proporcionados, el vientre totalmente plano seguido de unas caderas rotundas, entre ellas albergaban un pubis totalmente poblado de un pelo negro, liso y perfectamente distribuido, sus piernas eran como dos columnas de alabastro perfectamente torneadas, en fin aquello era el cuerpo de una diosa griega. Francisco no podía apartar de su mente la imagen desnuda de su hermana y su pene se mantenía dolorosamente en pie, por otro lado Ana se perturbó terriblemente, Ana en realidad era una mujer muy fogosa y terriblemente sensual, la sensualidad de su cuerpo la vencía a muy duras penas en base a ejercicios de fuerza de voluntad pero al ver el pene erguido de su hermano apuntándola directamente rompió algo en el interior de ella y su vagina comenzó a humedecerse, la sensación y el calor que transmitía a todo su cuerpo a través de ella llegó hasta sus pechos poniéndole los pezones duros como piedras, inconscientemente su mano derecha se dirigió a su entrepierna e introdujo dos dedos dentro de aquel mojado túnel, su mano izquierda acariciaba y retorcía sus pezones, en unos segundos Ana lanzó un profundo gemido y tuvo un orgasmo, era el primero que tenía desde el accidente de su marido, se duchó, vistió y bajó a preparar el desayuno. Mientras Francisco como si estuviese coordinado con Ana se bajó el calzoncillo, cogió su durísimo pene con la mano y pensando en el cuerpo de Ana en unos segundos se corría al igual que ella, los orgasmos casi fueron simultáneos. Cuando bajó Francisco a desayunar Ana estaba sentada a la mesa, se quedaron ambos mirándose detenidamente y los dos muy colorados iniciaron una disculpa simultánea atropellándose ambos con las palabras, Ana se serenó y dijo…

No te disculpes Paco la culpa fue mía por no haber cerrado la puerta, fue un despiste imperdonable. Sí Ana, pero yo debería haberme retirado de inmediato pero no sé lo que me pasó y me quedé mirándote, no debería haberlo hecho. Yo también te miré a ti y por eso no creo que pueda pasar nada ¿Lo olvidamos? Habrá que olvidarlo, aunque para mí me temo va a ser difícil. ¿Qué quieres decir? No lo sé Ana, no lo sé.

D. Francisco se levantó de la mesa y muy desconcertado salió de casa sin rumbo fijo, meditando en lo que había pasado, su inquietud era enorme nunca en su vida había notado la más mínima sensación extraña, excepto lo habitual de una persona célibe, a sus 32 años seguía siendo virgen y eso nunca le quitó el sueño, hoy las cosas habían cambiado repentinamente, su hermana había despertado en él algo totalmente desconocido, su cuerpo y su mente habían cambiado totalmente, la imagen desnuda de su hermana estaba grabada a fuego, por más que luchaba para desprenderse de ella ésta más se fijaba y sus erecciones eran continuas.

Ana se dirigió a su cuarto, su cuerpo temblaba como si tuviese fiebre, a pesar de haber hablado serenamente con su hermano estaba muy lejos de estar serena, su cuerpo pedía a gritos ser acariciado, su vagina no había dejado de segregar flujos tanto que creyéndose haber derramado algo de orín se fue a cambiar las bragas comprobando que la humedad que tenía era muy otra, estaba tan desconcertada que comenzó a sollozar desesperadamente, intentaba olvidar la imagen de su hermano y esto resultaba imposible dándose cuenta que desde que tenía uso de razón había estado enamorada de Paco sin haber querido reconocerlo nunca, el gran cariño que siempre sintió hacia él, siempre lo había atribuido al cariño propio de una hermana mayor, ahora y dolorosamente, se daba cuenta que la realidad era muy otra ¡Lo amaba como mujer, no, como hermana! D. Paco después de pasar parte de la mañana dando vueltas y otra buena parte rezando en su iglesia se dirigió a casa, era muy tarde y Ana le estaría esperando para comer, en efecto Ana ya estaba preocupada por él, Paco le dio un tierno beso en la frente, le pidió disculpas y se sentó a la mesa para comer, cuando Ana se sentó frente a él ambos se quedaron mirándose profundamente, Paco se ruborizó y bajando la vista siguió comiendo aunque sin ningún apetito. Después de comer ambos se dirigieron al salón a tomar café, eso era algo que se hacía normalmente pero esta vez Ana había tomado una decisión ¡Seduciría a su querido hermano costara lo que costara! Después de servir el café Ana se quejó del calor que hacía, estábamos en pleno mes de julio y en Madrid la verdad hacía un calor infernal, se retiró un momento y cuando regresó como toda vestimenta portaba una ceñida y ligerísima bata de casa que marcaba y resaltaba su cuerpo de una forma bastante indecente pero maravillosa, Paco se la quedó mirando bastante desconcertado pero a la vez muy embelesado, ella le dirigió una dulce sonrisa y se sentó frente a él, como al descuido la batita quedó ligeramente abierta y mostraba una generosa porción de muslo de su dueña la cual no se molestó en absoluto en cubrirlo. El muslo de su hermana ejercía como una especie de imán a los ojos de D. Francisco el cual no podía apartarlos de tan lindo lugar, por más que lo intentaba siempre iban a parar al mismo sitio. Ana charlaba por los codos con la intención de distraer a su hermano e inconscientemente dirigirlo hacia su objetivo, según charlaba se movía ligeramente de modo que su bata cada vez se abría más y más hasta que sus braguitas quedaron a la vista de Paco el cual ya no disimulaba y no apartaba la vista de los muslos y braguitas de su hermana, su pene hacía ya mucho rato que estaba como un poste de teléfono. En un momento dado Ana se levantó y se sentó a los pies de su hermano, abrazándose a sus piernas recostó suavemente la cabeza sobre su regazo apoyando la mejilla sobre aquella barra de hierro…

¡Hermanito! Me parece que te encuentras muy mal, esta cosa dura que noto bajo mi mejilla te está haciendo mucho daño ¿Me permites que te alivie? No puedes permanecer en este estado. Pero Ana, esto es inmoral ¿Qué quieres hacer? No podemos… No debemos…

Las protestas de D. Francisco no tenían ningún convencimiento pues ya en ese momento Ana acariciaba su hermosa y ardorosa polla sobre el pantalón, él cerró los ojos y se recostó hacia atrás en el sofá, Ana hábilmente soltó el cinturón del pantalón de su hermano y enseguida bajó la cremallera, tiró ligeramente del elástico del calzoncillo dejando en libertad aquel hermoso potro todavía sin domesticar, como adorándolo lo cogió con sus dos manos e hipnóticamente se lo fue introduciendo lentamente en su boca, algo que jamás había hecho en su vida. Paco que era la primera vez que sentía una cosa semejante dio un respingo y se quedó mirando a su hermana la cual ya chupaba frenéticamente como si en ello se le fuese la vida, el placer que Francisco comenzó a sentir fue enorme y soltando una especie de mugido comenzó a correrse soltando esperma a borbotones directamente en la garganta de su hermana, era la primera vez que ella probaba el sabor del semen y en principio le dieron arcadas, Paco la tenía sujeta por la cabeza y ante la imposibilidad de retirarla no le quedó más remedio que tragárselo, finalmente terminó gustándole tanto que no dejó ni gota, dejando el pene de su hermano más limpio que una patena. En cuanto terminó su tarea Ana se puso de pie delante de su hermano y se quitó la bata, tenía puesto un conjuntito de braga y sujetador de un color azul clarito precioso, su cuerpo se veía formidable, Paco la cogió de la cintura y la atrajo hacia sí, su cabeza quedaba justo a la altura de sus hermosos senos, ella tenía los pezones tan erectos que parecían querer romper la tela del sujetador, Paco cogió uno de ellos con su boca y comenzó a chuparlo con verdadero deleite sobre la misma tela, las sensaciones de Ana eran increíbles, echó sus manos atrás y en un rápido movimiento se soltó el cierre del sujetador quedando sus hermosas tetas a disposición total de su querido hermano, éste las cogió con sus manos y las acarició dulcemente, su boca iba de uno al otro pezón sin descanso chupando con verdadera fruición, Ana suspiraba de deleite, hacía muchísimo tiempo que no sentía en su cuerpo aquellas dulces sensaciones.

D. Francisco como buen inexperto en materias amatorias realmente no tenía ni idea de lo que debía hacer, estaba parado abrazado al cuerpo de su hermana sin hacer otra cosa mas que chuparle los pezones por lo cual Ana tomó la iniciativa, ella siempre tubo la terrible curiosidad de saber qué se sentiría cuando un hombre te acaricia con su boca la vagina, jamás se atrevió a pedírselo a su marido (Era demasiado puritano) Las relaciones sexuales con él siempre fueron las clásicas, ella se subía el camisón de dormir, abría las piernas, él se colocaba entre ellas inicia

ba un mete saca más o menos rápido, se corría e inmediatamente se quedaba dormido con la satisfacción del deber cumplido, Ana alguna que otra vez llegó a sentir algo parecido a un orgasmo, cuando la calentura que sentía era excesiva entonces pedía ayuda a sus dedos y con ellos trataba de satisfacerse en absoluto silencio, decidió entonces que era hora de aprendes las artes amatorias y enseñar a su querido hermano para que la satisfacción de ambos fuera absoluta. Con ambas manos cogió la cabeza de Paco y la fue empujando lentamente hacia abajo, Paco pareció entender y su lengua comenzó a trazar círculos por el vientre de su hermana, ella siguió empujando lentamente, Paco parecía sentir temor a bajarle las braguitas pero ella le animó, con sus manos cogió las manos de él y se las situó sobre el elástico de las mismas, engarfió sus dedos en el elástico y le animó a empujar hacia abajo, él decididamente lo hizo, bajó las bragas de Ana hasta los pies y se las sacó totalmente, se quedó absorto contemplando aquel hermoso coño que su querida hermana tenía en medio de sus hermosos muslos, ella cogió de nuevo su cabeza y se la dirigió suavemente hacia su monte de Venus, cuando Paco percibió el delicioso aroma que se desprendía del coño húmedo de su hermana pareció volverse loco, sus manos se posaron sobre las nalgas de ella y sin necesidad de indicación alguna su lengua se introdujo en la grieta de su hermana y comenzó a recorrerla arriba, abajo igual a una locomotora. Ana daba grititos de verdadero placer, por fin sentía lo que era una caricia de verdad, por fin sentía lo que era el verdadero placer sexual, Paco eso lo percibía y suavemente recostó a su hermosa hermana sobre el sofá, le abrió las piernas todo lo que daban de sí y materialmente se sumergió en aquella divina vagina, en el ángulo superior de la misma percibió algo grueso y duro, sin pensarlo comenzó a chupar y lamer aquella pequeña protuberancia, Ana arqueó su cuerpo y en un supremo espasmo comenzó a tener orgasmos encadenados finalizando en uno que inundó la boca de Paco con un torrente de flujos quedando ella prácticamente inconsciente, Paco la acariciaba amorosamente, ella terriblemente agradecida le besó con pasión, se tiró al suelo y abriéndose de piernas invitó al macho a que la montase, Paco torpemente se situó sobre ella, su pene dibujaba círculos en todas direcciones y cuando encontraba la gruta se ponía tan nervioso que su pene resbalaba sobre ella, Ana le calmó, con su mano derecha cogió suavemente el pene de su hermano y firmemente lo dirigió a la entrada de su vagina, en cuanto la cabeza se posicionó ella elevó ligeramente sus caderas y la introdujo en su interior, Paco entonces comenzó a empujar hasta que su pene quedó totalmente alojado en el cuerpo de su querida hermana, al unísono ambos iniciaron un acompasado saca y mete, las sensaciones de Paco eran fabulosas, se preguntaba interiormente cómo había conseguido pasar tanto tiempo sin disfrutar de semejante maravilla, era tan dulce y maravilloso que NO PODÍA SER PECADO, por su parte Ana más o menos acostumbrada a las rápidas arremetidas de su difunto esposo disfrutaba enormemente los movimientos lentos y cadenciosos de su querido hermano, su hermano le estaba haciendo el amor con verdadera pasión y buscando el don supremo de la plena satisfacción de ambos, Paco comenzó a sentir un enorme hormigueo por todo su cuerpo y Ana comenzó a arquear su cuerpo nuevamente, ambos empujaron brutalmente sus pelvis entre sí buscando la penetración total, con un profundo gemido de él y un grito incontrolado de ella ambos se corrieron de una forma tremenda, permanecieron varios minutos abrazados herméticamente entre sí sin querer separarse en absoluto hasta que el órgano de Paco por sí mismo se salió del cuerpo de su hermana, ellos todavía seguían abrazados prodigándose todo tipo de caricias como dos enamorados, ellos ahora se querían NO como hermanos, realmente se querían como marido y mujer.

Ana tenía un problema congénito que le impedía tener hijos por lo cual no tenían necesidad de guardar precaución de ningún tipo, los dos eran tremendamente apreciados por los vecinos de la parroquia que nunca jamás llegaron a sospechar la intima relación que unía a los hermanos los cuales de mutuo acuerdo decidieron seguir su vida normal como CURA y HERMANA del CURA, eso SÍ DORMIAN JUNTITOS y en la misma cama.

 

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